El edificio de Tabakalera en San Sebastián

Abre las puestas en San Sebastián el nuevo centro cultural de Tabakalera, un espacio para el arte que integra otros equipamientos como el Festival de Cine, la Fundación Kutxa y la Filmoteca Vasca. La directora, Ane Rodríguez, nos cuenta los detalles del proyecto.

Ha llegado el día. Por fin abre sus puertas Tabakalera, el esperado centro internacional de creación y cultura contemporánea ubicado en la antigua fábrica de tabacos del centro de San Sebastián. Atrás quedan 11 de años de historia infructuosa, varias crisis internas, diversos directores, y una rehabilitación del edificio que ha tardado cuatro años en finalizarse. "Estoy deseando que la actividad micro que hemos desarrollado estos años pase a al espacio macro", dice su directora, Ane Rodríguez (San Sebastián, 1978).



Llegó en octubre de 2012, tras la renuncia de Joxean Muñoz en 2010 y después de haber sido seleccionada entre 100 candidatos en un concurso público. Una elección más que celebrada en el ámbito artístico, por lo que implica de recambio generacional. Además, parece haber sido la mano conciliadora entre las tres administraciones (el Ayuntamiento de San Sebastián, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco) de las que depende este espacio de 37.000m2, de los cuales 10.000 son para programación como centro artístico y el resto para acoger al Festival de Cine de San Sebastián, la Filmoteca Vasca, al Instituto Etxepare y la Fundación Kutxa.



Es inevitable pensar, al ver la magnitud de esta gran estructura cultural, en el complejo de Matadero Madrid. No en vano, Ane Rodríguez trabajó allí varios años allí antes de volver a su ciudad natal. Lo anota como referente, sí, aunque añade otros tantos: "En Europa tenemos Kaapeli en Helsinki o Spinnerei en Leipzig, pero casi se quedan más en modelos inmobiliarios. En cuanto a las líneas de trabajo del proyecto cultural está HKW de Berlín, por su línea de proyectos, también la Serpentine Gallery, las líneas expositivas de WEILS de Bruselas, proyectos de investigación como Casco en Utrech, centros de residencias como Hiap en Helsinki...".



Tabakalera es un centro de apoyo a la creación, un lugar capaz de generar aprendizaje y un espacio para exposiciones", dice la directora, Ane Rodríguez

Parece tener las ideas muy claras, también con los objetivos de Tabakalera: "En primer lugar, tiene que erigirse como un espacio de apoyo a la creación. Un centro que sea referente para los artistas del contexto y contribuya a un ecosistema que atraiga a creadores y agentes culturales de otros lugares. En segundo lugar, tenemos que ser capaces de generar discurso y aportar debate desde las prácticas artísticas, dar lugar a la reflexión y generar espacios de aprendizaje. Y, en tercer lugar, generar las herramientas necesarias para socializar los contenidos, acercarlos al público y hacerlos partícipes del proyecto", explica. Hilamos un poco más fino y los ejes motores del proyecto se quedan en pocas palabras clave: prácticas artísticas, mediación, laboratorio de cultural digial-Hirikilabs y la biblioteca Ubik.



-Desgranemos. ¿Cómo va a enfocar Tabakalera como centro de producción? ¿Está cerca o lejos del modelo que implantó Arteleku?

-San Sebastián ha sido una ciudad principalmente de difusión, una ciudad de festivales y exposiciones. Una fórmula que funciona bien, pero que necesita posicionarse en un lugar de apoyo a la producción. Arteleku fue muy importante a la hora de generar un tejido fuerte pero desde su debilitamiento el tejido se ha visto desplazado a otros lugares. El modelo que queremos implementar tiene que ver con la cesión de espacios y apoyos a proyectos específicos frente a estancias de larga duración. Habrá convocatorias continuadas tanto de residencias como alojamiento como para espacios de trabajo.



Ane Rodríguez, directora de Tabakalera

-Creo que, en cualquier caso, Tabakalera integra los fondos de Arteleku. ¿Es así?

-Así es. Los responsables de la Diputación Floral de Gipuzkoa dieron fin al proyecto de Arteleku a principios de este año, porque consideraron que ya se había cerrado una etapa y dieron comienzo a Kalostra, una escuela experimental que empezó en abril en la nueva sede que tienen en la parte vieja de la ciudad. En Tabakalera recogemos el fondo de la mediateca de Arteleku, aproximadamente 20.000 volúmenes, que refuerza nuestra especialización en cultura contemporánea.



-Una biblioteca que han llamado Ubik. ¿Llega tan lejos como la novela?

-Dado que se escapa de los parámetros tradicionales de biblioteca, decidimos darle un nombre propio haciendo referencia a la novela de Philip K. Dick, que abría puertas a mundos posibles. Es un proyecto al que le damos un marco dentro del concepto de biblioteca de creación, donde habrá una serie de servicios y herramientas que darán la oportunidad al público general de acercarse a ello. Trabajaremos sobre la imagen, la autoedición, la cultural digital y el sonido. Este espacio será el punto de partida de muchos de los programas del proyecto, un acercamiento para el público no especializado.



-Hay otro nombre peculiar, los Hirikilabs. ¿Qué son?

-Es un proyecto en colaboración con DSS2016 que nos ha servido de prototipo de nuestro propio laboratorio de cultura digital y tecnología. Tiene una doble vertiente: es un recurso dirigido a creadores y también funciona como un laboratorio ciudadano de cultura digital.



-Y, ¿con qué presupuesto cuenta para todo ello? ¿Cómo se financia Tabakalera?

-Aún no hemos aprobado los presupuestos para 2016, pero en principio necesitaremos un presupuesto que rondará los 6.300.000€, de los cuales 1.800.000€ corresponden a gasto vinculados al edificio y que tendremos que autofinanciarnos. El presupuesto correspondiente al proyecto cultural y su gestión rondará los 4.500.000€ que aportarán las tres instituciones socias: Ayuntamiento de San Sebastián, Diputación Floral de Gipuzkoa y Gobierno Vasco.



Interior del edificio

Por lo pronto, ya le han dado uso. El centro inaugura con la exposición Contornos de lo audiovisual: puntos para un movimiento que rodea, una muestra en la que participan más de 25 autores. Vemos nombres como los de Ibon Aranberri, Aimar Arriola, Eugeni Bonet, Marguerite Duras, Patricia Esquivias, Dora García, Jean-Luc Godard, Itziar Okariz y Marc Vives, entre otros. Algunos de ellos, incluso, con nuevas producciones. La muestra apunta a uno de los temas motores de este nuevo centro: lo audiovisual. "Es un proyecto muy importante para nosotros por dos motivos. Por un lado, porque nace a partir de un proyecto web en el que llevamos trabajando más de dos años con HAMACA y UPV/EHU, llamado Apología/Antología. La exposición es un ejercicio de explorar lo que queda fuera de esos márgenes. Por otro lado, esos márgenes, precisamente, son los que nos interesan en Tabakalera, donde lo audiovisual se convierte en un perfecto statement de salida", explica Ane Rodríguez. ¿Y el contexto local? ¿Cómo van a trabajar con él? "Es fundamental para nosotros. Tabakalera se tiene que convertir en referencia para su desarrollo profesional y a la hora de generar discurso. Y es importante, también, la proximidad con Francia a la hora de generar un espacio de convivencia de múltiples contextos", añade.



No es tarea sencilla dirigir este macroproyecto, con tantos proyectos asociados dentro y fuera del edificio de Tabakalera. Ane Rodríguez es optimista y crítica a partes iguales. También con la ciudad: "San Sebastián es una ciudad muy cara y eso se nota a la hora de buscar espacio de trabajo. No hay muchos artistas con estudio aquí. En ese sentido Bilbao sigue siendo la ciudad que retiene el contexto artístico", dice. La invito a que amplíe foco analizando brevemente la situación artística del país. "Es tímida. Creo que nos falta generar los mecanismos adecuados para que haya una mayor proyección internacional de las nuevas generaciones de artistas", añade.



-¿Y cómo se enfrenta a la idea de elitismo tan ligadas al arte actual? ¿Tiene un plan para eso?

-Es complejo. Todo pasa por generar las herramientas adecuadas e incidir en la educación, en un acercamiento desde el ámbito escolar. Desde nuestra área de mediación llevamos trabajando dos años en ese acercamiento a la comunidad asociativa y a la escolar.



@bea_espejo