Hola, amigos.
Podéis empezar a escribir sobre la aristocracia.
El ganador de la semana pasada, dedicada a las vacunas, ha sido...:
Duality
El párroco, recién vacunado, enmudeció cuando una feligresa le confesó que ella iba a dejar totalmente su vida en manos de Dios.
Irónico relato en el que la fe de una feligresa es superior a la del propio párroco, que no sabe cómo reaccionar ante tamaña exaltación. La colisión de la ciencia con la religión es un conflicto clásico que se ha resuelto en favor de la primera en la moderna sociedad occidental (más o menos), pero está lejos de haberse solucionado en el mundo, y más lejos aún en la literatura: donde hay conflicto hay materia narrativa. Si todo está en manos de Dios, los hombres no deberían influir en el curso de las cosas, sino dejarle hacer sin miedo ni cortapisas. La conducta de la feligresa sigue, pues, una lógica aplastante, la misma que se difunde en tantas iglesias de la Tierra. El silencio del sacerdote es síntoma de duda e incertidumbre, de que se ha abierto en su cerebro una brecha de confusión, pues desde su lugar no es fácil contravenir el anuncio de la parroquiana. Enhorabuena, Nuria Rubio, por el relato, sobresaliente, y por el premio.
Otros micros pudieron haber ganado:
Nira
Desde el mismo momento en el que le inocularon aquella vacuna supo que perdería todos sus poderes y jamás saldría de aquel psiquiátrico.
Marco Tulio Anzola
La directora de la residencia privada decidió no vacunar a los dos ancianos sin familia que habían testado a favor de la institución.
Jorge Alonso Curiel
"Tenéis que vacunaros. Es necesario", les rogó la virgen en una aparición. Pero tampoco nadie de aquel pueblo hizo caso.
Elizeus
Solo cuando le dijeron que estaba hecha de fetos humanos y placenta de simio, la bruja se dejó vacunar.
Saludos cordiales