El actor canadiense a Donald Sutherland ha fallecido este jueves a los 88 años en Miami. La noticia ha sido confirmada al medio especializado The Hollywood Reporter por su representante, quien ha asegurado que su muerte tuvo lugar tras una larga enfermedad.

Era uno de los actores más versátiles que ha trabajado en Hollywood, con una facilidad pasmosa para encarnar, primero, a un relajado cirujano en la Guerra de Corea en M.A.S.H. (Robert Altman, 1970); después, a un temible fascista en Novecento (Bernardo Bertolucci, 1976), y, acabar la misma década, la de los 70, su época dorada, interpretando a un entregando padre de familia en la oscarizada Gente corriente (Robert Redford, 1980).

Era padre del también célebre actor Kiefer Sutherland, que ha querido despedir a su padre en X.

Con su cara alargada, sus ojos caídos y sus orejas prominentes, Sutherland nunca pudo aspirar a ser un galán del cine. Pero gracias a su talento, que servía tanto para hacer reír como para emocionar o asustar al público, se convirtió en algo mucho mejor: una leyenda con una de las carreras más atractivas y largas entre los actores de su generación.

Trabajador incansable, a lo largo de seis décadas intervino en casi un par de centenares de proyectos, entre películas y series de televisión, con directores como Federico Fellini, Oliver Stone, Clint Eastwood, Alan J. Pakula o Dalton Trumbo.

Nacido en Saint John (Canadá) en 1935, cursó estudios de ingeniería y arte dramático en la Universidad de Toronto, y en 1958 se trasladó a Londres ya decidido a ser actor, para continuar formándose en la Academia de Música y Arte Dramático (LAMDA).

Empezó a trabajar en cintas de terror de serie b junto a Peter Cushing o Christopher Lee, como Il castello dei morti vivi (Luciano Ricci y Warren Kiefer, 1964) o Dr. Terror (Freddie Francis, 1965). Poco después, el público se fijó en él como uno de los sociópatas inadaptados del ejército en misión suicida de Doce del patíbulo (Robert Aldrich, 1967), un clásico del cine bélico de aventuras.

Entre 1970 y 1981 apareció en 34 películas, y en muchas de ellas interpretó a hombres extremos, al borde de la locura. Inolvidables fueron su Casanova (1976) para Federico Fellini o el espía nazi de El ojo de la aguja (Richard Marquand, 1981), como su muy sonada escena de sexo con Julie Christie en la sobrenatural Amenaza en la sombra (1973). Tan realista resultaba que todavía se debate sobre si el acto entre los intérpretes fue real o no. 

En el otro extremo, el de los personajes entrañables, encontramos al cirujano de M.A.S.H. y al padre de Gente corriente, además de papeles en célebres cintas de género como Klute (Alan J. Pakula, 1971), La invasión de los ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978) o Ha llegado el águila (John Sturgess, 1976). Sin olvidar su trabajo en la magnífica obra antibelicista Johnny cogió su fusil (1971), la única película que dirigió el legendario guionista Dalton Trumbo. 

La gran mayoría de actores vendería su alma al diablo por la década de los 70 de Sutherland, pero es que aún le quedaban otras cuatro trabajando a destajo (y muchas veces en películas de calidad bastante baja, también hay que decirlo).

Entre lo que merece la pena destacar, están J.F.K: Caso abierto (Oliver Stone, 1991), Tiempo de matar (Joel Schummacher, 1996), Space Cowboys (Clint Eastwood, 2000), Cold Mountain (Anthony Minghella, 2003), Orgullo y prejuicio (Joe Wright, 2005) o la saga de Los juegos del hambre (2012-2015).

Además, su trabajo en televisión fue reconocido con un Emmy y dos Globos de Oro por su participación en la serie de televisión Ciudadano X (Chris Gerolmo, 1995) y Camino a la guerra (John Frankenheimer, 2002). Por sus películas no recibió ninguno de los grandes premios, ni siquiera una nominación al Oscar, pero la Academia le premió con el Óscar Honorífico en 2017. El Festival de San Sebastián le otorgó el Donostia en 2019.

También tuvo una ajetreada vida amorosa. Se casó tres veces, con Lois Hardwick (1959-1966), con Shirley Douglas (1967-1970) -con quien tuvo dos hijos, Rachel y el célebre Kiefer- y, desde 1974, con Francine Racette, con quien tuvo tres hijos: los actores Rossif Sutherland, Angus Sutherland y Roeg Sutherland.

Fue nombrado oficial de la Orden de Canadá en 1978 y en 2011 recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.