Mujeres de la aldea Zo'é de To-wari Ypy. Pará, Brasil. Marzo y abril de 2009. © Sebastiao Salgado/Amazonas Images/Contacto
La naturaleza en toda su grandeza. Así es Génesis, la serie de Sebastião Salgado (Minas Gerais, Brasil, 1944) que CaixaForum trae a Madrid en su puesta de largo española. 245 fotografías en blanco y negro en las que el artista recoge paisajes, animales y personas que han sido capaces de escapar de la influencia del mundo moderno en zonas del planeta donde la naturaleza reina en todo su esplendor. Bosques y sabanas tropicales, desiertos abrasadores, montañas dominadas por glaciares e islas solitarias... Un trabajo de ocho años de duración y 32 viajes que le han llevado desde la Antártida a Siberia, desde Madagascar a Colorado.Todo empezó en 2004 y el primer destino fue las islas Galápagos, siguiendo de ese modo las huellas de Darwin. Allí "me convertí en tortuga", confiesa Salgado en las memorias De mi tierra a la Tierra, las memorias que, coincidiendo con la exposición, ha editado La Fábrica. Y es que hasta Génesis el fotógrafo sólo había retratado a la especie humana y se enfrentaba ahora a otras especies. "Entendí que, como con el hombre, el único modo de aproximarme a la tortuga era conocerla, ponerme a su altura", explica.
Luego vendrían las ballenas francas australes, los leones y elefantes de África, los icebergs de la Antártida, los picos de Canadá o los paisajes del Amazonas. El origen de Génesis está en realidad en un proyecto medioambiental que creó con Lélia Wanick Salgado, "mi compañera y mi socia en todo lo que hago en mi vida", dice de la mujer que le ha acompañado desde su primer viaje a París en la primavera de 1970: el Instituto Terra, ideado para reforestar una parte de la selva brasileña.
Iceberg entre la isla Paulet y las islas Shetland del Sur, en el mar de Weddell. Península Antártica. 2005. © Sebastião Salgado/Amazonas Images/Contacto
Estudiante de Economía, uno de sus primeros trabajos consistió en montar con el Banco Mundial y la FAO proyectos de desarrollo económico en África. Fue entonces cuando descubrió el continente, su "otro Brasil". "Durante mis viajes a Ruanda, Burundi, Zaire, Kenio o Uganda, me di cuenta de que mis fotos me hacían más feliz que los informes que tenía que escribir al volver", explica. Era 1971. Y desde hace más de 40 años se dedica por completo a la fotografía.
Después de trabajar para las agencias Sygma y Gamma, en 1979 se incorporó a Magnum Photos, donde permaneció hasta 1994, cuando fundó junto a su mujer Amazonas Images, una agencia dedicada exclusivamente a su obra. En 1998 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y en 2001 fue nombrado embajador espacial de Unicef. Su anterior exposición en Madrid, la antológica celebrada en junio de 2007 en la Sala Azca del BBVA y como parte de la programación de PHotoEspaña, ganó el Premio del Público del Festival.