Jessica Lange con su Leica

La actriz Jessica Lange (Minnesota, 1949) inaugura en Barcelona la exposición Unseen, la más amplia que se ha organizado en España sobre su obra fotográfica, que es para ella mucho más que un hobby. La muestra, que consta de un total de 111 instantáneas de variada temática y procedencia, se inaugura en el marco de la feria del libro de arte y diseño Arts Libris 2015, y permanecerá abierta en el centro Arts Santa Mónica hasta el 28 de junio.



En 1967, Jessica Lange obtiene una beca de la Universidad de Minnesota para estudiar fotografía, pero los avatares de la vida estudiantil la llevan a París, donde decide anteponer el arte dramático a su práctica fotográfica. En ese momento comienza su carrera de actriz, que le ha llevado a recibir dos Oscar como mejor actriz, por sus actuaciones en Tootsie, en 1983, y Blue Sky, en 1995.



Pero hasta comienzos de los años noventa, cuando Sam Shepard le regala una Leica M6, Jessica Lange no retoma su actividad fotográfica, que practica en el transcurso de sus viajes. Estados Unidos, Francia, Finlandia e Italia son algunos de los países que recorre, aunque demuestra una especial predilección por México, país al que le une una conexión muy intensa y por el que siente fascinación por su gente, sus rituales, su luz y sus calles.



Día de los Muertos en México

Como en el cine, la fotografía tiene mucho que ver con mirar y estar presente. La exposición revela la belleza ordinaria y cotidiana de paisajes de países y ciudades, retratos de lo que la propia Lange ve en la calle, fogonazos que le llaman la atención, realizados de forma instintiva y sin ningún tipo de preparación. En las imágenes, tomadas todas en blanco y negro, destaca la particular composición y el agudo juego de luces y sombras. Dada su discreción a la hora de apuntar con la cámara, muchas fotografías destacan también por su honestidad y la naturalidad de los representados.



El título, Unseen, se refiere precisamente al hecho de que en la fotografía, Lange pasa de estar al otro lado de la cámara, de ser el objeto de observación, la protagonista, a ser la que observa, la que mira de forma anónima sin que nada se le escape. La privacidad e intimidad de su yo invisible se aprecia en las imágenes, tomadas como si la cámara fuera una extensión de sí misma, que se presentan ante el espectador como si la acción estuviera ocurriendo ante sus ojos.



Durante la visita de inauguración a Barcelona, Lange salió con su cámara para captar el movimiento del día de Sant Jordi, y quizá algunas de las imágenes tomadas formen parte de su próxima exposición.