Maqueta de SANAA para la Casa de Vidro.
Es el turno ahora de la casa de la arquitecta italiana Lina Bo Bardi, la célebre Casa de Vidro, una vivienda que se encuentra entre lo más relevante de la arquitectura modernista en Latinoamerica situada en el barrio residencial de Morumbi, al suroeste de la ciudad de São Paulo. Como los recientes proyectos de esta índole que ha venido realizando el comisario suizo, el proyecto, que lleva por título O interior está no exterior, ha sido producido por Isabela Mora y crecerá en diferentes fases introduciendo nuevos artistas. Este que acaba de inaugurarse es el Prelúdio de lo que está por venir y cuenta con Alexander Calder, Waltercio Caldas, Gilbert & George, Douglas Gordon, Cinthia Marcelle, Cildo Meireles, Paulo Mendes da Rocha y el equipo de arquitectos SANAA. El proyecto cuenta con una publicación sencilla pero muy lograda diseñada por el estudio madrileño This Side Up.
El título O interior está no exterior, que es la aportación de Douglas Gordon como en su día lo fue Everstill-Siempretodavía para la exposición en la Huerta de San Vicente de Lorca, está íntimamente ligado a la casa de Lina Bo Bardi, que encontró en este paraje un lugar idóneo para entablar una relación con la naturaleza desde la arquitectura. Quería la italiana fundirse con lo natural sin olvidar que la premisa esencial de la arquitectura es la de dar cobijo. El resultado es de una sencillez deslumbrante, con los muros de cristal totalmente abiertos al exterior y con la sensación de que la riquísima vegetación que rodea la casa se inmiscuye en el espacio doméstico. Lina, que era mujer del prestigioso historiador del arte Pietro Maria Bardi, construyó la casa en el año 1951, un lustro después su llegada a Brasil procedente de su desvencijada Italia natal.
Casa de Vidro, São Paulo
En la entrada pueden verse dos retratos del matrimonio realizados por Alexander Calder, quien visitó a los Bardi en São Paulo en sucesivas ocasiones a partir de 1948. Calder tuvo una exposición en el Museo de Arte De São Paulo, que entonces dirigía Piero Bo Bardi (Lina construiría diez años después la sede del museo que hoy podemos ver en la Avenida Paulista), y entre ellos se fraguó una intensa amistad. Calder volverá a ser centro de atención en un futuro próximo pues su casa en Roxbury, Connecticut, acogerá la siguiente entrega de la serie de exposiciones que Obrist realiza en casas de artistas.
En la sala de estar, frente a la ventana y junto a las estanterías, puede verse una maqueta del equipo de arquitectos SANAA, cuya relación con Bo Bardi se remonta a la bienal de arquitectura de Venecia que Kazuo Sejima (50% del equipo) comisarió en 2010 y en la que se otorgó un gran protagonismo a la arquitecta italiana. Es una maqueta para una estantería que SANAA colocará junto a las ya existentes y que se irá perfilando con el tiempo.
La pieza más ambiciosa es la de Waltercio Caldas, en el dormitorio de la casa, un trabajo de espejos y texto que remite a un proyecto que Pietro Maria Bardi, director, como decíamos del MASP, encargó a Caldas en los años setenta, pero que quedó inconcluso. La pieza enlaza con esa idea tan del gusto de Hans Ulrich Obrist de pone el foco sobre los proyectos ideados pero nunca realizados, y su montaje, ahora por fin materializado, está rotundamente resuelto.
Intervención de Gilbert & George
La presencia de Gilbert & George no tienen mayor justificación más allá de ser artistas fetiches del comisario, los que le impulsaron a realizar este tipo de proyectos. Como en Granada, han realizado una de sus míticas Living Sculptures en una parte de la sala de estar de la Casa de Vidro, y la foto, enmarcada, puede verse en una de sus mesas. Hans Ulrich Obrsit recurre a su lista habitual de artistas, que le siguen a cualquier cita. Es el caso de Philippe Parreno, Douglas Gordon o el propio tándem británico pero entre los artistas que intervendrán en las sucesivas fases se encuentran algunos de los más interesantes del panorama brasileño e internacional. Destacan, entre ellos, Jonathas de Andrade, Renata Lucas o Tamar Guimaraes. Tendrán sus trabajos, a buen seguro, todo el interés.