Rafael Sanz Lobato
El Premio Nacional de Fotografía fallado hoy es para uno de los nombres clásicos del retrato fotográfico en nuestro país, pese a ser poco conocido por el gran público. Es Rafael Sanz Lobato, sevillano nacido en 1932, miembro de la histórica Escuela de Madrid quien, en 1990 sufrió una degeneración macular en el ojo derecho y en 2003, en el izquierdo.El jurado le ha concedido el premio por unanimidad a un fotógrafo cuya obra "constituye un puente entre la nueva vanguardia neorrealista de la posguerra y los métodos de observación fotográfica posteriores al 68." Para el jurado "su trabajo no ha tenido aún el reconocimiento que merece". Sanz Lobato representa a una "generación puente entre los 50 y los 70" cuya visibilidad ha sido relativamente menor en la cultura fotográfica española, por coincidir con un cambio de época histórica y política. Durante una trayectoria de más de 30 años se ha mantenido "fiel" a un método de trabajo, manteniendo una "coherencia y solidez".
El jurado, presidido por Ángeles Albert, directora General de Bellas Artes y Bienes Culturales, ha estado formado por José Manuel Ballester, Premio Nacional de Fotografía de 2010; Nimfa Bisbe Molin, Directora de la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación 'La Caixa'; Concepción Lomba Serrano, Catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza; Jorge Ribalta Delgado, Fotógrafo y Comisario de exposiciones; Martí Perán Rasart, Crítico de Arte y Víctor del Río García, Crítico de Arte. Como secretaria, con voz pero sin voto actuará Begoña Torres González, Subdirectora General de Promoción de las Bellas Artes.
Maestro artesano del blanco y negro
No hace mucho que pudimos ver algunas de las obras de Rafael Sanz Lobato en el Espacio Cultural "Cambio de Sentido" Fundación ONCE durante el Festival PHotoEspaña 2011, compartiendo exposición con Cristina García Rodero. En el catálogo el crítico de arte y comisario Julio César Abad Vidal aludía a García Rodero como "quien ha hablado de Sanz Lobato como uno de los maestros de lo que ha definido como una "generación sacrificada" del arte fotográfico español, unos profesionales hacia quienes reconoce una enorme deuda de gratitud por las enseñanzas técnicas. De hecho García Rodero ha confesado deber a la obra de Sanz Lobato nada menos que la decisión de emprender la ejecución de los fotoreportajes de carácter etnográfico, núcleo tanto de su España oculta (1989), como de sus trabajos posteriores, que tan amplio prestigio ha cosechado".
De él se dice que es un artesano autodidacta, dominador del sistema ensayo-error, que le llevó a crear su propio método de obtención de copias en su laboratorio. Su tecnología artesanal, aunque de base científica le consagra como el maestro del blanco y negro. Especialista en el retrato, aunque también en bodegones y coches, su inquietud por la fotografía siempre le ha llevado a capturar lo rural, lo antropológico. Evoca a Baroja en sus grabados costumbristas. Sus fotografías hablan de ritos, trabajo, tradiciones, festividad y duelo. Es el pionero del reportaje humanista de raíz antropológica.
Desde 1970 hasta hoy, este trabajo ha sido expuesto en numerosas exposiciones individuales y colectivas y publicado en prestigiosas revistas nacionales e internacionales. Ha publicado sus fotografías en diversas revistas, catálogos y anuarios. Discreto y al margen de modas y experimentación fotográfica, fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2003.