La actriz Concha Velasco ha fallecido este sábado a los 84 años en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), según han confirmado sus hijos, Manuel y Paco Martínez.
"Lamentamos informar de que nuestra madre, Concha Velasco, ha fallecido hoy sábado 2 a las 02:00 en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, habiendo recibido los Santos Sacramentos, a consecuencia de una complicación en su enfermedad", ha explicado la familia en un comunicado remitido a los medios de comunicación.
La capilla ardiente de la artista se instalará en el teatro La Latina de Madrid a partir de las 13:30 horas de hoy.
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En el verano de 2021 la salud de la artista se deterioró drásticamente y sus hijos decidieron en febrero de 2022 trasladarla a una residencia. En diciembre de ese año tuvo que ser ingresada en el hospital, con problemas de aparato digestivo, hígado y artritis.
La actriz, con una dilatada carrera de siete décadas, se retiró de los escenarios definitivamente en septiembre de 2021. Su última obra fue La habitación de María, creada por su hijo Manuel.
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Concepción Velasco Varona, más conocida como Concha Velasco, fue una artista de los escenarios enormemente polifacética. A lo largo de su carrera fue actriz, cantante, bailarina y presentadora de televisión. Fue un icono popular gracias a sus numerosos papeles en el cine, de donde surgió inesperadamente su carrera como cantante, y también fue uno de los rostros más conocidos de la televisión, pero fue en el teatro donde alcanzó su mayor prestigio como intérprete.
Entre las distinciones más importantes que recibió figuran el Goya de Honor, que la Academia de Cine le concedió en 2012 por “su enriquecedora contribución al cine español, su gran versatilidad interpretativa y su enorme capacidad de trabajo”, y el Premio Nacional de Teatro, que obtuvo en dos ocasiones: en 1972 por Abelardo y Eloísa, y en 2016 “por su momento de plenitud artística y por la pasión, valentía y excelencia con que aborda papeles tan complejos como los últimamente interpretados en La vida por delante, Hécuba, Olivia y Eugenio y Reina Juana”. El jurado también destacó "su figura como referente de la escena y el magisterio que durante su carrera ha ejercido sobre las nuevas generaciones".
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En 2015 ganó el Premio Valle-Inclán de teatro por su mencionado papel de Hécuba, en una adaptación de la obra de Eurípides escrita por Juan Mayorga, dirigida por José Carlos Plaza e interpretada en el imponente escenario del Teatro Romano de Mérida durante el festival de teatro clásico de la capital extremeña.
“Quién iba a pensar que la chica de Valladolid, que siempre fue la chica de la Cruz Roja [en referencia a una de sus comedias de juventud] iba a llegar a ser la Hécuba de Eurípides”, afirmó entusiasmada tras recibir el premio. También hizo un comentario que demostraba su arrojo y su voluntad de trabajo: “Fui yo quien pidió hacer esta obra y a todo el mundo le sorprendió mucho que en este momento de mi vida quisiera hacer este papel, pero no soy de las que se quedan esperando a que suene el teléfono”.
En su currículo también destacan la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y el Premio de la Academia de Televisión a Toda una Vida, ambos en 2009; el Premio Toda una Vida de la Unión de Actores en 2011; el Premio de la Comunidad de Madrid y el Premio Emérita Augusta en 2014 y el Premio Corral de Comedias del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, en 2016.
Una actriz todoterreno
Concha Velasco nació en Valladolid en 1939. Inició su carrera como bailarina tras estudiar danza Clásica y Española en el Conservatorio Nacional, en Madrid, de los diez a los veinte años. Debutó sobre las tablas con el cuerpo de baile de la Ópera de La Coruña y como bailaora flamenca formó parte de la compañía del cantaor Manolo Caracol.
Con solo 15 años se estrenó en el cine con un papel secundario en la película La reina mora, de 1955, adaptación de la zarzuela homónima de los hermanos Álvarez Quintero dirigida por Raúl Alfonso y Eusebio Fernández Ardavín.
En los siguientes años participó también como actriz de reparto en películas como La fierecilla domada, basada en la comedia homónima de Shakespeare y protagonizada por Carmen Sevilla y Alberto Closas, y Muchachas en vacaciones, con la que obtuvo el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos a la mejor actriz secundaria.
Su consagración definitiva como actriz le llegó junto a Tony Leblanc, con quien rodó seis películas, entre ellas Las chicas de la Cruz Roja (1958), Los tramposos (1959), El día de los enamorados (1959), El indulto (1961), Amor bajo cero (1960) y Julia y el celacanto (1961).
Durante aquellos años, en paralelo a sus papeles en el cine, comenzó una larga y fructífera carrera teatral que le reportaría sus mayores éxitos en términos de prestigio como actriz y que continuó hasta septiembre de 2021, cuando anunció su retirada de los escenarios.
Su trayectoria teatral comenzó en el ámbito de la revista y la comedia y fue creciendo con papeles cada vez más dramáticos y complejos, en el terreno del teatro clásico y de autor. Debutó en la revista Ven y ven al Eslava en 1959 y durante la siguiente década participó en varias comedias, como Los derechos de la mujer, Las que tienen que servir y El alma se serena, entre otras. A raíz de su trabajo en Don Juan Tenorio conoció al actor y productor teatral Paco Marsó, que sería su futuro marido hasta 2005, año en que se divorciaron.
Su trabajo en el teatro le abrió también las puertas de la televisión gracias al programa de TVE Estudio 1, en el que se emitían obras grabadas expresamente para la pequeña pantalla. Participó en títulos como La dama del alba, La alondra, Don Juan Tenorio y Una muchachita de Valladolid.
En 1965 su carrera dio un salto inesperado gracias a la película Historias de la televisión, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia y que también protagonizó junto a Leblanc. En ella, Velasco interpretó la canción “La chica ye-yé”, compuesta por Augusto Algueró y Antonio Guijarro inicialmente para Luis Aguilé, y se convirtió en uno de los mayores éxitos de la historia de la música pop en España, alcanzando el número 1 en las listas durante tres semanas. Aquel hito convirtió a Concha Velasco en un icono enormemente popular y fue el inicio de una carrera musical inesperada para ella, llegando a grabar varios discos como cantante en los años siguientes.
A finales de la década de los sesenta y principios de los setenta, los papeles de juventud de Velasco dieron paso a otros más maduros en los que solía interpretar el tradicional papel de esposa, junto a los más destacados actores cómicos del momento, como Alfredo Landa, José Luis López Vázquez y Antonio Ozores, y a las órdenes de directores como Mariano Ozores, el mencionado Sáenz de Heredia y Pedro Lazaga. Es la época de títulos como Cuatro noches de boda, La decente, Préstame quince días o Venta por pisos. También actuó en varias películas junto al cantante Manolo Escobar, en películas como Pero… ¿en qué país vivimos?, Juicio de faldas, En un lugar de la Manga o Me debes un muerto.
Durante la Transición participó en otro tipo de películas más serias, como La colmena, de Mario Camus, Esquilache, de Josefina Molina, por la que fue nominada al Goya a la mejor actriz de reparto, y Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?.
Mientras tanto, su mejor papel protagonista en televisión fue Teresa de Jesús (1984), emitida en TVE. También fue la presentadora de varios programas especiales de Nochevieja, programas musicales y de variedades como Viva el espectáculo, y otros con los que dio el salto a las cadenas privadas, como Querida Concha, en Telecinco, o Encantada de la vida, en Antena 3. En esta misma cadena protagonizó las series Yo, una mujer y Mamá quiere ser artista, y participó también en Compañeros. Otro de sus trabajos más recordados en la televisión de aquellos últimos años noventa fue el programa Sorpresa, sorpresa, que presentó en sustitución de Isabel Gemio.
Sus últimas apariciones en cine fueron Más allá del jardín (1996), por la que volvió a ser nominada al Goya, esta vez como mejor actriz protagonista; París-Tombuctú (1999), junto al director Luis García Berlanga —trabajar con él fue una de las grandes aspiraciones de su carrera—, Km. 0 (2001), El oro de Moscú (2003), Bienvenido a casa (2005), B&B (2006), Chuecatown (2007), Enloquecidas (2008), Rabia (2009) y Malasaña 32 (2020).
En televisión, entre sus últimas apariciones destacan las series Motivos personales, Herederos, Las chicas de oro (versión de la serie estadounidense donde estuvo acompañada por Lola Herrera, Carmen Maura y Alicia Hermida), Velvet, Las chicas del cable, así como presentadora del programa Cine de barrio de TVE, labor que realizó durante casi una década, hasta 2020.
Últimos años
En 2018, Velasco estrenó El funeral, su primera colaboración teatral con su hijo Manuel Martínez Velasco y producida, al igual que sus últimas obras en el Festival de Mérida, por Jesús Cimarro, que fue su gran valedor en la última etapa de su carrera. La obra se estrenó en su Valladolid natal, que concedió a la actriz la medalla de oro de la ciudad. Cuando la presentó a los medios, dejó caer que podría ser su última obra, aunque posteriormente lo desmintió: “No me pienso retirar en la vida”, dijo.
En 2019, Concha Velasco volvió a Mérida con Metamorfosis, una ejemplarizante versión del poema de Ovidio firmada por Mary Zimmerman y dirigida por David Serrano. Ella hacía de maestra de ceremonias presentando cada una de las escenas y capitaneando un elenco sobresaliente del que también formaban parte Pepe Viyuela, María Hervás, Edu Soto y Adrián Lastra, entre otros. El director de la obra explicaba así en El Cultural lo que suponía para él trabajar con un mito de los escenarios como Velasco: "Con ella pasa como con Sacristán o Gómez: son tan grandes que tiendes a ver la figura y no el intérprete. Pero son grandísimos actores. Concha puede hacer lo quiera y siempre te va a impresionar".
En 2020 volvió a colaborar con su hijo en La habitación de María, dirigida por José Carlos Plaza. Esta vez sí fue su última obra, con la que realizó la última función de su vida el 21 de septiembre de 2021 en el Teatro Bretón de los Herreros de Logroño, días después de anunciar definitivamente su retirada de los escenarios, convencida por sus hijos. Poco después se mudó a casa de Paco, su hijo menor, y en febrero de 2022 ingresó voluntariamente en una residencia para personas mayores, ya que debido a la artrosis y otros problemas de salud necesitaba atención constante y su estado de salud fue deteriorándose en los meses siguientes.