Maider López presenta su obra Making Ways en la Bienal de Estambul.
La Bienal de Estambul, una de las más importantes del panorama de bienales europeas y una cita ineludible dentro del arte contemporáneo, cuenta este año con la presencia de tres artistas españoles, Santiago Sierra, Jorge Galindo y Maider López. Todos ellos se han beneficiado del Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE) de Acción Cultural Española, organismo público dedicado a impulsar y promocionar la cultura y el patrimonio de España, dentro y fuera de nuestras fronteras. PICE pretende aumentar la movilidad de los artistas y creadores españoles no solo en los ámbitos tradicionales, también en las nuevas modalidades de producción y distribución. Por ello, Acción Cultural Española no podía faltar en Estambul y, mucho menos, Maider López (San Sebastián, 1975).La artista donostiarra ha dedicado la mayor parte de su trayectoria profesional a repensar el espacio público por lo que su presencia en esta edición de la bienal, que aborda el concepto de dominio público como foro político, era casi necesaria. Dos serán las piezas que se podrán ver de esta artista: Making Ways y Ataskoa.
Pregunta.- ¿Cuál es la idea que aborda su trabajo en la Bienal de Estambul?
Respuesta.- Lo que presento en la Bienal de Estambul es una nueva producción llamada Making Ways. La topografía de la calle no coincide normalmente con la realidad, las personas cruzan por cualquier sitio, cada uno elige el camino que quiere tomar. El diseño urbano marca y define nuestros movimientos pero las personas tienen la capacidad de hacer el espacio público a partir del uso que hacen del mismo.
P.- ¿Y cómo se materializa esa idea en Making Ways?
R.- Making Ways está construida a partir de tres vídeos y un manual de instrucciones de comportamiento para el espacio público. El primer vídeo muestra durante 25 minutos un plano general de lo que ocurre en una calle de Estambul. El segundo vídeo, sincronizado con el primero, refleja, gracias a 9 cámaras distintas, detalles de lo que ocurre en el primero. Por otro lado, también proyectamos un vídeo que muestra las líneas que la gente traza sobre el espacio público. Y, por último, hemos elaborado un manual de comportamiento, una especie de decálogo para sobrevivir en el espacio público bastante general, que incluso puede valer para otras situaciones.
Making Ways de Maider López
R.- Creo que van de la mano. Yo siempre he pretendido mostrar la capacidad que tiene la gente de transformar su entorno. El uso del espacio público es lo que hace al propio espacio público.
P.- Solo tres españoles este año en esta Bienal de Estambul, una de las más importantes del arte contemporáneo. ¿Qué significa estar aquí?
R.-Para mí ha sido una muy buena experiencia aunque difícil también por el contexto. Llevo casi un año trabajando en el proyecto. Además, siempre es un placer trabajar con la comisaria de esta edición, Fulya Erdemci.
P.- ¿De qué manera apoya ACE tu participación en la bienal?
R.- Ellos hacen posible que me encuentre aquí.
P.- Ha llevado a un montón de gente a las puertas del Guggenheim, atascado carreteras con muchos coches... ¿Implicar al público es una necesidad para su manera de entender el arte?
R.- En mi trabajo las personas son lo más importante. Pueden estar más o menos activadas en las obras pero siempre juegan un papel básico. Ya sea completando la pieza al final, construyéndola, o con acciones más participativas.
P.- Ha intervenido patios, plazas, parques, jardines, montañas, museos,... ¿Cómo es su relación con el espacio?
R.- Lo que me interesa del espacio es cómo nos comportamos, movemos y relacionamos con él para darle la vuelta a partir de nuevas lecturas. Crear imágenes imposibles que nos proporcionen nuevas maneras de vivir en el espacio público y relacionarnos con él.
Ataskoa de Maider López
R.- Yo no encuadraría mi trabajo dentro del performance. Trato de transformar el espacio con la presencia inesperada de personas. Como en Adosados donde la arquitectura perfecta del Museo Guggenheim se contraponía a la arquitectura viva e imperfecta que representaban las personas. O en Ataskoa, que también se muestra en la Bienal de Estambul, donde la idea era crear un atasco donde normalmente no lo hay y cuestionarnos las cosas para generar una idea absurda e imposible. Los atascos te los encuentras y llamar a la gente para crear uno me parecía interesante. Además, la gente venía por muchas razones diferentes. A unos les parecía una acción ecologista mientras que otros venían a enseñar el coche del que se sentían tan orgullosos. Crear algo desde perspectivas muy diferentes es muy interesante.
P.- ¿Es complicada la vida del artista en nuestro país?
R.- Sí, aunque es complicada en todos lados. La vida del artista es ponerte en cuestión, no hay estabilidad ni planificación. Desde luego, está llena de satisfacciones pero es difícil.
P.- ¿Nos puede avanzar algo de sus proyectos futuros?
R.- Después de esta Bienal de Estambul y de otro trabajo presentado en Austria creo que he acabado un ciclo y es hora de empezar uno nuevo.