Y los veinte finalistas son:

Ardis

Desenterré

de tus labios de arena

el fulgor salvaje de las fresas

Dora

En la voz de mi madre rompían pequeñas olas efervescentes.

Hoy llega a mí arrastrando el albor

de quebradizas conchas marinas

Dresde

Recitábamos versos metafísicos

bajo la endrina sombra de una bóveda de parra

y nos rebosaba el espíritu de uvas.

Cuenta 140

Tu piel es un sudario

un pájaro de alas mutiladas

un puerto huérfano

Medea

Cómo el hilo de Ariadna enredado en tus muslos

se despuntó el ocaso de tu carne

y floreció el incendio entre mis manos.

Huracanblue

Batalla encendida

Libra la piel bajo el sol

Sin coraza

Eliseo

Dueño del horizonte

Practico mi oficio de espejo pintado

Entre chasquidos de luz.

Pájaro azul

Raya la risa de los niños

la soledad

de las palomas mensajeras.

La Luna

Bajo un foco cenital

de la alfombra líquida emergen

las estatuas de bronce.

Giulia

Creciente torbellino en torno a mi cintura sorprendida

trepó después hacia lo alto

donde mis trenzas arden

Harmony

Y la arena crujía bajo mis pies

como alfombra dorada de otoño

con el cálido eco de tus huellas ausentes

Infante

Soy el niño

que llena con el mar

un caldero

Hesicasmo Pérez

El sol de mediodía bosteza,

calentando mis huellas de arena,

eternizando un tiempo lento y pastoso que todo lo mancha.

María José Viz Blanco

En pie de guerra,

las sombrillas debaten

sobre cómo preservar el nácar de las pieles vírgenes.

Mari Carmen Pavón

Aquella noche de verano

nadie pudo resistirse

al tintineo de su vestido áureo.

Pilar Alejos

El viento esparce destellos de sol.

Sobre la arena, sombras chinescas.

Lame el tiempo su piel de barro.

Blanche

Todavía nado en este mar de bronce

Mi cabello tiene el color de agosto

Y mis ojos entornados retienen la fiebre del sol

Selene

Danza de hogueras

crepitan alrededor de los espíritus

sobre la manchada luz de las runas tejiendo mi cuerpo.

BrujoAvería

Las olas rabiosas recitan

los versos que el astro

imprime en su erizada piel.

Silencio

Son el espejismo del incrédulo.

El estío lame sin piedad

lo que la sombra reza.

Tema de la semana que viene: “La alegría en las estaciones de tren”.