Pocos juegos consiguen sentar cátedra de tal manera que influyan a estudios de todo el mundo durante más de una década y, en esencia, terminen por fundar un nuevo género. Demon’s Souls es una de las historias de éxito más atípicas del medio de los videojuegos y la carta de presentación de un diseñador japonés que sorprendió al mundo con sus ideas arriesgadas e innovadoras. El nombre de Hidetaka Miyazaki se pronuncia con suma reverencia tanto en círculos de estudios de diseño como de jugadores. Sus obras han sido las más aclamadas de la década pasada con triunfos tan incontestables como Bloodborne o Sekiro: Shadows Die Twice. Pero todo empezó con Demon’s Souls, un proyecto que parecía condenado al fracaso y que un joven Miyazaki se echó a la espalda para tener la libertad de experimentación que se agitaba dentro de él. El juego original fue exclusivo de PlayStation 3 y con los años se convirtió en un título de culto, aunque muy difícil de encontrar en las estanterías debido a una distribución más bien elusiva. Este remake ha sido diseñado con primor por Bluepoint Games para el estreno de PlayStation 5, rehaciendo desde cero todo el aspecto visual y sonoro pero manteniendo intacta la esencia de un juego histórico.
Fantasía en Boletaria
La acción del juego transcurre en el reino de Boletaria, una tierra caída en desgracia por el uso indebido de la magia por parte del monarca Allant XII. Su hambre insaciable de poder ha despertado a un poderoso demonio de raigambre lovecraftiana que extiende su influencia en forma de espesa niebla, corrompiendo a todos los habitantes del reino. El protagonista encarna a un héroe más de una larga lista que ha acudido en ayuda de los súbditos del rey Allant, pero rápidamente se ve atrapado en un ciclo interminable de vida y muerte, atado a la colosal tarea de expurgar el mal de los archidemonios de las diferentes regiones de Boletaria. Por el camino se encontrará a toda una suerte de misteriosos personajes, cada uno con su propia agenda e intenciones. Personajes que pueden resultar una ayuda o un escollo dependiendo de las alianzas que se realicen.
Gavin Moore, principal responsable de este remake, ha comentado en varias ocasiones que el objetivo del estudio era recrear el juego tal y como los jugadores imaginaron que era hace casi doce años. Es evidente que en este tiempo, y con el doble salto generacional de por medio, las cosas han cambiado mucho. Con el potencial gráfico que pone a su disposición PlayStation 5, Demon’s Souls puede trasladar a la pantalla un nivel de detalle nunca antes visto. Ya sea el mortero de las murallas infinitas de los castillos de Boletaria o las escamas de los dragones que montan guardia en sus almenas, el juego luce de una manera espectacular, con una iluminación en tiempo real y efectos atmosféricos que insuflan vida en niveles tan recordados como el altar de las tormentas. El juego contará con dos modos: el cinemático (con una resolución 4K nativa y a una tasa de refresco de 30 frames por segundo) y el de rendimiento (con una resolución 4K dinámica pero a 60 frames por segundo). La banda sonora original de Shunsuke Kida también ha recibido una atención similar, cogiendo las melodías digitales y trasladándolas a una orquesta completa con amplias secciones de metal y cuerda, reservando el uso del órgano de Temple Church en Londres para los temas más icónicos.
Todo este trabajo en el aspecto audiovisual quedaría cojo sin la debida adecuación jugable. Uno de los aspectos por los que más se conocen a los juegos de Hidetaka Miyazaki es por su elevada dificultad, pero buena parte de esa reputación tiene que ver con los tiempos de espera obligados después de cada muerte antes de poder volver a intentar superar el desafío. Gracias al disco duro de estado sólido con el que cuenta PlayStation 5, los tiempos de carga se reducen a la mínima expresión para eliminar esos frustrantes intervalos. También se ha mejorado todo el aspecto multijugador, una faceta muy innovadora en su día que permitía a los jugadores comunicarse entre ellos a través de mensajes anónimos para ayudarse mutuamente a superar el desafío mediante consejos o avisos. Las reglas del juego siguen siendo las mismas, pero se han limado todas las asperezas técnicas que se interponían entre la experiencia y el disfrute del jugador.
Al cuidado de un clásico
A principios de 2018 Bluepoint Games lanzó el remake de Shadow of the Colossus, la inmortal obra de Fumito Ueda, un título con el que el estudio texano se doctoró con honores. Su incontestable pericia técnica y su respeto por los creadores originales han hecho mucho por la cuestión de la preservación en un medio que cabalga siempre a lomos de la innovación tecnológica más puntera. Es un nombre que aporta confianza y pocos juegos se iban a beneficiar más de sus cuidados que Demon’s Souls. El juego además se beneficia mucho del mando DualSense, cuyas capacidades hápticas facilitan una mejor inmersión en Boletaria. El peso de la espada o la coraza de los enemigos quedan reflejados en las sensaciones que el mando es capaz de trasladar gracias a sus gatillos adaptativos y a la vibración de alta definición. Ya sea por querer rememorar recuerdos de hace más de una década, para conocer de primera mano los orígenes de un género tan influyente o para sumergirse en un mundo de fantasía oscura con una personalidad desbordante, este remake de Demon’s Souls es una experiencia sin igual y uno de los primeros títulos de próxima generación para disfrutar en PlayStation 5.