Hola, amigos. 

Podéis empezar a escribir sobre el dandi. 

El ganador de la semana pasada, dedicada al peine, ha sido...: 

Alfonsoaladerecha 

Antes de llamar, el cartero sacaba su peine y se atusaba el pelo. Ella lo observaba todo por la mirilla, engalanada con su mejor vestido.

La posición de dos personas, hombre y mujer, que se cortejan mutuamente, pero una juega con ventaja. El acicalamiento del cartero con el peine es descubierto y contemplado desde hace tiempo por la coqueta mujer que lo espera tras la mirilla con el ánimo de alimentar y mejorar la melodía de la seducción. La información es poder y el poder de ella radica en que sabe lo que él hace por complacerla, conoce su costumbre de componerse el cabello con el peine antes de tocar el timbre, mientras él desconoce el proceso que le lleva a ella a abrirle la puerta siempre con su mejor vestido. En menos de 140 caracteres, tenemos la tensión amorosa, tan cara a cualquier narración literaria o cinematográfica, como protagonista de un amable, tierno y sugerente relato. 

Enhorabuena, Alfonsoaladerecha, por el relato, estupendo, y por el premio.  

(Enhorabuena también a Plácido Romero que, me dicen en El Cultural, colocó hasta cinco relatos en la final). 

Otros micros pudieron haber ganado: 

Blondinki 

Al poco de vivir juntos, vio su peine usado sobre el lavabo. Fue ahí que sintió usurpada su intimidad, como si le hubieran leído el diario.

Gatusso 

Todos los días cepillaba con esmero la larga melena de su hija adolescente con la esperanza de poner orden en su desordenada cabeza.

Noelia F 

Solo tenía ocho años cuando, decidido, cogió el peine y las tijeras para despedirse de aquella niña triste del espejo.

Saludos cordiales