La derrota
Concurso de micropoemas conducido por Joaquín Pérez Azaústre
9 agosto, 2021 09:57¡Buenos días!
Estuvieron a punto de ganar estos poemas:
Iah
En el cristal marchito
se funden miradas de terciopelo.
Las palabras se derriten en la noche.
Que “Las palabras” se derritan “en la noche” es una metáfora con amplio espectro de significación. Partimos de una realidad decaída en la que “se funden miradas de terciopelo”: una nueva textura y percepción se aproximan, pero muere un lenguaje.
Nicéforo Ventora
Ha acudido mi boca a tu reclamo
pero era su frescura el eco lastimado
de los últimos glaciares de Groenlandia.
Solamente el primer verso ya es un poema con autonomía, desde ese punto de vista confesional bien situado que después se abre paso hacia el territorio sensorial. Un mundo se derrumba para que surja una nueva realidad. Versos claros y muy plásticos.
Vianey Valdés
Redondas cavernas de nieve
sin telarañas profundas
estremecen las porcelanas de mi boca.
Poema en el que cada verso reúne varios recovecos interiores, con claroscuros en su significación que después se van entrelazando para crear varios niveles de lectura. Discurso metafórico expuesto con elegancia y un verso final que multiplica.
Pero el ganador es
Marta
Gotean las palabras dulces
en las entrañas gélidas de las baldosas.
La noche sueña con colorear su rutina
La aparición de varios niveles subterráneos de percepción por debajo de las imágenes que se ofrecen es una constante en este poema rico en matices. “Las palabras” -o sea, el lenguaje, la comunicación- gotean “en las entrañas gélidas de las baldosas”: ese frío de la realidad. Después hay que llenar de volumen y color la vida. Muy buen verso final.
Tema de la semana: “La derrota”. Durante mucho tiempo ha estado prestigiada por el cine y la literatura, además de una cierta lastimera música. Tenemos que encararla y aceptarla, pero no rendirnos ante ella. Perseverar, seguir. Lo vemos estos días, desde amplias coberturas. Escribamos sobre esto, en 3 versos y no más de 140 caracteres. Escribamos sobre la derrota y sobre aquello de Hemingway –“El hombre no está hecho para la derrota: un hombre puede ser destruido, pero no derrotado”- ahora que forma parte también del horizonte, con sus sombras despiertas, y hay que seguir de pie.