Y los veinte poemas finalistas son:

Pilar Alejos 

Tras la tormenta,

los charcos chapotean niños de barro.

La infancia anega de risas el parque.

Medea

Tomo un puñado de raíces maduras

con tallos salientes de la caja de arena

el óxido de columpios sangra los daguerrotipos de mi risa perdida.

Eliseo

Con el chirrido de los columpios

las sombras crujen

y la zarpa del ocaso se transmuta en nube.

Geah

Se almacenan los sueños ruidosos

en los columpios de escombro

con la frágil armonía de la noche

María José Viz Blanco

Gotea la niñez

en el cántaro anciano

que el tiempo arrastra.

Barandal

En los brazos de la infancia celeste

se abre un libro de piedra y acaricia

el anhelo de volver a los juegos rotos.

Clementina Vidal

En la porcelana pensativa

De las nubes, se disuelve la plata

Risueña de un parque abandonado.

Matriosko

Mece la tarde

columpios inquietos

sestea la amapola.

Iah

Un columpio marchito murmura palabras rotas

que se desvanecen en lirios blancos

en la tarde de sonrisas inquietas.

Rosalía Ajamil Sánchez

Por el tobogán de su cuerpo

se desliza el óxido del tiempo,

cicatrizando arañazos en su ser.

Marta

Juegan al escondite las horas

entre piernas voladoras

y meriendas abandonadas

Libertad

Hebras de luz incendian los cruces del jardín.

Entre las sombras, se ocultan los fumadores;

como flores al sol, se esponjan las bailarinas.

Edus

Cuanto más se caen más crecen

Cerca de las bromas más serias

En balanceo de columpios sin tiempo

Pájaro azul

Galeones recortables queman hogueras.

Tules de vidrio.

Espadas de madera.

Gambela

Quito margen al olor de jazmín

para escrutar las miradas partidas.

Tiembla la celosía.

Hellen R.

Mis oídos,

fecundados de sueños,

juegan por debajo de los ríos.

Mona lise

Los castillos de arena se derrumban

junto a los dragones invisibles

que se pierden entre mariposas pasajeras

Alejandra

Mis manos de tijeras tocan

las piedras de mis recuerdos

que resbalan como hojas sobre el agua.

Laoconte

En un enjambre de círculos de hierro

el mundo, desde unos ojos diminutos,

se da la vuelta hasta hacerse real.



Se va deteniendo el torbellino loco de la tarde.

Deja risas en el aire tibio,

niños vencidos por el dulce vértigo del sol en llamas

Tema de la semana que viene: “Astenia primaveral”.