Ángel Mora
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Se dice que Federico García Lorca tenía ya listo el billete para marcharse a México cuando, en los primeros meses de la Guerra Civil, fue asesinado por el bando nacional en el barranco de Víznar. No quería separarse de su amante y, por ello, había decidido no abandonar España. Murió, como quien dice, con Latinoamérica en el bolsillo

Otros muchos sí que partieron, dejando su tierra y su corazón atrás. Figuras como Max AubMaría Zambrano, Luis Buñuel o Luis Cernuda compondrían una red de intelectuales que supusieron un espaldarazo cultural para el país americano. Fruto de esta relación nacería en Ciudad de México, entre otras instituciones, el Colegio Madrid, que a partir de entonces ejercería una enorme labor a la hora de estrechar lazos entre ambas naciones. 

"Veo a España y México como hermanos y, en mi calidad de artista, es un goce total. (...) Por ser mexicana, tengo una sensibilidad especial hacia cómo son ustedes los españoles. Lo que busco es celebrar con música esas conexiones", confesaba la directora de orquesta mexicana Alondra de la Parra en una entrevista con El Cultural en 2021, donde también explicaba que haber estudiado en el Colegio Madrid la vinculaba fuertemente con nuestro país. "En buena medida, el mundo, como yo lo conozco, viene de ese exilio, aunque mi familia no proceda de él". 

El pasado mes de septiembre, De la Parra, quien también es embajadora cultural de México, tomaba las riendas de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. No era la primera figura mexicana en lograr puestos importantes dentro de la cultura española este mismo año. Recientemente se anunció que el escritor Jorge Volpi asumiría el mando de la dirección artística del Centro Cultural Condeduque a partir de enero de 2025. La hasta entonces directora del MUAC mexicano, Amanda de la Garza, ocupa asimismo desde febrero el puesto de subdirectora del Reina Sofía. Ambos, como la nueva directora de la ORCAM, son oriundos de México. 

Todo esto coincide en un año en el que se ha recrudecido la polémica entre España y México que originalmente se remonta al año 2019, cuando el por entonces presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador demandaba una disculpa pública por parte de Felipe VI por el pasado colonial que unía a ambos países. Siguiendo la estela de su antecesor, Claudia Sheinbaum, nueva presidenta de México, no invitó al monarca español a la toma de posesión de su cargo el pasado 1 de octubre. 

Aunque en la actualidad López Obrador haya sido el principal rostro de este debate, discursos muy similares habían sido escuchados hace décadas. Durante el exilio republicano, figuras tan importantes como el artista Diego Rivera rechazaban la bienvenida a los intelectuales refugiados españoles por la que apostó el por entonces presidente mexicano Lázaro Cárdenas

Esta serie de nombramientos ocurren además durante un contexto cultural marcado por los debates sobre la descolonización de los museos que se inició en España, sobre todo, a raíz de la toma de posesión de la cartera del Ministerio de Cultura por parte de Ernest Urtasun —principal impulsor de la iniciativa— en 2023. 

Ya en su primera intervención en el Congreso de los Diputados, Urtasun hacía saber que "está en marcha un proceso de revisión de las colecciones de museos estatales que permita superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas. Se trata de establecer espacios de diálogo e intercambio que nos permitan superar este marco colonial". A lo que le siguieron sus declaraciones en una entrevista posterior: "Las miradas museográficas no son permanentes en el tiempo, se van adaptando. Yo simplemente me he limitado a hablar de ello y, sobre todo, a expresar mi apoyo a los profesionales". Y añadió: "En ningún caso le corresponde al ministro de turno pilotar o decidir cómo debe ser la museografía".

Hace apenas unos días, De la Garza respondía en estas mismas páginas que el primer paso para descolonizar los museos era "un reconocimiento de la herencia colonial y el significado de la colonización". Esto implica, según la curadora, "establecer sinergias entre investigadores y artistas, tanto en España como en América Latina. Y entablar un diálogo sobre los efectos históricos y actuales de la colonización".

Perú en el pabellón español de la bienal

No solo México está teniendo presencia en puestos de importancia de la cultura española. La peruana Sandra Gamarra fue la representante de nuestro país durante la bienal de Venecia celebrada este año, siendo, además, la primera persona no nacida en España en hacerlo. 

En Pinacoteca migrante, el proyecto de más de 50 piezas creadas ex profeso para el pabellón español en la bienal, Gamarra reescribía la historia del arte, y lo hacía reimaginando nuestro pasado colonial. "Lo primero que hay que tener siempre en cuenta es que los museos nos pertenecen. Sé que ha habido mucha gente que se ha preguntado: pero ¿qué hace Gamarra representando a España?", compartía con El Cultural la artista. Las instituciones, insistía "son lugares que tenemos que ocupar, a pesar de las contradicciones que puedan surgir".

Por su parte, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado, comisario de España, país invitado de honor en la Feria Internacional del libro de Guadalajara de este año, reúne en su persona un compendio de nacionalidades iberoamericanas: aparte de la española y de la de su país de origen, también cuenta con la colombiana y la ecuatoriana. El ganador del Premio Cervantes 2017 y autor de obras como Margarita, está linda la mar se exilió en 2018 en España huyendo de la represión del gobierno de Daniel Ortega, como también han hecho otras figuras importantes de las letras nicaragüenses como Gioconda Belli

Durante la FIL, cuya presencia española tenía como tema central el exilio republicano, Ramírez Mercado aseguraba en una entrevista a EFE que "nada puede empañar la relación cultural entre España y México". Los desencuentros, añadía el nicaragüense "e dan en las capas superiores de la estructura de poder, pero la relación cultural entre España y México es muy amplia y más que cordial".

No sobra añadir que a día de hoy tres expresidentes mexicanos —a saber: Enrique Peña Nieto, Carlos Salinas y Felipe Calderón— tienen a España como uno de sus principales países de residencia. Todo ello, unido, plantea la posibilidad de un nuevo paradigma en las relaciones de ambos países en el ámbito de la cultura al que le influyen, claro, las fricciones en otros campos como el de la política exterior.