El Reina Sofía da la bienvenida al cuadro más caro de la historia
Dos operarios cuelgan el cuadro este viernes, en el Museo Reina Sofía
Llega a Madrid Nafea faa ipoipo (¿Cuándo te casarás?), de Paul Gauguin. Su todavía propietario, Ruedi Staechelin, ni confirma ni desmiente que se haya vendido por 300 millones de euros a la Autoridad de Museos de Qatar
El cuadro será entregado a su nuevo propietario a partir del 10 de enero, después de pasar por la Phillips Collection de Washington. En el Museo Reina Sofía de Madrid está desde este viernes, y hasta el próximo 16 de septiembre, como parte de la exposición Coleccionismo y Modernidad. Dos casos de estudio: Colecciones Im Obersteg y Rudolf Staechelin.
Manuel Borja-Villel, director del museo, ha confirmado que en ningún momento trató con las autoridades de Qatar. "Siempre hemos hablado directamente con Staechelin". La obra ha llegado a Madrid procedente de la Fundacón Beyeler, cerca de Basilea, en donde hacía parte de una muestra dedicada al pintor postimpresionista. Ahora estará rodeada de varios picassos, entre ellos Arlequin au loup (1918), y de una exquisita selección de obras de Ferdinand Hodler, Alexej von Jawlensky, Emil Nolde y Van Gogh. Borja-Villel ha asegurado que desde su apertura, el 18 de marzo, la exposición ha recibido más de millón y medio de visitantes. Después ha agradecido poder contar "con esta obra maestra del arte moderno".
Según el director del museo, se trata de una pintura de madurez de Gauguin en la que "ya está muy clara su voluntad simbólica, su capacidad para representar el misterio, algo más profundo de lo que se ve a simple vista". Presenta afinidades con otra pintura del mismo año, Aha oe feii (¿Estás celosa?), en donde aparecen dos muchachas desnudas, una recostada y otra sentada. En Nafea faa ipoipo también son dos muchachas el motivo central de la escena. Una de ellas lleva una flor en la oreja, que indica que aún no está casada. "Es una obra que transmite la gran felicidad que sintió Gauguin en su primer viaje a Tahití, y también posee un elemento misterioso muy característico de su obra", dijo Staechelin.
La tragedia de los Staechelin
Rudolf Staechelin, el abuelo del que ahora vende el cuadro, formó en vida una de las colecciones privadas más importantes del mundo. "Aunque no lo conocí, mi abuelo fue una gran influencia para mí", ha dicho Ruedi. En 1917, Rudolf Staechelin adquirió esta obra de Gauguin por 18.000 francos suizos. En 1981, tras la muerte de Peter, padre de Ruedi e hijo de Rudolf, la obra fue tasada en 6 millones de euros. "Es verdad que el mercado ahora se ha vuelto loco, pero tampoco creo que esta obra cueste solo seis millones de euros".Ruedi Staechelin quiere "rendir homenaje" a su abuelo. "Era un coleccionista conservador, que siempre compraba obras de artistas consolidados", ha recordado. Como ejemplo puso dos de los picassos que tuvo -y que ahora se exponen en el Museo del Prado-, Los dos hermanos (1906) y Arlequín sentado (1923). "Entre uno y otro, Picasso atravesó la época cubista, pero mi abuelo prefirió esperar a que se convirtiera en un pintor razonable". Los dos hermanos y Arlequín sentado tienen detrás una singular historia: en 1967 el Parlamento suizo sometió a referéndum la compra a los Staechelin de las dos obras con el fin de incorporarlas al Museo de Basilea. Los jóvenes hicieron una fuerte campaña a favor y al final salió el sí. Picasso, entusiasmado por el apoyo popular, donó al museo de Basilea otras seis pinturas suyas.
Por esa época, ya con el abuelo muerto, los Staechelin empezaron a vender su patrimonio. Ruedi tenía entonces 15 años y es una época que le apena recordar. "La gente de Basilea empezó a estigmatizar a mi familia, nos criticaban por sacar los cuadros de la ciudad". Los Staechelin abandonaron Suiza. Diez años después, en 1977, el hermano de Ruedi, su novia y su padre, Peter, murieron en un accidente de avión. Ruedi tenía 25 años y tomó las riendas del negocio familiar. "Siempre se han acercado muchísimas personas pidiéndonos que vendamos más y más cuadros, pero por ahora no tenemos intención. Nuestra fundación ya no es un negocio familiar, sino un trust, aunque mi opinión es especialmente valorada. Ahora lo que tenemos que hacer es disfrutar de las obras... disfruten de esta maravillosa obra de Gauguin. No puedo decir ni a quién se la hemos vendido ni por cuánto; solo puedo expresar mi deseo de que el cuadro sea exhibido pronto. Estoy seguro de que sabréis pronto el nombre del comprador, un cuadro así no permanece demasiado tiempo oculto. Más difícil será que os enteréis del precio".
@albertogordom