Champagne Life de Julia Watchtel. (c)Julia Wachtel, 2014

Ya son 30 años desde que abrió sus puertas la galería Saatchi de Londres. Su fundador y coleccionista Charles Saatchi se ha hecho cargo de ella y ha patrocinado a los Young British Artists (YBAs). Entre los artistas a los que ha catapultado a las primeras filas se encuentran Tracey Emin, Cecily Brown, Paula Rego y Damien Hirst. El que fue, hasta 1995, propietario junto a su hermano de la agencia de publicidad Saatchi&Saatchi, celebra el aniversario con Champagne Life, la primera exposición conformada íntegramente por artistas femeninas de primera categoría. Piezas de 14 mujeres, pero no por ello feministas, y emergentes colgarán en Sloane Square hasta el próximo 6 de marzo.



Todas las obras de la exposición están escogidas de la colección particular de Saatchi que opina que "los artistas necesitan muchos coleccionistas, todo tipo de coleccionistas que compren su arte". El título de una de las piezas de la muestra, la de Julia Watchtel, que surge con la intención de traer al frente la importante labor de las mujeres artistas en un intento de promover la igualdad en la disciplina. Así, Champagne Life refleja el significado de ser una artista en el mundo actual.



A la izquierda Bound, de 2011 y a la derecha 181 kilometers, 2015 de Alice Anderson

Además, el propio concepto de champán transmite la idea de vida de alto nivel, riqueza y prestigio. Un título con el que se celebra su cumpleaños y se convierte en un atractivo para el público. Pero aún más. También la cultura hip hop se apropia de ello como un indicador de éxito durante transición de la vida en el gueto con una economía deprimida a la vida de alto nivel. Pero en esta ocasión, con la ayuda de las obras, el mensaje que se transmite es irónico y contrasta la realidad de muchos artistas: se contrapone la preconcebida idea del glamour del mundo del arte a las largas horas en soledad de los artistas en sus estudios durante el periodo de creación artística.



Esta muestra no pretende ofrecer una mirada al panorama de la práctica femenina sino mostrar el prisma que se aplica en el mundo del arte y en la vida en general. Por ello, Champagne Life, a través de obras de Ahuja, Alice Anderson, Marie Angeletti, Jelena Bulajic, Julia Dault, Mia Feuer, Sigrid Holmwood, Virgile Ittah, Seung Ah Paik, Maha Malluh, Suzanne McClelland, Stephanie Quayle, Soheila Sokhanvari y Julia Wachtel, se convierte en una ocasión tanto de celebración como de ventana para las artistas.



Phil 'The Gift' and Jay 'Cuts' (Ideal Proportions), de 2013 de Suzanne McClelland

Una de las artistas presentes en la muestra es la británica Alice Anderson y su fascinación por el alambre de cobre. Es conocida por el aspecto momificado de sus esculturas con las que crea objetos surrealistas que tanto podrían ser reliquias antiguas como creaciones actuales. Pero no es la única, las pinturas abstractas pero llenas de detalles de Phoebe Unwin aportan una nebulosa que funciona como memoria.



La intención última de su fundador es ofrecer un lugar expositivo para artistas emergentes. El impulso del coleccionista ha llevado a Jenny Saville, Cindy Sherman, Rebecca Warren y Rachel Whiteread a la liga superior del mundo del arte. Y así, se celebra la contribución de las artistas internacionales en el desarrollo de la práctica artística actual. "Los coleccionistas de arte son bastante insignificantes en el esquema de las cosas. Lo que importa y sobrevive es el arte. Compro el arte que me gusta y lo hago para mostrarlo en exposiciones. Luego, si siento que me gusta, lo vendo y compro más", ha dicho alguna vez el coleccionista.



@scamarzana