195 Piccadilly del estudio Novak explora los géneros del cine y la televisión usando imágenes de archivo de los BAFTA. Será proyectado en Picadilly con la música de Ed Carter

Hay veces que la luz nos ciega, otras nos atrapa. Los colores llaman nuestra atención y los edificios de las ciudades nos crean emociones. Si se juntan las dos cosas; arquitectura y luz, los efectos que se crean pueden ser mágicos. Esto es lo que busca el colectivo artístico Artichoke Trust que, transformando la escena urbana de la ciudad norteña de Durham desde 2009, asientan bases en la capital inglesa con Lumiere London. Un festival que surge bajo una de las premisas más importantes del equipo; re-pensar las ciudades a través de obras realizadas con luz y sacar el arte a la calle. Así, desde el jueves y hasta el próximo domingo, los lugares más emblemáticos de la ciudad se llenarán de colores y cambiarán la vida de la ciudad.



Londres, la eterna ciudad de la cultura, ofrece una agenda artística que, junto a sus edificios emblemáticos, llama a agudizar los sentidos. Lumiere London se vuelve así una iniciativa para que incluso los lugareños recapaciten sobre el lugar en el que viven. "El festival está comisariado por el alcalde de la ciudad y se convierte en una estrategia cultural", apunta Helen Marriage, directora del colectivo. Pero también, cabe citar, que llega en el mes más parado del año tras la Navidad y el año nuevo.



Garden of Light, obra de Tilt expuesta en Lumiere Durham en 2015 que se verá en Londres en Leicester Square

"Para Artichoke Trust es magia. Creo que la gente busca magia en su vida, experimentar algo que se quede con ellos para siempre. Hay algo que resulta especial en ver transformados los lugares de siempre". Ese pequeño cambio en la rutina diaria hace mirar las cosas con nuevos ojos y re imaginar el mundo. La escala y el tamaño de los trabajos, de artistas tanto británicos como internacionales, y la gente a la que creen que atraerá con la peatonalización de la ciudad, alimentará el sentimiento de que algo diferente e inusual está ocurriendo en las calles de la ciudad.



Además, "la luz tiene algo de primaveral", apunta Marriage, segura de que la gente responde de manera especial frente a ella. "En mitad del invierno, cuando la noche cae tan pronto, resulta maravilloso y edificante". Al fin y al cabo las posibilidades son infinitas cuando el medio en sí mismo tiene diferentes formas.



Aquarium, obra de Benedetto Bufalino y Benoit Deseille que se verá en Grosvenor Square

Y, sobre todo, si sobre esas formas urbanas de la ciudad se genera arte fuera de las paredes de las galerías y museos. Para el colectivo resulta esencial que el público deje de sentirse intimidado por las galerías. Por eso, su misión, desde el principio, ha sido "hacer accesible el buen arte para todos y devolver a la sociedad lo jocoso de experimentar, sin el sentimiento incómodo que en ocasiones produce el arte, sin darse cuenta de que están frente a una pieza artística", explica la directora que el pasado año fue galardonada con la medalla MBE británica por su aportación.



De esta manera, destaca la galardonda que en una ciudad dominada por la rutina y los espacios públicos tomados por el tráfico y las compras como si fueran la única cosa que importara, la gente necesita un espacio para jugar. Aunque, puede que ese interés de la sociedad por las cosas más banales como salir de compras o ver la televisión hace que el arte quede, para muchos, en segundo plano. Incluso en ninguno. A esto Helen Marriage responde que "si la gente está interesada más en la tele que en el arte, hay algo que estamos haciendo mal". Y ellos cuentan con un proyecto sólido desde el que quieren llegar a un público más amplio y heterogéneo. Por eso llevan el arte a la calle y por esa misma razón todos sus eventos son gratuitos aunque, asegura, que esa es la parte más difícil de su trabajo.



@scamarzana