Antonio López comenzó a pintar a la Familia Real en 1994

El pintor Antonio López (Tomelloso, 1936) ha concluido ya su retrato de la Familia Real, encabezado por Juan Carlos I, que comenzó a pintar hace casi dos décadas, y que será exhibido a finales de año en una importante exposición que prepara Patrimonio Nacional. Fuentes próximas a la organización de la exposición han confirmado hoy a EFE que el cuadro está terminado, tal y como se había comprometido el artista antes del verano, y listo para incorporarse a la muestra El retrato en las colecciones reales. De Juan de Flandes a Antonio López que está previsto inaugurar a finales de noviembre en el Palacio Real de Madrid.



La exposición hará un amplio recorrido, con obras muy valiosas, por la historia de los retratos de los monarcas españoles, desde Isabel la Católica hasta nuestros días. En el lienzo del pintor manchego, de grandes dimensiones, marcará el final de este paseo por la historia y en él aparecen los Reyes Juan Carlos y Sofía, acompañados de sus tres hijos: el actual Monarca, Felipe VI, y las infantas Elena y Cristina, todos sin sus parejas, tal y como estaban cuando Antonio López comenzó a pintarlo en 1994.



Las últimas pinceladas las ha dado el pintor en el propio Palacio Real, donde el cuadro fue trasladado hace más de un año. Allí Antonio López ha conseguido terminarlo, poniendo fin a una larguísima y minuciosa ejecución que ha sido en ocasiones objeto de polémica. "Estoy haciendo lo posible para que quede bien, como sea pero que quede bien, soy de ese tipo de español", nos decía ya cansado de hablar del tema hace casi dos años.



El cuadro fue encargado en 1994 por Patrimonio Nacional a partir de una fotografía de don Juan Carlos y doña Sofía y de sus hijos, todavía solteros, en 1992. "Empiezo muchas obras, me cuesta muy poco, tengo siempre esa ansiedad por empezar, pero luego, en muchos casos la obra se queda aparcada, tengo montones de obras así", explicaba el pintor a El Cultural en otra ocasión, cuya irrenunciable exigencia artística quedó reflejada en la película El sol del membrillo de Víctor Erice. "Una obra nunca se acaba -aseguraba-, sino que se llega al límite de las propias posibilidades".



En este caso concreto del retrato de la Familia Real, Antonio López reconocía que la tardanza ha sido extrema. "Pero no me va a importar, yo trabajo así. ¿Quién ha pintado una Familia Real? Es como escribir Guerra y Paz", decía. Sobre el cuadro nos explicaba también el pintor que había sido este lienzo de la Familia Real el que le ha reconciliado con la figura humana, "relegada" de algún modo a la escultura en su obra.



"Cinco personas, de tamaño natural, un poco mayores, como experiencia de la representación de la figura humana ha sido impresionante. Me emociona ver ese grupo y por eso he podido quizá trabajar tanto tiempo, cogerlo y dejarlo sin desmayo. La contemplación de ese cuadro me ha unido a la figura humana", decía. El desánimo no ha sido, por tanto, lo que ha retrasado la entrega de esta pintura. Se debe, como siempre, a los cambios. La única figura que ha permanecido intacta ha sido la del Rey Juan Carlos. "Él sigue en el mismo sitio y al mismo tamaño, todos los demás se han ido moviendo a su alrededor. Él es el centro".



Ahora por fin podrá verse el resultado. Al término de la exposición, en la que podrá ser visto por vez primera, hasta abril de 2015, está previsto que el óleo se cuelgue presidiendo una sala del Palacio Real, para posteriormente pasar a formar parte del Museo de las Colecciones Reales, cuya apertura se espera para 2016. Este museo contará con una sala dedicada al reinado de Juan Carlos I, en la que además del cuadro de Antonio López, se mostrarán otros lienzos de arte contemporáneo adquiridos por la monarquía durante este periodo.