La app Giovanna muestra imágenes en alta resolución y fichas interactivas sobre la obra maestra de Domenico Ghirlandaio.
Los museos saben que el entorno digital es imprescindible para ampliar y reforzar su relación con el público. El Museo Thyssen de Madrid se sitúa en España a la cabeza en este ámbito, con un ambicioso programa de apps gratuitas para dispositivos móviles.
La pinacoteca madrileña ha apostado fuerte por su dimensión digital, con un ambicioso plan de desarrollo de apps gratuitas llamado ConectaThyssen, iniciado en 2013 con el patrocinio de la Fundación BBVA. El objetivo principal de este proyecto es hacer más accesibles las colecciones y las exposiciones temporales, así como las actividades que se desarrollan alrededor de estas, especialmente las educativas, tanto para quienes visitan el museo como para quienes solo lo conocen de manera virtual.
El museo ha lanzado hasta la fecha ocho aplicaciones, casi todas optimizadas para tabletas porque el tamaño de su pantalla es idóneo para la visualización de imágenes y contenidos audiovisuales. No obstante, la app más elemental, Museo Thyssen, también está disponible para teléfonos inteligentes. Similar a las aplicaciones oficiales de otras instituciones culturales, se trata de una adaptación de la web del museo que permite acceder a la información básica y planificar la visita presencial, así como comprar entradas, consultar el calendario y acceder a la tienda online del Thyssen.
Pero la mejor carta de presentación del museo en el plano virtual es Obras escogidas, un extraordinario catálogo interactivo con imágenes en alta definición de 143 obras maestras de la colección del Thyssen realizadas por 131 artistas, desde los primitivos italianos del Duecento hasta Lucian Freud, pasando por Tiziano, El Greco, Rubens, Rembrandt, Goya, Renoir, Van Gogh, Gauguin, Picasso, Kandinsky, Hopper, Dalí y Bacon, entre otros muchos genios de la historia de la pintura. Obras escogidas, premiada por Amazon como una de las mejores aplicaciones en español de 2014, incluye además ocho cuadros en formato gigapixel, reproducciones con un nivel de detalle incluso superior al que permite la contemplación directa de las obras.
Una de estas imágenes de gran tamaño corresponde al Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni, pintado por Domenico Ghirlandaio en Florencia a finales del siglo XV. Este cuadro, que era el favorito del barón Thyssen, cuenta además con una app propia que ofrece una gran cantidad de información sobre el autor, la modelo y las técnicas empleadas en la realización de la obra. También incluye imágenes de rayos X, infrarrojos y ultravioleta que revelan las correcciones que realizó el artista antes de acometer la versión definitiva del cuadro.
Miradas cruzadas es otra app que profundiza en el contenido de la colección del Thyssen. Recrea una serie de exposiciones que el museo celebró para conmemorar el vigésimo aniversario de su apertura y pone en relación obras de artistas dispares como Durero y Kokoschka, Hopper y Amorosi o Lucian Freud con Watteau, unidos a través de los siglos por temas pictóricos comunes.
Herramientas educativas
Una labor fundamental del museo es "contribuir a la educación artística, a la que cada vez se dedican menos espacios en la educación formal", afirma Ana Moreno, jefa del Área de Educación del Thyssen. En este cometido, las aplicaciones se han convertido en una herramienta muy eficaz.Una de las apps destinadas al público infantil y juvenil es Crononautas. Se trata de un juego que permite personalizar el recorrido por el museo a través de una historia de ciencia ficción y el uso de la realidad aumentada, esto es, la combinación de elementos virtuales con elementos reales captados a través de la cámara del dispositivo. El usuario de esta app debe encontrar, durante su visita al museo, una serie de "tesoros ocultos" en las obras de la colección.
Otra app de iniciación al mundo del arte y de los museos es Experiment Now!, que invita a jugar con diferentes conceptos artísticos y potencia la creatividad a través de retos. "Estos recursos facilitan el aprendizaje de contenidos artísticos a través del medio tecnológico, con el que los niños están ampliamente familiarizados. Además, podemos llegar más allá de los muros del museo para que niños, adolescentes y adultos de Latinoamérica, por ejemplo, nos conozcan y aprendan a partir de nuestras obras", explica Moreno.
Captura de pantalla de la aplicación Viaje al Oeste.
Con ocasión de la nueva exposición temporal del Thyssen, La ilusión del Lejano Oeste, el museo ha lanzado una aventura gráfica para el público infantil que invita a seguir los pasos de los artistas que mostraron el Oeste norteamericano y ayudaron a crear el mito del Far West en nuestra cultura, como George Catlin, Henry Lewis y Karl Bodmer, cuyas obras están presentes en la exposición. Gracias a diferentes relatos, mapas de contexto, comentarios histórico-artísticos y minijuegos, esta app permite profundizar en la vida y la obra de estos artistas y en la cultura de las tribus nativas americanas. También está en camino una aplicación parecida a Obras escogidas destinada a los más pequeños, llamada Cuadros vivos, que verá la luz en 2016.Publicaciones digitales
La aplicación Quiosco Thyssen es la librería virtual donde el museo ofrece todas sus publicaciones digitales enriquecidas con contenidos multimedia. En sus anaqueles encontramos "revistas inteligentes" de sus últimas quince exposiciones temporales -doce de ellas también en inglés- y de la restauración del Hércules en la Corte de Onfalia, de Hans Cranach, con textos explicativos, vídeos, fichas de obras y visitas virtuales. No obstante, el lugar más destacado del quiosco lo ocupan las publicaciones de EducaThyssen, el programa pedagógico del museo. En esta sección encontramos informes sobre metodologías educativas en el ámbito del museo y memorias de congresos y otras actividades.La creación y estructuración de los contenidos de las aplicaciones son realizadas por personal de las distintas áreas del museo: conservación, educación, restauración, tecnología y publicaciones; y para trasladar esos contenidos a las aplicaciones, se encarga la parte técnica a desarrolladores externos. "Todas las fases son muy laboriosas y complejas", reconoce Goicoechea. "Es un campo en el que la tecnología cambia casi a diario, pero estamos aprendiendo a medida que vamos creando nuevas apps y la mecánica de trabajo interdisciplinar está funcionando muy bien".