Detalle de Pöörvoo de Manuel Donada de Combustión Espontánea

El arte urbano está en auge y la cuarta edición del festival urbano Mulafest abre sus puertas a diferentes galerías de arte urbano que exponen piezas de algunos de sus artistas. Hablamos con los galeristas sobre cómo se traslada a la galería este tipo de arte.

"Una pared ha sido siempre el mejor sitio para publicar tu trabajo". Así opina Banksy. Y así lo creen muchos artistas urbanos que plasman su mundo imaginario en los edificios y muros de las ciudades. No sirve ya la vieja idea del street art como vandalismo. Sus proyectos son por y para la calle, regalos para las ciudades y para la gente que transita esos lugares. Es el caso de las iniciativas de BoaMistura, An Wei, Jonai P Matos y E1000, entre otros muchos. Algo que las galerías han sabido entender y por ello, espacios como el CAC de Málaga expone la obra del artista D*FACE y Barcelona se ha unido a la propuesta con el nacimiento de Street Gallery, una iniciativa que expone la obra de Nu Díaz distribuida por diferentes comercios de la ciudad.



En Madrid, el festival Mulafest celebra su cuarta edición y la novedad de este año es la entrada a los recintos de IFEMA de las galerías de arte urbano. Gunter Gallery, Swinton and Grant, EsPositivo y Combustión Espontánea (todas ellas madrileñas) mostrarán las piezas de sus artistas durante cuatro jornadas repletas de eventos. Hablamos con ellos sobre cómo se traslada este arte a la galería, cómo es el proceso y qué tipo de piezas reclama el público comprador.



"Los artistas urbanos no solo trabajan en la calle, también tienen su estudio y hacen un trabajo escultórico, pictórico, plástico y documental", detalla Goyo Villasevil de la galería Swinton and Grant. Esto se traslada a la galería, en ocasiones, a través de instalaciones "que recuerdan al trabajo que hacen después en el exterior", amplía. En otros casos "adaptan la obra realizada en el muro para ser trabajada en papel", añade Marta Fernández de Gunter Gallery. Aunque el principal handicap ha sido "cambiar nuestra mentalidad y entender que el arte urbano no es la idea del graffitero que hace firmas por las calles", explica Patricia Galán de EsPositivo.



Pasión y Some Pursue Happiness, Others Create It, de Boa Mistura en Gunter Gallery

Es, pues, el arte que se gesta en la ciudad incluyendo "la fotografía, el teatro, la música, etc. que son representaciones que nos cuentan qué pasa en la calle" y que a menudo bebe del arte contemporáneo, añade Galán. Aparte del mural, que es su territorio habitual, "algunos artistas -comentan desde Combustión Espontánea- han acogido formatos más expositivos como el lienzo o el trabajo escultórico".



En el caso de Gunter Gallery trabajan con obra gráfica, en concreto con la serigrafía, mediante el contacto directo de artistas como Sr. X, BoaMistura y BToy. Los propios profesionales de la disciplina mandan su archivo y se producen las piezas de acuerdo a su elección del papel, tamaño, colores, etc. Secundan esta misma idea los compañeros de Combustión Espontánea, galería que no solo se dedica al arte urbano sino que buscan propuestas diferentes. A partir de septiembre, de hecho, definirán su línea con Kepa Garraza como primer artista que exhibirá su obra. Para ellos, "el proceso de montaje de una exposición lleva un acercamiento particular con el artista".



Intervención del artista E1000 de la galería Swinton and Grant

Claro que hay piezas de todo tipo como pintura sobre lienzo, instalaciones o transformaciones de objetos "algunos encontrados en la calle transmitiendo esa idea de vivencia urbana", anota Goyo Villasevil de Swinton and Grant. Artistas como El Gato Chimney ha jugado con diferentes soportes como el lienzo y el papel e incluso ha pintado una pared de la galería Combustión Espontánea. Se trata de una práctica común de las exposiciones de este carácter puesto que Borondo, Okuda, Rosh33, Desi Civera y An Wei también han hecho lo propio con los muros de EsPositivo. De modo que estas galerías cambian de piel según el artista que expone o interviene en ellas.



Porque el muro virgen sigue siendo uno de los mayores gozos de los artistas urbanos. Conocedores de esto, desde la Swinton and Grant abogan por un proyecto muralista. "Tenemos un proyecto exterior que se llama Mind the wall y consiste en que cada uno de los artistas que expone en la galería interviene en él". O incluso el público puede encargar algo para exteriores o de site specific, añade Marta de Slowtrack, pero "lo que es incorrecto es pedirle a un artista urbano que venda cuadros porque pierde la esencia", añade.



Intervención del muralista Borondo en el cristal de la galería EsPositivo

Queremos tener 40 años

Por lo visto hay un perfil bastante bien definido del público y del coleccionista de este tipo de arte. Se trata de gente de entorno a los 40 años, con un espíritu y sensibilidad interiorizada así como "coleccionistas incipientes que han visto intervenciones en la calle y en los medios", matiza Marta Fernández de Gunter Gallery. Incluso instituciones, ayuntamientos y clientes privados a quienes les gusta el wallpainting y encargan a los artistas que intervengan en las paredes de la ciudad o en sus propias casas.



De modo que el estigma de entender el arte urbano como vandalismo parece estar superado. La gente cada vez acude más a estas galerías con filosofía aperturista y participativa, se explica la obra, el proceso y el mensaje del artista. Claro que no todo vale, como en todo, la calidad depende de la sensibilidad del visitante, del público que pasea. Son obras que han sido pensadas para ese entorno específico, que se adapta a las necesidades y circunstancias del edificio, pared o lugar y se crea la interacción con la gente. Intervenciones premeditas, pensandas, con un largo trabajo de creación y sujetas a cambios en directo sobre el boceto diseñado según los requisitos del sitio y de las palabras de quien las transita. Como dice Goyo Villasevil, el arte urbano es como el rock and roll.



@scamarzana