Jason Rhoades: My Madinah: Pupp Tent / Puss Tent, 2005 (Colección Helga de Alvear en CentroCentro). Foto: Joaquín Cortés

Comenzamos nuestras particulares vacaciones pensadas, por supuesto, para disfrutar del arte. Cuatro semanas de recorrido por museos y centros de toda España que sí, abren en agosto. Primera parada: Madrid y la meseta castellana.

La cita con el arte en verano debería ser obligatoria. Una buena exposición es como un buen libro: nos propone viajes y aventuras, quizá más conceptuales, de acuerdo, y en ella podemos también proyectar nuestros deseos. Es el caso de La belleza encerrada en el Museo del Prado o de la magia de Cildo Meireles en el Palacio de Velázquez de Madrid. De ahí que nos parezca imprescindible esta guía para disfrutar de unas vacaciones con mucho arte. A lo largo de las próximas semanas recorreremos la piel de toro en busca de las mejores exposiciones que, por supuesto, sí están abiertas en agosto. Empezamos por el centro de la península.



Y en el epicentro artístico de la capital: el Museo del Prado. A pesar de que se ha echado en falta alguna de las exposiciones de los grandes maestros a los que nos tiene acostumbrados la pinacoteca (de esas con mucha obra de fuera y casi nunca vista por estos lares) es de agradecer, y quizá también porque es ahora el signo de los tiempos, una muestra como la de La belleza encerrada, un museo dentro del museo, contenedor esta vez de las maravillas realizadas en pequeño formato. Joyas de la colección de artistas como Fra Angelico, Tiziano, El Greco y Velázquez pero vistas, literalmente, por el ojo de una cerradura. Un recorrido por más de 300 piezas comisariado por Manuela Mena y patrocinado por la Fundación BBVA. Primer imprescindible de este veraneo artístico.



Mengs y Azara. El retrato de una amistad y Estampas japonesas completan la oferta temporal del Prado que, por otro lado, lo que vende ahora es su inigualable colección con mucha obra recién restaurada (acaban de presentar un San Jerónimo atribuido hace poco a Ribera y la Reina Margarita de Parma con tontillo de Goya) y un recorrido cada vez más ordenado y asequible para el visitante. Por cierto, que merece la pena perderse también un rato por su web y, sobre todo por el microsite dedicado a Goya que estrenaron a principio de curso.



Cruzamos la calle, porque el Museo Thyssen inauguró en junio su primera monográfica de Pisarro, figura fundamental del impresionismo aunque también uno de los menos estudiados. La muestra, con 79 obras de importantes colecciones de todo el mundo, centra el recorrido en el paisaje, en los lugares donde el pintor vivió y trabajó, desde los pueblos como Louveciennes, Pontoise y Éragny, a los paisajes urbanos como París o Londres. En otoño, el conjunto viajará a CaixaForum Barcelona.





Pisarro: El camino de Ennery, 1874. (Museo Thyssen)



Seguimos Paseo del Prado hacia Atocha para completar ese triángulo del arte y llegar hasta el Reina Sofía. Allí, mientras preparan la nueva presentación de la colección para principios de curso (veremos por fin cómo quedan los años 80 y 90), estamos aún a tiempo de ver la gran exposición de Dalí. Una muestra que, proveniente del Centre Pompidou de París, centró sin duda las miradas de crítica y público durante buena parte de la primavera madrileña. Aquí mismo, un artista, un historiador y un escritor analizaban al genio surrealista. La comisaria, Montse Aguer nos daba las claves de la exposición y seleccionamos lo mejor de la muestra. Merece la pena repasarlo si es de los que va a aprovechar las vacaciones para verla o para darse una segunda vuelta.



Lleva su tiempo ver todo Dalí, pero no se puede salir del Reina sin visitar la Colección de Patricia Phelps de Cisneros, La invención concreta, con lo mejor de la abstracción geométrica latinoamericana que llegó a Madrid en el mes de enero de la mano de una de sus máximas valedoras. Y para los nostálgicos de los 60 y estudiosos de los orígenes de lo experimental, La expansión de las artes.



Pero el Paseo del Arte excede los límites de este triángulo porque las Fundaciones Mafre, Telefónica y "la Caixa" apuestan fuerte y mantienen sus mejores muestras abiertas en verano. De hecho, CaixaForum acaba de inaugurar La magia del cine, homenaje Georges Méliès, uno de los pioneros del séptimo arte. Proveniente de la sede barcelonesa de la entidad, la muestra se ha organizado en colaboración con la Cinémathèque Française. Junto a ésta, Seducidos por le arte trata de relacionar los grandes maestros de la historia del arte, la fotografía de mediados del siglo XIX y el trabajo de fotógrafos contemporáneos desarrollados en relación con sus antecesores. 130 obras que pueden verse hasta el 15 de septiembre.



Y en Mapfre, aunque Giacometti está a punto de cerrar sus puertas (4 de agosto) en la Sala Recoletos, en Azca se puede ver hasta el 1 de septiembre la retrospectiva de Emmet Gowin, un repaso por la obra del fotógrafo norteamericano, desde los retratos familiares a sus trabajos sobre el paisaje. Más fotografías, esta vez en la Fundación Telefónica donde hasta el 1 de septiembre pueden verse las realizadas por la artista iraní Shirin Neshat: una reflexión sobre la mujer en el mundo islámico.





Detalle de Edith, Chincoteague Island (Virginia), 1967 © Emmet Gowin, cortesía Pace/MacGill, Nueva York (Fundación Mapfre)



También abierta en el CentroCentro de Cibeles está hasta noviembre la exposición que reúne una selección de trabajos de la colección de Helga de Alvear. Es la primera vez que el conjunto de la galerista recala en Madrid y lo hace de la mano de la comisaria María de Corral que ha seleccionado la obra de 76 artistas nacionales e internacionales para el público madrileño.



Tras un día caluroso de paseo por Madrid, nada mejor que acabar la jornada en el Retiro. También allí hay espacio para el arte. En el Palacio de Velázquez, Cildo Meireles, uno de los nombres fundamentales del arte brasileño y Premio Velázquez de 2008, celebraba por fin (con 5 años de retraso por causas personales) la exposición que acompaña el galardón. Su especial poética destaca en el espacio que agrupa trabajos míticos, otros apenas expuestos y nuevas producciones. Casi en frente, en el especial Palacio de Cristal una intervención de Mitsuo Miura celebra la memoria imaginada. Más poesía. Y, por fin, sentarse a reflexionar sobre todo lo admirado en cualquiera de las terrazas que hay entre ambos Palacios.



En tierras de Castilla

Nos alejamos de Madrid, pero no demasiado. En Segovia, el Museo Esteban Vicente que lucha por su supervivencia con no pocas dificultades, puede verse, además de la valiosa colección permanente del pintor, la muestra itinerante Del futuro al pasado. El Museo del Prado visto por los artistas españoles contemporáneos que, tras su paso por otras ciudades pasará aquí el verano. Cristina Iglesias, Eva Lootz, Cristina García Rodero, Miquel Barceló y Luis Gordillo son algunos de los creadores que han querido mostrar su relación con los grandes maestros del Prado.



Hasta el CAB de Burgos ha llevado la madrileña Elena Blasco 50 obras bajo el título Ancha es Castilla. La artista, que hace poco más de un año mostraba una retrospectiva de su obra en Madrid, en la Sala Alcalá 31, traslada ahora su original pintura a la capital burgalesa. Y en Valladolid, el Museo Patio Herreriano apuesta por su colección en Experiencias de la modernidad. 1916-1956. y, en la Capilla, merece la pena detenerse ante la pieza de Manu Muniategiandikoetxea, Casa Roja (Rodchenko, n° 29), que parece cobrar nuevo significado en ese espacio.





Vista de la exposición de Elena Blasco en el CAB de Burgos



Nuestro primer recorrido acaba en León, donde el MUSAC ha estado en el punto de mira desde que, a principios de junio, dimitía por injerencias políticas su directora, Eva González Sancho quien era sustituida en menos de 10 días por Manuel Olveira que aceptaba el cargo sin mediar concurso y envuelto en la polémica. Pues bien, allí todavía puede verse el Parque fluvial abandonadode Lara Almarcegui, representante española de la Bienal de Venecia cuyo trabajo allí ha sido uno de los más reconocidos internacionalmente. Y herencia también del anterior director y comisario, Agustín Pérez Rubio, vemos este verano Un número finito de acciones determinadas de Itziar Okariz que además ha impartido un taller sobre la performance, centro de su actividad.