Pregnant Girl de Lucian Freud
Bernadine Coverly, la amante de Lucian Freud, tenía 17 años y estaba cuando la retrató. Ese lienzo, Pregnant Girl, pintado en 1960-1961 se subastó en la noche del miércoles en Sotheby's Londres y, como casi siempre que se trata de artistas como él, la puja se cerró con una cuantiosa cifra: 20,45 millones de euros frente a los 9 millones que se estimaban. Seis fueron los que compitieron por este íntimo óleo en el que Bella aparece dormida y embarazada de su hija Bella.Coverly tenía 16 años cuando conoció a un Freud de 37 en el concurrido Soho londinense de 1959. De esa relación resultaron dos hijas; Bella, una renombrada diseñadora de moda y Esther, una aclamada novelista. En Pregnant Girl Freud recoge la ternura que sentía por su amante en un momento significativo de sus vidas. Además, los expertos califican como un punto de inflexión en su trayectoria artística. "Debió de ser un momento feliz en su vida, ella estaba embarazada del hombre que amaba y él quería que estuviera ahí y pintarla", dice Bella Freud. "Creo profundamente que él fue el amor de su vida". Aquí, el artista plasmó a su amante durmiendo a principios de la década de 1960 en un trabajo que los expertos califican como un punto de inflexión en su trayectoria artística.
Pero el romanticisimo de esta relación no fue el único protagonista de la noche sino que en la misma sesión, Sacco e Rosso del italiano Alberto Burri se vendió por 11,6 millones de euros. Cuando en 1946, tras volver del campo de guerra, se encuentra Italia en ruinas, el artista sintió que no podía volver a su carrera de doctor. Se convirtió al arte para expresar su reacción ante la devastación que había visto y comenzó su serie Sacchi, identificable por el uso de la arpillera, material ubicuo durante la guerra y cargado de significado para los que vivieron aquellos turbulentos años.
Este ejemplo de 1959 se trata de una de las últimas que hizo de esta serie y una de las más grandes de los quince Sacco e Rosso que produjo. Otra de estas piezas, preciadas tanto por su escasez como por su belleza, se encuentra en la colección permanente de la Tate Modern. La última vez que apareció uno de estos en subasta en el año 2007 la obra batió el récrod al venderse por 1,9 millones de euros y ahora está llamado a batir uno nuevo. Para continuar con el boyante mercado del arte italiano, la venta de la pieza, creen desde la casa de subastas, será un espejo para conseguir los resultados ya obtenidos por sus compañeros Lucio Fontana y Piero Manzoni.
En cambio, otra de las obras que se pensaba iba a causar fervor entre los asistentes a la subasta del miércoles en Londres, Abstrakte Bilder que Gehrard Ritcher creó en 1990, se etiró al poco de ser puesta en marcha la puja. Y también quedó sin comprador la imagen de una silla eléctrica de Andy Warhol, Little Electric Chair, que estimaban venderla por unos 4 o 5 millones de euros. Sin embargo, la que sí consiguieron colocar en manos de un coleccionistas Large Campbell's Soup Can por 6,75 millones y Untitled (Head of a Mad Man) de Basquiat por 7,9 millones.