Miguel Zugaza y José Pedro Pérez-Llorca en el Casón del Buen Retiro



Ni siquiera el Museo del Prado es ajeno a la coyuntura económica que ha redibujado el nuevo mapa de la cultura española. Tras la reunión del Patronato presidida por José Pedro Pérez-Llorca, el presidente de la institución y el director del centro, Miguel Zugaza, han comparecido ante la prensa para explicar las líneas maestras para los próximos tres años. Estrategia que continúa con los planes de austeridad de los últimos años pero sin limitar el horizonte de actuación porque, como ha explicado Zugaza, "la ampliación de Museo ya ha acabado y no es necesaria esa intensidad frenética que nos habíamos impuesto". Eso no quita para que haya grandes exposiciones, con préstamos importantes y una laboriosa investigación detrás, como serán las dedicadas a Las Furias, Ingres o El Bosco.



"El plan financiero es un plan realista", ha insistido Pérez-Llorca. Un plan escrito en base a que la aportación pública, que es ahora del 40 por ciento del presupuesto del Museo (11.283.000 euros) se mantenga, no decrezca, y de que el Prado aumente los ingresos propios del 60 al 70 por ciento de aquí a 2016. Este año el presupuesto total es de 38.463.000 euros y se prevé que llegue a 41.183.000 en 2016, cuando podría haber ya 30.635.000 euros en la casilla de la autofinanciación. "Confiamos plenamente en la autonomía de la institución -asegura el director- contamos con las aportaciones de los benefactores y de la sociedad civil, el desarrollo de nuevos proyectos que permitan una financiación adicional, así como con el esfuerzo del visitante".



Un visitante, por cierto, que se ha reducido en número drásticamente: un 25 por ciento en este 2013. El descenso del turismo en Madrid y del consumo interno parecen estar en el epicentro de las causas y no tanto el aumento de las tarifas de entrada que pasaron el pasado mes de febrero de 12 a 14 euros la general y de 6 a 7 la reducida. "La bajada es igual de acusada en los tramos horarios gratuitos (dos horas al día) que en los que hay que pagar", asegura Zugaza, quien ha añadido que el Museo prevé recuperar esos visitantes en los próximos dos años.



"Un plan realista, pero valiente" añade Zugaza a las palabras de Pérez-Llorca y para referirse a la programación expositiva y de investigación que es lo que sigue haciendo del Prado el gran centro que es. "Conservación, educación y comunicación vertebran todas nuestras actuaciones", asegura el director que ha adelantado que Las Furias, alegoría política y desafío artístico desde el Renacimiento al Barroco, con comisariado de Miguel Falomir, será una de las grandes muestras de 2014. Año, por otro lado, del Greco por lo que el Prado se suma a la celebración central de Toledo con motivo de los 400 años de su muerte, con una exposición que muestra su proyección moderna y reivindicación por parte de las vanguardias. En 2015 el francés Ingres será el protagonista junto con el español Luis de Morales a quien se le dedicará la primera antológica. Ya en 2016 otro aniversario, esta vez del Bosco, de quien se celebran los 500 años de la muerte, centrará la programación.



Este año, las aspiraciones de acercamiento al arte contemporáneo que ha venido mostrando el Prado estarán reflejadas en la exposición que prepara el artista Miguel Ángel Blanco que en esta ocasión ejercerá de comisario de una original propuesta que pretende acercar la colección del Museo de Historia Natural a las obras del Prado. De aquí a final de año veremos también Los últimos retratos de Velázquez y los cuadernos de dibujo de los artistas españoles en el siglo XVIII en la exposición Roma en el bolsillo. También el próximo otoño veremos colocada en su ubicación definitiva la Colección Várez Fisa donada recientemente al Museo.



Y en el horizonte más lejano, el bicentenario de la institución en 2019, la reflexión en torno al mejor aprovechamiento para el Salón de Reinos (el coste de rehabilitación de 70 millones de euros es ahora mismo inasumible) y el futuro del Centro de Ávila.