Hola, amigos.
Podéis empezar a escribir sobre el acné.
El ganador de la semana pasada, dedicada al castillo, ha sido...:
Lom
Años después de la revolución, el presidente era el único que vivía en un castillo.
La sencillez es un atajo encomiable, maravilloso, pero muy difícil de lograr. La sencillez lo es todo en arte. Si consigues ser sencillo es que estás cerca de ganar la batalla; en este caso, el concurso de Cuenta 140. Si lo que hay no es sencillez, sino simpleza, mejor sigue trabajando. El castillo es, aquí, la morada de quien ha alcanzado todo el poder revolucionario para una transformación sistémica que no ha sido tal, sino un fraude, y podemos presumir que la revolución no ha traído un cambio de sociedad, sino de tirano; podemos intuir sin esfuerzo para lo que ha servido la revuelta. El castillo del presidente nos indica que el tipo ha hecho como tantos revolucionarios victoriosos, que una vez arriba, en el poder, descubren que no estaban contra el tirano, sino contra la idea de que el tirano fuera otro. (¡Si hasta parece una metáfora del mundillo literario!). Enhorabuena, Gabriel Pérez Martínez (Lom), por el premio y por el relato, sobresaliente.
Otros micros pudieron haber ganado:
Wilson
Tras descubrir que era hijo del Marqués recién fallecido, fue al castillo a reclamar la herencia. Desde entonces, forma parte de la cripta.
Aurora
En las obras de restauración del ala norte del castillo descubrimos que la prima Aurora ganó al escondite en 1973.
Niño
Se pasó la tarde jugando en la orilla; el niño me explicó que lo más importante de un castillo es el foso.
Saludos cordiales