La actriz estadounidense Kirstie Alley, conocida por trabajos como Mira quién habla (1989) y la serie Cheers (1987) ha fallecido a los 71 años a causa de cáncer.
"Estamos muy tristes de informar que nuestra increíble, feroz, feroz y amorosa madre falleció tras una batalla contra el cáncer", han escrito sus hijos True y Lillie Parker en un comunicado difundido en redes sociales. La dos veces ganadora del Emmy estuvo rodeada de su familia más cercana y seres queridos y "luchó con fortaleza".
Alley nació en Wichita, Kansas, en 1951. Asistió a la Universidad Estatal de Kansas, pero la abandonó para convertirse en decoradora de interiores. Por esa época, recuerda The New York Times, desarrolló una adicción a la cocaína. Se mudó a Los Ángeles y se inscribió en un programa de rehabilitación afiliado a la Iglesia de la Cienciología, con el objetivo de convertirse en actriz.
Su carrera arrancó en 1982 en la película Star Trek II: La ira de Khan y continuó con películas como Historia de una conejita (1985) o Stark: Mirror Image (1986).
En 1987 fue contratada para ser parte de Cheers, una de las comedias más importantes de la televisión estadounidense, en la que interpretó a Rebecca Howe, una gerente de un bar que aspira a casarse con un hombre millonario de Boston.
Este papel le valió un Emmy como mejor actriz protagonista de serie cómica en 1991 y un Globo de Oro a la mejor actuación de una actriz en serie de televisión comedia/musical, el mismo año.
Cheers duró 11 temporadas y el personaje interpretado por Alley fue introducido en la serie en la sexta temporada, en pleno apogeo de la serie, y continuó hasta el final. Entró en sustitución de Shelley Long. Cuando el dueño del bar, Sam (Ted Danson) lo vendió a una gran corporación, Alley interpretó a la severa gerente encargada de llevar las riendas del negocio, y poco a poco fue convirtiéndose en un miembro más de la pandilla del bar, en la que también estaba el actor Woody Harrelson.
Otro de los proyectos más recordados de la actriz fue Mira quién habla (1989), que protagonizó junto a John Travolta, y en la que Bruce Willis narra los pensamientos de un bebé. Alley interpretó en esta cinta a una madre soltera que se enamora de un conductor de taxi, cuya trama se extendió a dos filmes más.
Pero la carrera de Alley también quedó marcada por su faceta como productora y por series como como Veronica’s Closet (1997-2000), donde interpretó a la exitosa directora de una empresa de lencería, o Fat Actress (2005), un falso reality escrito por ella misma inspirado en su propia experiencia como actriz que no cumplía los estándares de delgadez de Hollywood.