Jiri David, John Baldessari Hidden Image Series, 1995

Una de las colecciones de arte más importantes aterriza en Madrid. Y para quedarse. Tras 20 años en el CGAC de Santiago de Compostela, la Colección Fundación ARCO será parte del Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid. Las negociaciones comenzaron en el año 2013 con Ifema, que seguirá siendo el titular de la colección. Una "muy buena noticia ya que se complementa a la perfección con la colección del centro y que juntas pueden narrar la historia del arte desde los 80 hasta la actualidad", apunta Ferran Barenblit, director del CA2M a El Cultural.



Barenblit declara que no hubiera albergado ninguna otra colección que no fuera esa ya que "tiene una gran conexión con la Comunidad de Madrid", y es que todas las obras han sido adquiridas en el transcurso de las diferentes ediciones de la feria ARCO. De esta manera, la Colección Fundación ARCO, compuesta por 300 piezas de 224 artistas, se complementa y dialoga con la propia colección del Centro, la cual alcanza las 1.500 obras. "Es una muestra que contiene piezas de principios de la década de los 80 y anteriores, de arte muy sobresaliente. Se construye con una ejemplaridad que quiere servir de referencia y cuando Ifema se planteó la colección tenía en mente esto mismo, que fuera una referencia para todos", explica. En la misma se recogen las principales tendencias desde la segunda mitad del siglo XX hasta hoy.



Además se trata de una colección de oportunidad porque "compra exclusivamente de mercado que genera una buena compra con piezas de producción y venta rápidas que a veces incluso coinciden en el mismo año". Se trata de algo oportuno y cercano. Una obra de Dora García, continúa Barenblit, fue creada en el 2006 y adquirida en el 2007. Este es el segundo elemento que se tiene en cuenta, la inmediatez de la compra de las diferentes piezas. Y como tercer punto importante para el director del CA2M, está la complementariedad porque se plantean qué es lo que están coleccionando otras instituciones, tanto privadas como públicas.



Se remonta hasta los años 80 cuando en España el coleccionismo institucional era incipiente. "En nuestro país en ese momento no había nada más que una voluntad de asirse a la contemporaneidad", comenta. Y es que se venía de una dictadura y se pone la vista en lo que se producía en el mundo. En el año 1986 se entra en la Unión Europea y se empiezan a notar esas ganas de abrirse internacionalmente. "Se hacen con piezas de nombres internacionales que casi no estaban en España como Carl André o Francesco Clemente. De modo que lo que está ocurriendo fuera se complementa con lo que carece el país y se va configurando un fondo de armario que le dota de referencias básicas. En los primeros años se hacen con piezas de artistas como Mario Merz, Ana Mendieta o Antoni Tàpies.



Pieza de Francis Alys

Ya para la década del 90 hay otras colecciones en marcha pero se ven enriquecidos con piezas de Francesco Clemente, Anish Kapoor, Ignasi Aballí o Juan Muñoz. "El Reina Sofía, el IVAM o el MACBA ya están abiertos y cada uno construye su propia narración", explica. El Reina se preocupa por el arte español pero cada vez hay más nombres internacionales que emergen con la "globalización del arte y las bienales. Al no estar en las colecciones, tenerlas suponía convertirse en referencia rápidamente". Y así se da entrada en la década del 2.000, con la diversificación del arte y la existencia de más colecciones, abriendo las puertas a artistas más jóvenes como Lara Almarcegui, Fernando Sánchez Castillo, Pilar Albarracín, Ibon Aranberri y Dora García. De modo que son tres los elementos que entran en juego en esta colección: la ejemplaridad, la complementariedad y la oportunidad.



Barenblit pone la vista y trae al frente obras de artistas como Txomin Badiola y Sánchez Castillo. Además, enfatiza el fuerte y marcado carácter de los artistas latinoamericanos como Richard Balsbaund y Sandra Cinto. Porque para estos artistas acudir a Arco "supone una puerta abierta hacia el mercado español y europeo".



Entre los objetivos más inmediatos están el de ser una colección que pueda servir de referencia pero que no pretende ocupar el lugar de otras colecciones sino que centra su interés en lo que España carecía en su momento. Para dar a conocer la Colección Arco, el Centro de Arte Dos de Mayo rotará exposiciones con los fondos de la colección junto con los suyos para ofrecer nuevas lecturas en las que se complementan ambas. A este efecto, la primera exposición prevista se llevará el próximo mes de octubre.



Así, tras 20 años de estancia en Santiago de Compostela llega a Madrid una de las colecciones de arte más exquisitas. "Pensándolo con más expresión esto nos permite la visión crítica de la evolución del pensamiento del arte desde los 80 y hasta la actualidad. Hay piezas que cuestionan la realidad y esto nos abre la puerta a cuestionarla nosotros también, a mirar y a pensar en el ordenamiento político", concluye Ferran Barenblit.