De izquierda a derecha: Patrick Charpenel, Rosario Nadal y Eugenio López Alonso

Ha llegado el gran día. El Museo Jumex, que alberga una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes del mundo, abrirá sus puertas en México el próximo 19 de noviembre. El edificio, obra del arquitecto David Chipperfield, inaugura con tres exposiciones y una intervención de Damián Ortega en la plaza del museo. Sobre todo ello hablamos con Eugenio López Alonso, dueño de la colección, Patrick Chapernel, director de la misma, y Rosario Nadal, directora adjunta.

Cuando tenía 22 años, en 1993, Eugenio López Alonso, el único heredero del imperio de zumos Jumex, abrió una galería de arte latinoamericano en Los Ángeles. "Fue un pretexto para poder vivir fuera de México. No funcionó, pero fue mi trampolín para entrar en el mundo del arte y saber a lo que quería dedicarme en el futuro. Así comencé a coleccionar arte", recuerda. No tardó en convertirse en el foco de apoyo en la carrera de muchos artistas latinoamericanos. A partir de ahí todo sucedió vertiginosamente: A finales de los 90 no sólo era estimado como uno de los más reputados coleccionistas de arte del mundo sino como uno de los grandes mecenas de artistas emergentes. La revista Forbes le apodó el Medici mexicano. En 2001, creó la Fundación y la colección Jumex, hoy Fundación Jumex Arte Contemporáneo, con un espacio de exposiciones en la parte norte de las afueras de México, en Ecatepec, anexo a sus fábricas de Jumex y totalmente comprometido con Latinoamérica. "El objetivo era compartir mi pasión y mi colección con mi país, y acercar a las personas el arte contemporáneo nacional e internacional. Esto es, lograr que la gente no se sienta intimidada por los museos", añade.



Hoy la colección Jumex, con más de 2.500 obras, está considerada como una de las más importantes del mundo. Alberga obras clave desde los años 50 del siglo XX, aunque el periodo más fuerte es desde finales de los 90 a la actualidad. Destacan Cy Twombly, Donald Judd, Ed Ruscha, Jeff Koons, John Baldessari, Damien Hirst, Franz West, Louise Bourgeois, Dan Flavin, Gordon Matta-Clark, Charles Ray... La diferencia con otras grandes colecciones es la fuerte presencia de los más grandes artistas mexicanos y latinos, como Gabriel Orozco, Damián Ortega, Francis Alÿs o Félix González-Torres.



En unos días inaugurará la nueva sede del Museo Jumex en la Plaza Carso, en el barrio Polanco de México. Diseñado por el arquitecto británico David Chipperfield, el proyecto está distribuido en cinco plantas (sótano, planta baja, niveles 1, 2 y 3) con más de 6 mil metros cuadrados de construcción. "No consideré a un arquitecto mexicano, aunque los hay excelentes, por la simple razón de que una ciudad tan importante como Ciudad de México, merece tener grandes edificios de arquitectos internacionales, como todas las grandes ciudades del mundo. La elección fue idea de Vicente Todolí, a través de Rosario Nadal, quien me lo propuso y no tuve ninguna duda. Chipperfield es un arquitecto con enorme experiencia en la construcción de museos, para quien el arte y su disposición es lo importante. Por ello ha concebido espacios abiertos llenos de luz natural y versatilidad, para que cada comisario tenga plena libertad. Además, dado el clima de México, y como referencia a la tradición arquitectónica mexicana, Chipperfield ha incorporado espacios de intersticios, ni cerrados ni abiertos, dinámicos y fluidos. Y hemos utilizado materiales locales. Estamos muy contentos con el resultado", explica.



El Museo Jumex se inaugura con 4 exposiciones que mostrarán claramente la dirección y diversidad del museo. La primera, comisariada por Patrick Charpenel, es una selección de la colección y se titula Un lugar en dos dimensiones. La segunda presenta la obra de James Lee Byars, figura paradigmática del arte conceptual; la tercera, Las ideas de Gamboa, gira entorno a los archivos de arte moderno más importantes en México reunidos por Fernando Gamboa, el promotor cultural que profesionalizó el concepto de museo en el país. Finalmente, la cuarta, Cosmogonía doméstica, es una obra monumental del artista Damián Ortega, comisariada por Rosario Nadal. Con esta obra se inaugura un programa de encargos especiales destinados a la plaza del Museo Jumex, un nuevo lugar de arte público en la ciudad, pensado para exposiciones temporales.



Rosario Nadal lleva trabajando con la colección Jumex siete años, desde que Eugenio López se puso en contacto con su compañía de asesoramiento de arte, Rsc Contemporary, que fundó en 2001. Empezó como asesora de adquisiciones y fue cambiando de responsabilidades hasta que Patrick Chapernel, director del museo, le pidió hace un año que se uniera a la fundación como directora adjunta. "El Museo es sólo otro paso que nos permitirá compartir nuestro programa con más gente. Nuestro objetivp es continuar siendo una plataforma internacional para la relación entre el arte que se produce en México y el arte internacional, y que esa relación pueda ser aprovechada a todos los niveles por esta generación. Es una labor de equipo. Lo que más me atrajo de Eugenio fue su entusiasmo y cómo estaba consiguiendo en poco tiempo dejar huella en su país, cómo había contribuido en el cambio del arte contemporáneo de México. Era un reto al que no pude decir que no", explica Nadal.





Sede del Museo Jumex junto al Museo Soumaya



Tándem perfecto

Lo que ocurrirá en la Plaza Carso será extraordinario; epicentro del nuevo desarrollo de la zona metropolitana de México, allí el Museo Jumex convivirá literalmente frente al Museo Soumaya, que alberga la colección del otro gran magnate mexicano, Carlos Slim. Curiosamente, fue el propio Slim quien vendió el terreno a Eugenio López. Ambas colecciones se complementan: donde temporalmente acaba una comienza la otra. Los fondos de la colección del Soumaya albergan obra mexicana desde los siglos XV al XX, así como arte europeo hasta las vanguardias del siglo XX. Paralelamente, la arquitectura limpia, esencial y silenciosa de Chipperfield se alzará frente a la llamativa del joven arquitecto de vanguardia mexicana Fernando Romero, responsable de la creación del Museo de Slim, con forma de trapecio en movimiento.



"La escena de museos es muy rica en esta ciudad y hay una gran infraestructura de espacios de arte moderno y contemporáneo. Muy pocos son privados. Sin embargo, cada uno de ellos tiene su identidad, vocación y su propio perfil", señala Chapernel. Y añade: "El caso de la Fundación Arte Contemporáneo Jumex es el de una institución que se ha preocupado mucho por construir una colección de arte contemporáneo internacional y nacional de las últimas generaciones de artistas y desde esta perspectiva es única. En este momento estamos explorando un territorio muy interesante, que es el de artistas que no son necesariamente mexicanos, pero que trabajan en países que tienen condiciones similares a las de México. Son artistas de países con economías emergentes, países que se están desarrollando muchísimo pero que, a la vez, siguen experimentando una marginación. Por ejemplo, Oriente Medio. Nos interesa mucho la producción de artistas como Walid Raad y Akram Zaatari (Líbano), nos parece muy importante incorporar artistas que están trabajando, reflexionando y problematizando cosas que son muy parecidas a las de alguien que vive, se desarrolla y crece en un país como México u otros países latinoamericanos".



Paralelamente, la Fundación ha cambiado la forma en que se percibe desde el exterior el arte mexicano. Hay que comprender que México es un país con grandes coleccionistas pero su gusto de comprar era tradicional. Jumex se creó en 2001, en un momento clave. En términos generales, los museos tenían pocos fondos para el arte contemporáneo, apenas había infraestructuras y la inversión del Estado en arte era casi nula. De hecho, la labor por adquirir y difundir el trabajo de nuevos artistas contemporáneo ha valido a Eugenio López el reconocimiento a nivel internacional, como el otorgado por el Patronato del Museo de Arte de Los Ángeles. De igual forma se ha hecho acreedor a la Medalla Joaquín Sorolla que otorga anualmente la Hispanic Society of America.



Estudiar la crisis

Eugenio López, que estudió derecho, reconoce que se formó en el arte viviéndolo: "En mi caso la experiencia y la lectura fue lo fundamental. Analicé, leí libros, absorbí, aprendí cómo estaba el mercado, estudié las crisis... Ya había visto cómo muchos artistas del boom de los años 80 habían subido y desaparecido. Aprendí casi todo con profesionales como Margot Levin, galerista de Los Ángeles, quien siempre fue inspiración y ayuda, o de las palabras de Rosa de la Cruz, quien me entendió muy bien porque también es latinoamericana".



Cuando Eugenio López comenzó a formar su colección en Los Ángeles, en1994, pocos creyeron en él. Lo veían como un joven niño rico que se pone a coleccionar, como un playboy que compra coches. "Nunca me molestó y hasta me pareció un poco divertido, porque la gente juzgaba sin saber nada", recuerda. "Para mí lo esencial era que me permitieran emprender lo que muchos creían era un antojo temporal. Yo sabía que estaba creando una colección internacional que tendría trascendencia en mi país. Quiero dejar un legado para las próximas generaciones y, sobre todo, para la cultura de México. Nunca lo vi como negocio, pero cuando empecé a gastar ciertas cifras en obras de arte, me di cuenta de que no iba a perder el dinero. Hoy entiendo que el arte es un reflejo de lo que sucede en el mundo, y fue viajar lo que me hizo ser consciente de que las empresas en Europa coleccionaban arte y lo enseñaban al público. Todo eso cambió mi dirección".



En la actualidad López vive en Ciudad de México y pasa temporadas en Los Ángeles, aunque lo cierto es que está constantemente viajando por el circuito global del arte. "Cuando estás parte del tiempo fuera de tu país, en mi caso en Los Ángeles, ciudad de tránsito internacional y uno de los centros de arte contemporáneo, uno ve y aprende mucho. La combinación de las dos ciudades es muy enriquecedora. Me sirve personalmente y, por supuesto, tiene su impacto en mis labores en México". Rosario Nadal, quien como Eugenio viaja constantemente, señala que "el arte contemporáneo está siempre en constante movimiento. Para estar al día es importante poder dialogar con artistas, galeristas, coleccionistas gente que aporta diferentes puntos de vista". No faltan a las ferias de Basilea y Basel Miami, Frieze, Fiac, Arco y Maco, la feria de arte contemporáneo de México... "Además tenemos relaciones con muchas galerías; en mi caso son relaciones construidas tras veinte años de trabajar".



La colección de López Alonso ha sido también clave para que México esté en la mira del mercado de arte actual. Él afirma continuar "con los mismos deseos de hacer cosas significativas y seguir ampliando mi colección. Gran parte de ella la muestro en la fundación y, por supuesto, tengo algunas obras en mis residencias. Constantemente las estoy cambiando, creando diálogos. Hay algunas obras, mis preferidas, que por la dificultad de su montaje las guardo yo, como la araña de Louise Bourgeois, la escultura en el jardín de un elefante de Jeff Koons, el gabinete de aspirinas de Damien Hirst, las pinturas de Cy Twombly, la obra de neón de Tracey Emin o las pinturas de bromas de Richard Prince".



Rosario Nadal, que acaba de editar La Fundación La Colección, un libro de presentación para todos aquellos que no están familiarizados con La Fundación Jumex Arte Contemporáneo, concluye: "Seguimos ocupando el lugar que se creó hace doce años. La ventaja es que somos una institución independiente y privada, lo cual nos da gran agilidad a la hora de adquirir obra, de trazar nuestros parámetros y direcciones. No tenemos la necesidad de seguir un mercado. Nuestras prioridades siguen siendo coleccionar artistas emergentes. Así es como empezó Jumex, apostando por el arte que representa el momento en que vivimos".