¡Buenos días!

Han estado a punto de ganar los siguientes poemas:

Eliseo

El hervor del ocaso

Raspa los delirantes agujeros

Del bendecido vaho de tus huesos.

Imágenes muy originales, contenidas y cerradas, como ese “hervor del ocaso” o “los delirantes agujeros”, que sugieren mucho y ofrecen una textura plástica en las sensaciones que evocan, antes del cierre con variados matices y contundencia final.

Susana Bellido

Deshielo de la inocencia

en labios que dan la espalda

afilando eléctricos ladridos.

Sugerente verso inicial, que ya nos va anunciando esa sensualidad delicada y esbelta, que alcanza su cristalización definitiva en esos “labios que dan a la espalda” con elegancia corpórea que podemos sentir, antes del estallido final de imagen potente.

Pilar Alejos

Lágrimas de barro y silencio

enmudecen las heridas del eco de su voz.

Yace su desnudez sobre el asfalto.

Cada verso es un hallazgo de sensaciones físicas expuestas con vistosidad, entremezclándolas con otros destellos más intimistas, como esas “heridas del eco de su voz”, antes del espléndido tercer verso: una gran imagen que potencia todo el poema.

Pero el ganador es

Marta

Las mentes no pueden despegar el vuelo

se encadenan a los llantos de los muros

tras las palabras que miran al horizonte.

Esa afirmación inicial marca la autoridad del sujeto poético en su percepción de la realidad, que después se va dirigiendo hacia la fragilidad, como interesante contrapunto, que luego confluirá en el lenguaje que otea otra lejanía y nos salva, en este gran final. Que sean las palabras las que “miran al horizonte” da amplitud y hondura a este poema.

Tema de la semana: “Parques infantiles”. Estas tardes de alergia y astenia primaveral abrimos las ventanas a la brisa ligera de la tarde, a las voces y cantos que entran por la ventana y nos sacan de todo, para entrarnos en todo. Muy cerca de aquí hay un jardín con columpios, torrecillas y algunos balancines, que me recuerda a ese libro estupendo de Martín Rodríguez Gaona titulado, precisamente, Parque infantil. Gritos, un instante en que el día escapa de nosotros. Escribamos sobre esto, en 3 versos y no más de 140 caracteres. Escribamos sobre los parques infantiles en el aire de tarde, con el cielo acabado y las tonalidades esparciendo los últimos sonidos, en sus sombras nacientes.