Vista de la instalación de Lúa Coderch, The Palace Left Behind, 2014, en The Green Parrot (Barcelona)

Son espacios alternativos e independientes que trabajan más allá del paraguas de lo público y que hoy validan la regeneración de un sistema artístico que necesita sanearse no sólo de la crisis económica, sino de la falta de madurez en la que está inmerso el sector institucional. Recorremos algunos de los que están surgiendo por toda España, como The Green Parrot en Barcelona, AB9 en Murcia o Espacio Miramemira en Santiago de Compostela. Dan cuenta de que vivimos un momento de crecimiento de ideas e iniciativas. De creatividad subversiva. Momento más que esperanzador.

Proponen caminos paralelos, oscilantes entre lo oficial y lo alternativo, lo visible y lo subterráneo, con una escala diferente al museo y sin la presión comercial que impera en la galería. Son proyectos con una estructura más flexible, que muchas veces con fecha de caducidad, y donde el espacio es un medio más que un fin. Garajes, pasillos, vitrinas, sótanos o escaparates convertidos en espacios de exposición, donde el objetivo es la experimentación, reinventarse constantemente. Es esa otra historia del arte, relativamente reciente pero aún desconocida, que surge de la necesidad vital de artistas, comisarios y gestores por construir nuevas redes de trabajo que revitalicen el anquilosado panorama artístico. Un esfuerzo más que loable. Mientras los museos alargan las exposiciones por falta de recursos e intentan buscarlos más allá de las arcas públicas, estos espacios y proyectos aportan lo contrario: espontaneidad y rapidez de maniobra. También, nuevas ideas de gestión, de difusión artística y de hacer exposiciones sin necesidad de grandes inversiones. Aquí no hay tiempo muerto. Cada movimiento es a un ejercicio de ensayo-acierto-error. Cada paso cuenta.



En Barcelona se han extendido como una Plaga. Así se llama el festival que invade, durante tres días, muchos de estos espacios con propuestas artísticas. Nació el año pasado con un extenso programa de exposiciones y acciones en pisos particulares, talleres y en la calle. Ya preparan la próxima edición, para mediados de junio. Uno de esos espacios fue el pasillo del domicilio de Caterina Almirall, comisaria y una de las organizadoras del festival, que ha convertido ese lugar doméstico, El Passadís, en uno de los espacio expositivo más singulares de la ciudad. Aunque hay muchos más: desde los clásicos Halfhouse y Homessesions, "grandes" espacios independientes que funcionan como residencias para artistas, a propuestas más híbridas como El Palomar, Espacio Práctico, Arts Coming, Liminar Gr, Perder el Norte, Nuclear, NyamNyam...





BAR Project



Salir del cubo blanco

Entre los proyectos más interesantes está BAR Project, dirigido por Juan Canela, Andrea Rodríguez Novoa y Verónica Valentini. Salir del cubo blanco es una de sus consignas, de ahí su nombre. Es una agencia curatorial, independiente y móvil, dedicada a promover el intercambio artístico a través de residencias, colaboraciones locales, nacionales e internacionales y el desarrollo de un programa público que surge de proyectos expositivos y de investigación. El próximo lunes 28 celebran su primer año en otro de los espacios más activos de Barcelona, Zumzeig. Las redes sociales son los mejores aliados para dar cuenta de sus actividades, aunque no es fácil seguirles la pista. Con el fin de conocerlos nace el proyecto GRAF, a cargo de tres artistas: Marc Vives, Luz Broto y Pep Vidal. La parte pública es una web, operativa a partir del 2 de mayo, con una agenda de la programación de todo lo que pasa en los espacios artísticos de Barcelona, tanto oficiales y alternativos. Hasta 40 hay cifrados más allá de museos y galerías. ¿El objetivo? "Crear sinergias, economizar recursos y que el tejido cultural de la ciudad salga ganando", explican.



El último espacio independiente en llegar a Barcelona es The Green Parrot, una iniciativa de João Laia (Lisboa, 1981) y Rosa Lleó (Barcelona, 1980), dos comisarios que se conocieron hace un año en el programa de residencias Curatorlab, en Estocolmo. Es un piso cedido temporalmente a cambio de dinamizarlo con una sala de exposiciones. La idea es hacer cuatro exposiciones al año, junto a charlas y presentaciones, intentando que cada proyecto se autofinancie mediante la venta de una edición de artista que hacen en cada muestra. La primera, The World of Interiors, se inauguró hace unos días.



Como en el rock'n'roll, el movimiento no se genera en la superficie, sino en el subsuelo", explica Ángel Calvo Ulloa

Convive con la sección Cabinet, un armario-librería abierto a propuestas específicas que inaugura hoy con Artificialia, de Anna Pahissa. "A pesar de que parezca sombrío, es un momento muy interesante en la ciudad. Hasta hace poco éramos totalmente dependientes de la financiación pública. Ahora esa premisa ha cambiado: es hora de probar una gestión colaborativa, apostar por mecenas que puedan apoyar el proyecto, por cierta relación con las galerías, sin tener miedo a ser tachados de comerciales", explican.



Retroalimentación saludable

Buscar esa financiación diversificada que haga posibles la ecología y la sostenibilidad de estos espacios es uno de los retos, que van más a la pura idea de autogestión. Ejemplos hay de retroalimentación saludable entre museos y este tipo de proyectos. DAFO, por ejemplo. El que hasta ahora era un espacio dedicado a arte emergente en Lérida inicia una nueva etapa en colaboración con el Centro de Arte La Panera, para convertirse en un espacio satélite con un programa expositivo propio destinado a las nuevas generaciones de artistas. Buen ejemplo de diálogo es el que también ofrece Nekane Aramburu desde Es Baluard, acogiendo propuestas independientes y apoyándolas desde el centro de arte. Es una de las gestoras que más ha investigado sobre estos espacios, como recoge su libro: Historia y situación actual de los colectivos de artistas y espacios independientes en el estado Español (1980-2010).



La misma idea de archivo tiene uno de los proyectos que ahora presenta el MUSAC de León, titulado Del mapa al territorio. Con formato web, da cuenta de los muchos espacios alternativos que hay en Castilla y León, desde el más antiguo, Espacio Tangente en Burgos a Zink y El gallo en Salamanca, Dosmilvacas en León o Espacio DiLab en Valladolid. Una idea similar tuvo el CA2M, en Móstoles, con Mapear Madrid, una completa cartografía de las iniciativas independientes que hay en la capital. De los nacidos recientemente bajo la autogestión destaca Salón, el estudio que la artista Ángela Cuadra abre a propuesta de comisarios y artistas. La próxima entrega se inaugura con un diálogo fugaz (hasta mañana) entre el trabajo de Abdul Vas y Antonio Ballester Moreno a cargo del comisario Alexis Callado. Es uno de los focos creativos más interesantes de lo que ocurre ahora en Madrid.





AB9, en Murcia



Parasitando aquí y allá

Aunque hay muchos más ejemplos por toda España. En Bilbao está Consonni, Espacio Abisal, Lataller o Bulegoa z/b, una oficina abierta a la reflexión y el debate dirigida, entre otros, por Miren Jaio y Leire Vergara. En Santander, el Poste Carlos, una idea lanzada por el artista Juan López, sigue animando la rotonda en la que se ubica, ahora con la intervención que Abigail Lazkoz. Hay en Vigo otro domicilio convertido en sala de exposiciones, El Halcón Milenario, y otra vitrina-expositiva, la de la librería Versus, similar a la de Frágil, en Madrid. En Valencia, un espacio que huye de la idea clásica de galería abrirá próximamente bajo el nombre de Walden Contemporary y la mano, entre otros, de Marisol Salanova. No está solo. Otro Espacio, gestionado por Alba Baza y Juan José Martín Andrés cuyas publicaciones son referencia en el análisis de nuevos modelos de gestión y producción.



Es hora de probar una gestión colaborativa, por cierta relación con las galerías sin tener miedo a ser tacahdos de comerciales", explica Rosa Lleó, desde The Green Parrot


En Palma de Mallorca, el próximo viernes inaugura Glory Hall, a cargo de Magda Albis, Pilar Rubí y Tolo Cañellas, comisario responsable de la programación de Box 27, el escaparate a la calle del Centro Casal Solleric. Es un proyecto que irá parasitando en varios lugares de la ciudad para dar luz a artistas sin presencia en los canales convencionales de la escena local.



Varios proyectos avivan la actividad alternativa en Andalucía. La Fragua, por ejemplo, un convento convertido en residencias para artistas en Benalcázar acaba de abrir un espacio en Córdoba llamado Combo. Aire fresco para una ciudad ávida de proyectos de este tipo. En Málaga están Espacio Cienfuegos y Casa Sostoa, otra idea expositiva desde el frente doméstico, el de Pedro Alarcón Ramírez, y en Sevilla también los espacios de trabajo se abren a las exposiciones. Es el caso de El Butrón, una parte del taller de los hermanos MP & MP Rosado, y uno de los espacios más activos de la ciudad. Desde hace poco convive con El Farol, una idea de Marcelino García, que en su día apadrinó The Richard Channin Foundation, lanzado por los artistas Miki Leal, Fer Clemente y Juan del Junco, uno de los proyectos dinamizadores míticos, junto a Sala de Estar, en la ciudad. Hace unos meses lanzó la idea de hacer algo a Sema d'Acosta. El resultado fue Plan Renove, una iniciativa abierta a extenderse a cualquier sitio que el pasado enero unió en una gran exposición a varias generaciones de artistas andaluces. Ya están pensando en la edición de 2015.





Obras de Ian Waelder en Espacio Miramemira, en Santiago de Compostela



El contexto alternativo de Murcia no está menos activo. Propuestas como La Naval, de Martín Lejarraga, La Azotea o Sala de estar conviven ahora con AB9, un espacio vinculado a la galería Art Nueve, que inaugura el próximo lunes su primera exposición, del colectivo artístico La mano robada. Lo dirige otro grupo de comisarios, 1erEscalón, -Miguel Ángel Hernández, Isabel Durante y Ana G. Alarcón-. "En la actual situación, este tipo de espacios tienen un papel central como lugar de resistencia. Es momento de sacar las cosas adelante como sea, trabajar con la inmediatez y gestionar lo que no puede ser propuesto de otro modo", explican.



Un ciclo de vídeo traerá regularmente a Murcia a diversos comisarios para presentar artistas de los contextos locales en los que trabajan. Pronto llegará el gallego Ángel Calvo Ulloa, uno de los responsables, junto a Misha Bies Golas y Jorge Varela, de programar el pequeño Espacio Miramemira, en Santiago de Compostela. Es el artífice, también, de uno de los proyectos más celebrados en un pequeño sótano de la localidad de Lalín, Pontevedra, llamado Espacio NoLugar. Cada dos meses y durante dos horas proponía Diálogos improbables entre artistas dispares. Hoy lo podemos ver en formato publicación, que presentará el próximo 9 de mayo en el espacio de A*Desk. Tiene clara la vigencia de este tipo de proyectos: "Se está generando una escena unida y sin prejuicios a la hora de trabajar. Como en el rock'n'roll, el movimiento no se genera en la superficie, sino en el subsuelo. Exponen en el CGAC o el MARCO los mismos que mañana lo harán en un garaje de la misma ciudad, algo importante porque no es una cuestión de rangos, sino de ganas".