El artista John Bock, presente en la galería Klosterfelde y en el Shinckel Pavillion, realizará performances el sábado y el domingo a las 3 de la tarde.
El Gallery Weekend se ha convertido en una de las mejores citas de la temporada para tomar el pulso del mercado de arte contemporáneo. Berlín concentra uno de los núcleos de galerías más importantes del mundo y es la segunda ciudad que aporta un mayor número de galerías (este año 26) a la feria de Basilea que tiene lugar en la ciudad suiza en el mes de junio, aunque lejos todavía de la ciudad de Nueva York, que lleva a casi sesenta. Si con esto pueden hacerse una idea, Madrid aporta este año cuatro y Barcelona tres. La oferta este año en el Gallery Weekend es excepcionalmente amplia, con 44 galerías que inauguran simultáneamente sus exposiciones. No será fácil abarcar todo lo que aquí puede verse en tan sólo un fin de semana. El Cultural les propone, por tanto, un recorrido por las exposiciones que no deben perderse, algunas de ellas de altísimo nivel.Comencemos en Schöneberg, que en los últimos años se ha convertido en uno de los barrios más interesantes para ver galerías. En torno a una de sus arterias, Potsdamerstrasse, pueden verse galerías como Arndt, el nuevo espacio que Matthias Ardnt ha abierto en la zona tras abandonar su antiguo nombre, Arndt & Partner, y su antigua sede en Mitte. Aquí podrán verse los trabajos postales de Gilbert & George, trabajos que retoman, cuatro décadas después, la práctica con la que consolidaron su posición en el arte de los sesenta y uno de sus conjuntos de trabajo más sugerentes. Son copias únicas que se pueden adquirir por 25.000 dólares. En Kurfürstrasse, una perpendicular de Potsdamerstrasse, la galería Tanya Leighton ha programado una colectiva comisariada por Gianni Getzer que lleva por título The Confidence-Man, una exposición que propone un tipo de contemplación desde perspectivas inéditas que pasan por liberarse de todo nuestro bagaje y mirar con ojos frescos. Tanya Leighton, que participó en el programa Opening dirigido por Maribel López en la pasada feria de ARCO, lo hará por vez primera este año en Art Basel tras haber sido una habitual de Liste.
Esther Schipper, otra de las galerías potentes de la ciudad, también ha cambiado de espacio y ha abandonado Mitte para instalarse en Schöneberg. La exposición con la que inauguran su nuevo espacio es un conjunto de trabajos recientes del artista mexicano Gabriel Kuri, uno de los más interesantes de su generación. Kuri, que también participará en la próxima Bienal de Venecia, es uno de los artistas que con mejor criterio está renovando el lenguaje escultórico con un trabajo que mezcla la reflexión sobre el material y una mirada singular al universo cotidiano. Muy próximo a Gabriel Kuri se encuentra el trabajo del brasileño Alexandre Da Cunha, otro artista que está adquiriendo un notable eco internacional en fechas recientes. Su trabajo, que puede verse en la vecina galería Sommer & Kohl, también es escultórico y se detiene igualmente ante los ritmos de lo familiar y lo cercano en nuestro día a día. Son dos trabajos, el de Kuri y el de Da Cunha, que conviene ver seguidos.
La galería Klosterfelde, en pleno Potsdamerstrasse, es un buen cierre a nuestro paseo por el barrio de Schöneberg. La exposición que proponen está dedicada a John Bock, que tendrá además una muestra paralela en el Shinckel Pavillion donde realizará performances el sábado y el domingo a las 3 de la tarde. El trabajo de Bock, basado en la deriva física que adopta la oralidad, tiene en la irreverencia y en la intensidad psicológica sus principales armas.
Si caminamos hacia el norte por Potsdamerstrasse, antes de llegar al epatante edificio de la Neue Nationalgalerie de Mies van der Rohe debemos girar a la derecha para llegar a la galería Johann König, un espacio que a pesar de tener una trayectoria aún corta ya ha conseguido todo lo lograble con una estupenda nómina de jóvenes artistas. Su apuesta para este Gallery Weekend es la joven Helen Marten, artista británica de 26 años cuyo trabajo objetual y escultórico propicia el extrañamiento en su arbitraria mezcla de códigos formales.
Hay que andar un poco más hasta llegar a Mitte. En torno a Friedrichstrasse, no muy lejos de Check Point Charlie, hay un buen puñado de galerías interesantes en apenas dos o tres manzanas. En Carlier Gebauer podemos ver una exposición de la argentino/italiana Rosa Barba, una de las artistas más relevantes de su generación que, a través de un lenguaje audiovisual y escultórico, abunda en la naturaleza "moderna" de la imagen en movimiento. En Zak Branicka se puede ver el trabajo de un artista desconocido en España pero que goza de una envidiable reputación en la esfera internacional. Hablamos del conceptual polaco Roman Opalka, autor de una obra silenciosa y sugerente. Son conocidos sus Details, un proyecto on-going que tiene la ambición poética de flirtear con el infinito y lo eterno. Aquí veremos una serie de autorretratos fotográficos en lo que constituye su primera exposición en Berlín en diecisiete años.
Más al norte, como si camináramos en dirección a Prenzlauer Berg, las galerías Thomas Schultte y Buchmann nos enseñan respectivamente el trabajo de dos clásicos vivos, Allan McCollum y Tony Cragg. Y si retomamos Friedrichstrasse y proseguimos hacia el norte pasando el río podremos ver la obra de Martin Creed en la galería Johnen, con sus magnéticas maniobras lúdicas. Vilipendiado y adorado a partes iguales, Creed no deja nunca a nadie indiferente. En Neugerriemschneider, en Linienstrasse, podremos ver el trabajo de Ai Weiwei, quien, como sabemos, no podrá asistir a su propia inauguración pues está detenido por las autoridades chinas bajo quién sabe qué excusa (delitos económicos, dicen). Y en Kicken, algo más al este en esa misma calle, una exposición sobre el color desde el pictorialismo hasta la imagen más contemporánea interesará a buen seguro a todo amante de la fotografía más clásica. Para ellos, Kicken ha de ser un referente.
Si todavía tienen algo de tiempo y no les duelen demasiado las piernas, pueden acercarse a la galería Daniel Buchholz, ya llegando a Charlottenburg, al oeste de la ciudad. Ahí encontrarán el trabajo de la artista iraní Nairy Baghramian, creadora muy interesante cuya obra formalista alude a la abstracción y el diseño modernos. Las suyas son piezas que abundan de algún modo en una percepción enigmática de las formas en el espacio. Merecerá la pena el paseo.