Pintura para añadir color (Add Color Painting), 1960/1966, de Yoko Ono en el Guggenheim Bilbao
Las exposiciones de Chillida, Yoko Ono, Braque, Javier Riera, Julião Sarmento, Mark Manders, Juan Uslé... salen a nuestro encuentro en el último viaje artístico del verano.
Pocos meses después de la exposición inaugurada en las bodegas CVNE de Haro, en La Rioja, la Sala Kubo muestra, hasta el 28 de septiembre, Caminos. 130 obras del artista donostiarra en la que es la primera gran muestra en su ciudad natal desde 1992. Comisariada por su hijo, Ignacio Chillida, y con obras pertenecientes a la familia -que espera por su parte la resolución de otro frente abierto: Chillida-Leku-, la muestra recorre la gran variedad de técnicas utilizadas por el escultor -acero, alabastro, tierra chamota, hierro, yeso, papel, etc.- y evidencia la relevancia que ha tenido el concepto de camino en su obra.
Sin salir de San Sebastián, merece la pena acercarse al Museo San Telmo donde 17 fotografías de Axel Hütte pueden verse hasta el 28 de septiembre. Comisariada por David Barro, la muestra es una reflexión sobre el trabajo del alemán, miembro de la escuela de Düsseldorf, visto en relación con la historia de la pintura de la que beben sus ambiciosos paisajes de gran formato.
Pero, Chillida mediante, el verdadero centro artístico de la zona sigue siendo el Guggenheim Bilbao que este año veía como su autor, Frank Gehry, se llevaba el premio Príncipe de Asturias de las Artes. Y, sin duda la reina del verano artístico en Bilbao está siendo Yoko Ono. La inauguración de su retrospectiva supuso una revolución mediática allá por el mes de marzo. La artista neoyorquina de origen nipón llegó, concedió entrevistas, supervisó los últimos pasos del montaje e incluso realizó dos performances en el museo. La expectación levantada no era para menos: no todos los días tenemos a una de las figuras artísticas más destacadas de las últimas décadas al alcance de la mano. La exposición -casi 200 obras entre instalaciones, objetos, películas, dibujos y fotografías- puede verse hasta el 4 de septiembre.
La mesa de billar, 1945, de Georges Braque en el Guggenheim Bilbao
En claro contraste con las obras de Yoko Ono, referente del arte conceptual y la performance, puede verse también en el Guggenheim la retrospectiva más ambiciosa celebrada en España de Georges Braque, uno de los grandes artistas del siglo XX. Patrocinada por la Fundación BBVA llegaba a Bilbao el pasado mes de junio y allí puede verse hasta el 21 de septiembre. 250 obras de este precursor del Cubismo, entre las que encontramos algunas de sus creaciones más aplaudidas junto a otra inéditas que se nos muestran ahora que celebramos el 50 aniversario de la muerte del pintor. Hay que desviarse un poco de nuestra ruta costera pero la parada en el Artium de Vitoria es siempre obligada. Allí, aunque acaban de cerrar las exposiciones dedicadas a Luis Gordillo y Juan Mieg, todavía puede verse la reflexión que el centro plantea sobre la novela gráfica y su papel como elemento de denuncia y crítica social hoy. Además, la selección de obras de su colección reflexiona esta vez sobre la función del museo como lugar de elaboración y gestación del patrimonio común: Tesoro público. En el Espacio Praxis, la propuesta de la joven Greta Alfaro, Still Life with Books, y en la fachada del centro, las obras de Carlos Irijalba y Sandra Gamarra pertenecientes al programa Grey Flag.
En el Depósito de aguas del Centro Cultural Montehermoso, las fotografías de Manuel Vilariño. La retrospectiva del artista y poeta, que pudo verse en Madrid, en el espacio de Tabacalera, hace casi un año, es la mayor de las celebradas en los últimos años del premio Nacional de Fotografía 2007, y resume su particular imaginario centrado en animales, sombras y paisajes. Vitoria acoge hasta el 28 de septiembre una selección de trabajos de esta Seda de caballo.
De nuevo siguiendo la línea de la costa. En Santander, a la espera de que pronto abre sus puertas el nuevo y ambicioso Centro Botín, que este verano ha inaugurado ya actividades en los Jardines de Pereda, continúan las exposiciones en la Fundación del mismo nombre que este verano muestra 62 dibujos, la mayoría inéditos, 4 grabados y otros tantos óleos de José de Madrazo (1781-1859). Se trata de la primera exposición tras el descubrimiento, en 2006, de 400 papeles en manos de sus descendientes, un tesoro que sin duda redimensiona y pone en valor el trabajo de este artista. Hasta el 14 de septiembre.
Vídeo de Martín Sastre en la exposición ¿A qué huele una exposición?, en LABoral
¿A qué huele una exposición? Es el sugerente título bajo el que se han reunido en el Centro de Arte LABoral una selección de vídeos de la Colección olorVISUAL. Su propietario, el creador de esencias y mecenas Eduardo Ventós relaciona cada obra de arte que compra con un olor, fragancias que ha creado en exclusiva para esta muestra y con la que invita al espectador a hacer lo mismo. Ver y oler es todo uno en esta original muestra comisariada por Alicia Ventura. ¿A qué huelen los vídeos de Marina Nuñez, Cristina Lucas, Democracia o Charles Sandison? Descúbrelo en Gijón hasta el 13 de octubre. En el mismo centro todavía llegamos (hasta el 21 de septiembre) a ver Datascape, o, lo que es lo mismo, cómo son los paisajes en la era tecnológica. Angela Bulloch, David Claerbout, Harun Farocki, Joan Fotcuberta, Enrique Radigales y Karin Sander, entre otros, nos lo muestran.
En Avilés, en el Centro Niemeyer, junto a una especial intervención a modo de proyección del artista Javier Riera en la cúpula del edificio -Luz vulnerada, en la que el artista da otra vuelta de tuerca al tema que centra últimamente su trabajo: luz, naturaleza, hombre-, puede verse una selección de fotografías de National Geographic. Nada que ver con las fotos a las que la publicación nos tiene acostumbrados hoy. Se trata de una selección de 50 imágenes en blanco y negro tomadas por 17 fotógrafos de la revista entre 1880 y 1950. Y ponemos rumbo a La Coruña.
Allí, la Fundación Luis Seoane, muestra una exposición de Julião Sarmento. Guest or Host? es el título de la selección realizada por David Barro, director del centro desde el pasado mes de febrero, que reúne cerca de una treintena de piezas de uno de los nombres fuertes del arte portugués en el contexto internacional. Pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, vídeos e instalaciones que van desde los inicios de la década de los ochenta hasta el momento presente y que pretenden mostrar la mirada poliédrica del artista en la que es su primera exposición institucional en Galicia de Sarmento.
Otra lisboeta, Paula Rego, expone en el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa. Las Fábulas Reales de la pintora, una de las voces femeninas más combativas del arte de la segunda mitad del siglo XX, llegaban en abril al centro gallego. Sus pinturas, entre el realismo y el simbolismo, entre la tragicomedia y la brutalidad, están aquí para contar historias -no siempre fácil ni agradables- al margen de modas y tendencias. Hasta el 14 de septiembre.
Vista de la exposición de Mark Manders en el CGAC
Tres nombres propios nos hacen detenernos en Santiago de Compostela. Se trata de las individuales en el CGAC de Mark Manders, Juan Uslé y Diego Santomé. Comisariada por Javier Hontoria, la de Mark Manders es su primera institucional en España y, teniendo en cuenta el currículo del artista, el viaje a Santiago se hace inexcusable. Ha representado a Holanda en Venecia, ha expuesto en el Guggenheim de Nueva York (2010) y en la Documenta 11 (2002) y sus piezas forman parte de colección del Stedelijk Museum de Ámsterdam o del MoMA de Nueva York. Aquí, reunidas hasta el 12 de octubre bajo el título Curculio Bassos, las obras conforman un interesante recorrido por una carrera que no hay que perder de vista. De Juan Uslé muestra el CGAC una selección de sus pinturas negras. Una muestra más de la serie Soñé que revelabas que el pintor ejecuta de noche y que ocupa ya un lugar primordial en el conjunto de su obra. Una muestra que puede verse hasta el 18 de septiembre y que pudo verse antes en el Kunstmuseum Bonn, coorganizador de la misma. Agar Ledo es la comisaria del proyecto de Diego Santomé: una serie de piezas -algunas existentes, otras realizadas específicamente para esta exposición- que resumen las preocupaciones presentes en su trabajo durante la última década. El cine, la fotografía, la instalación, la escultura, la performance o el dibujo le permiten abordar la transitoriedad de las estructuras y de la sociedad.
El viaje se acaba en Vigo. Allí, Alberto Ruiz de Samaniego reúne en el MARCO proyectos de artistas e investigadores que comparten la necesidad de obtener resoluciones gráficas y figurativas de los acontecimientos o de los hechos físicos del mundo. Campos de la imagen. Grafías de los hechos y del pensamiento une una vez más el arte y el saber científico aunque esta vez desde una perspectiva distinta y original: la construcción de imágenes.