Vista de la sala central de la exposición de El Bosco en el Museo del Prado
Tras haber recorrido toda Europa en busca de las mejores exposiciones abiertas este verano, comienzan nuestras habituales rutas con arte por el territorio nacional. Cuatro mapas que nos recuerdan que agosto es más que sol y playa y que nuestros museos no cierran por vacaciones. Comenzamos por Madrid y el centro de la Península donde El Bosco le ha robado protagonismo artístico al propio Cervantes.
Patrocinada por el BBVA, la exposición de
El Bosco en el Museo del Prado ha sido sin duda el evento artístico de la temporada. Inaugurada el 31 de mayo, la muestra que
prometía ser única no ha defraudado a un público entregado que, como siempre ocurre con este tipo de exposiciones, aguarda pacientemente la cola que permite acceder a la sala del edificio de Jerónimos (
más de 275.000 visitantes a día de hoy). Las fotos de decenas de cabezas asomándose, casi pegadas unas con otras, a
El jardín de las delicias han sido habituales en las redes estos meses. El Museo del Prado, que desde el 1 de agosto ha ampliado el horario de visita hasta las 10 de la noche (las 9, domingos y festivos), cerrará definitivamente las puertas de
El Bosco. La exposición del V centenario el próximo 11 de septiembre. Será entonces cuando
El jardín regrese a su lugar habitual en la sala 56A del edificio Villanueva.
Aunque bien pueda parecer por el ruido mediático, El Bosco no está solo en el Prado que este verano ofrece también la posibilidad de visitar una curiosa exposición.
Copiado por el sol reúne los talbotipos (es decir, las fotografías antiguas hechas mediante la técnica inventada por William Fox Talbot) realizados por Nicolaas Henneman para
Annals of the Artists of Spain,
el primer libro de la historia del arte español desarrollada cronológicamente y el primero en el mundo que incluyó pruebas fotográficas. Fue publicado por el coleccionista e hispanista inglés William Stirling Maxwell y gracias a él, el arte español alcanzaba carta de naturaleza fuera de nuestras fronteras con reproducciones de obras de artistas españoles de los siglos XVI y XVII, además de Goya.
Sin dejar del todo atrás las alucinógenas pinturas de El Bosco seguimos el paseo capitalino hacia el Museo Lázaro Galdiano donde el artista
José Manuel Ballester centra también su exposición
Paisajes encontrados en el maestro holandés. Permitiéndose la original licencia del vaciado de los cuadros a los que despoja de toda humanidad,
Ballester muestra los fondos despoblados de El Bosco, El Greco y Goya. Así, un original jardín deshabitado, una larga cruz sin penitente o un aquelarre sin brujas dibujan otra historia del arte a la que el artista quiere enfrentarnos y mostrar así nuevos significados. Los artilugios bosquianos de otro holandés, Sjon Brands, completan esta aproximación de Galdiano al Bosco en su V centenario.
Nada menos que doce telas de Caravaggio pueden verse en el Thyssen
De vuelta a la milla de oro del arte madrileño, en el Museo Thyssen,
Caravaggio y los pintores del norte muestra con nada menos que una docena de telas del pintor italiano su influjo en el círculo de pintores del norte de Europa que, fascinados por su obra, difundieron su técnica y estilo en Holanda -Dirk van Baburen, Gerrit van Honthorst o Hendrick Ter Brugghen-, Flandes -Nicolas Régnier o Louis Finson- y Francia -Simon Vouet, Claude Vignon o Valentin de Boulogne. "Una oportunidad única para entender la rápida evolución de aquel joven milanés",
escribió Rocío de la Villa en su crítica de la exposición.
Pero Caravaggio no está solo en el Thyssen: es también visita imprescindible la muestra del Palacio Real
De Caravaggio a Bernini. Obras maestras del Seicento italiano en las Colecciones Reales, una exposición que, con el patrocinio de la Fundación Banco Santander, recorre el arte de las escuelas italianas del siglo XVII y su influencia. Tan importante como la muestra ha sido en esta ocasión la
catalogación, identificación y atribución 72 obras de maestros como el propio Caravaggio -
Salomé con la cabeza de San Juan Bautista (1609)-, Le Brun, Bernini, Valázquez, Ribera y Romanelli que dialogan en las salas palaciegas hasta el 16 de octubre.
Tercer vértice del triángulo del arte y visita obligada: el Museo Reina Sofía ofrece durante el verano la posibilidad de disfrutar de una magnífica exposición de tesis.
Es gigantesca y casi apabullante, con cerca de mil obras de unos 200 creadores: unas 100 pinturas, 20 esculturas, 200 fotografías y otros tantos dibujos, lo mismo en material de archivo y revistas, con 26 filmes, bocetos teatrales, maquetas arquitectónicas...
Campo cerrado, comisariada por Dolores Jiménez-Blanco, muestra hasta el 26 de septiembre, el mapa artístico y el relato creativo (en todos sus frentes) de
la posguerra española (1939-1953). Dos plantas más abajo, también en Sabatini, puede verse la obra del cubano
Wifredo Lam, una exposición coproducida con la Tate de Londres y el Pompidou de París. Ojo, solo hasta el 15 de agosto.
Vista de la exposición de Rémy Zaugg en el Palacio de Velázquez
En los dos palacetes del Parque del Retiro (dependientes del Reina Sofía y de entrada gratuita) permanecen abiertas las exposiciones de
Rémy Zaugg en el Palacio Velázquez y Damián Ortega (Ciudad de México, 1967) en el de Cristal. De este último puede verse, ya desde el parque, un hinchable gigantesco que representa
el hundimiento del Titanic y, en el centro de la estancia,
Torre Latinoamericana, un famoso rascacielos de la ciudad de México que invertido se torna en péndulo. Piezas que resultan una reflexión en torno a procesos de auge y caída en la historia de la arquitectura y la ingeniería. Del suizo Rémy Zaugg (Courgenay, 1943 - Basilea, 2005)
el comisario Javier Hontoria ha reunido en el Palacio de Velázquez un centenar de obras en las que el artista explora el lenguaje y la percepción para activar al espectador. La exposición, que lleva por título
Cuestiones de percepción y que también hace hincapié en la relación de Zaugg con la arquitectura, permanecerá abierta hasta el 28 de agosto.
Adiós al rombo muestra en La Casa Encendida las piezas que
Teresa Lanceta (Barcelona 1951) ha realizado en los últimos años sobre las tradiciones textiles del Medio Atlas, tapices, pinturas, dibujos, un texto y una serie de vídeos realizada a partir de entrevistas con mujeres de la región o familiares emigrantes en España. La artista, una 'clásica desconocida' que merece la pena conocer, vuelve a Madrid de la mano de la comisaria Nuria Enguita. En las tres salas restantes de LCE,
Inéditos, el programa de jóvenes comisarios, que es ya un referente a nivel nacional, muestra las tres propuestas ganadoras de la edición de este año: las de Alberto Berzosa, Carolina Jiménez e Irina Mutt. Ambas, hasta el 18 de septiembre.
CaixaForum Madrid es otra de las paradas obligadas de nuestra primera ruta veraniega.
Impresionistas y modernos, con obras de la Duncan Phillips Collection, acerca a Madrid obras de esta importante colección con motivo de su 95 aniversario. 60 pinturas a cargo de 44 artistas esenciales de los dos últimos siglos: Picasso, Manet, Monet, Degas, VanGogh, Cézanne, Courbet, Matisse, Modigliani, Braque, Pollock, O'Keeffe y Rothko. Ordenada cronológicamente, la muestra, abierta hasta el 23 de octubre, recorre la Historia del Arte desde
Vista del lago de Nemi (1811), de Antoine-Félix Boisselier, hasta
La lección (1975) de Philip Guston.
Muy cerquita, la Fundación Mapfre nos ha sorprendido esta primavera con la retrospectiva de
Hiroshi Sugimoto. 41 instantáneas que recorren 40 años de trayectoria del fotógrafo japonés convirtieron la exposición
Black Box (abierta hasta el 25 de septiembre) en gran protagonista del festival
PHotoEspaña.
Y en el Espacio de la Fundación Telefónica,
otra de las sensaciones de la temporada abierta hasta el 11 de septiembre ha sido la muestra de Joaquín Torres-García. Comisariada por
Luis Pérez-Oramas, la completísima exposición proveniente del MoMa de Nueva York reivindica la figura del uruguayo, uno de los artífices de la posmodernidad artística.
Que los libros pop-up no son nuevos es lo que se ha propuesto demostrar la Biblioteca Nacional organizando una exposición sobre los libros móviles antiguos. Curiosos ejemplares que datan de hasta el siglo XV y que tratan temas como astrología, adivinación, medicina, arquitectura, astronomía y navegación. Breve paréntesis para hablar de la que sin duda ha sido la muestra central de la BNE:
Camilo José Cela 1916-2016. El centenario de un nobel.
Más de 600 piezas, entre libros, pinturas, manuscritos y otros objetos que ilustran bien la figura del novelista, articulista, poeta, lexicógrafo, viajero, coleccionista... en el año de
su centenario. Y junto a la de Cela, la historia de Ceán Bermúdez, historiador de arte y prototipo del erudito ilustrado, de quien se muestra su colección de estampas y valiosos manuscritos. Como "nuestro padre" lo calificó Elena Vozmediano
en su crítica.
Catoptrum microcosmicum (Johann Remmelin) en la Biblioteca Nacional
Otra historia fascinante. La de la fotógrafa-niñera estadounidense
Vivian Maier (1926-2009). Y es que John Maloof, su descubridor, sigue investigando y revelando todo el archivo que legó la reportera de calle secreta, la niñera de profesión y fotógrafa por vocación.
La Fundación Canal trae ahora parte de este enorme legado a Madrid. Y en el Instituto Italiano, otro fotógrafo,
Gabriele Basilico (Milán 1944-2013) y sus clásicas
vedutas contemporáneas pueden verse en la sede de la calle mayor hasta el 6 de septiembre.
Ya saliendo de Madrid (a sabiendas de que dejamos sin ver algunas muestras interesantes, como Fernando Bellver en Tabacalera, Ulises Carrión en el Reina o Marina Vargas en el Museo ABC), hacia el Norte, nos desviamos momentáneamente de nuestra ruta para ver montada en la Sala Santander de la Cuidad del Banco Santander de Boadilla del Monte lo más destacado de
la Colección de la entidad, una de las más importantes de España (tiene más de mil piezas), con obras del Greco, Zurbarán, Sorolla, Picasso, Miró… La muestra saca a la luz cuadros no expuestos antes al público como
Niños buscando mariscos de Sorolla,
La cena sobre el mar de Barceló o
Bodegón del enfriador (1610-1620) de Frans Snyders. Hay visitas guiadas los lunes, martes y miércoles. Y hacia el sur, el CA2M de Móstoles pone patas arriba su colección (y
la de la Fundación ARCO) para rastrear, en
Colección XIII. Hacia un nuevo museo de arte contemporáneo los montajes clásicos y averiguar cómo funcionarían hoy. Con Sergio Rubira como comisario.
Proyectos específicos en Castilla y León
Ràfols-Casamada y Esteban Vicente son la pareja protagonista del Museo Esteban Vicente de Segovia este verano. Ambos recorren el
Camino del color para demostrar sus semejanzas formales pero también de fondo, de lenguaje, de espíritu. En la exposición, comisariada por José María Parreño, diez obras del catalán dialogan a otras tantas del artista de Turégano para que el espectador compare por sí mismo. Hasta el 16 de octubre.
En Valladolid, la instalación del brasileño
Marlon de Azambuja creada específicamente para la Capilla del Patio Herreriano
nos acerca la fuerte Herencia del país tapioca. Una exposición de la colección celebra los 14 años de la inauguración del Museo. Mientras que
Cambio de luces. Ilustración española en los años 70, comisariada por Felipe Hernández Cava, ha reunido a un grupo de artistas españoles que devolvieron la modernidad a la ilustración. Cinco mujeres y seis hombres que revolucionaron con lápiz,
gouache y acuarela el dibujo español. Manuel Boix, Miguel Calatayud y Carme Solé Vendrell figuran entre esos nombres.
Herencia, de Marlon de Azambuja
Seguimos en la ciudad porque con motivo del centenario de Giner de los Ríos en el Museo de la Pasión se ha inaugurado
El maestro de la España moderna. Se trata de un recorrido por la biografía de Giner y de su proyecto renovador, que se desarrolló por medio de plataformas como el Museo Pedagógico Nacional (1882), el Instituto de Reformas Sociales (1883) o la Junta para Ampliación de Estudios (1907) y sus centros, entre ellos la Residencia de Estudiantes. Y en el Museo Nacional de Escultura,
Últimos fuegos góticos. Escultura alemana del Bode Museum de Berlín, pone de manifiesto la importancia de la escultura alemana en tiempos de Durero (en torno a 1500).
El artista
Eugenio Ampudia (Melgar, Valladolid, 1958) llega al CAB de Burgos con una instalación que propone una reflexión sobre los mecanismos productivos de la cultura y el papel del espectador.
Su proyecto en vídeo Desbandada, ha sido creado en exclusiva para el centro e indaga sobre la vacuidad, sobre la imposibilidad de aprehender el conocimiento en un tiempo dominado por el vértigo y el ruido. El vallisoletano comparte las salas del centro hasta el 18 de septiembre con el burgalés Ausín Sáinz (1969) y con la colectiva
Sentidos y sensibilidad.
Y el director
Manuel Olveira comisaría la retrospectiva de Bené Bergado (Salamanca, 1965) en el MUSAC de León. Bajo el título
Persona, tomado, sí, de la película de Bergman, hace referencia tanto al yo individual como a la máscara con la que ese yo se presenta en sociedad. Instalaciones y esculturas que ayudan a comprender las interacciones, dependencias y presiones de lo humano en sus dimensiones afectivas, psicológicas, biológicas, ecológicas, sociales, culturales y ambientales. Pamen Pereira, en la sala 2, es otra de las exposiciones individuales que no hay que perderse si pasamos por León. Así como la unión de las colecciones del MUSAC y del DA2 de Salamanca que puede verse hasta septiembre en la sala 1.
Fosa (2016), de Bené Bergado en el MUSAC
Y hacia allí precisamente nos encaminamos, porque también en el DA2 se dan la mano dos colecciones, esta vez con la fotografía como base.
Bajo el comisariado de Alicia Ventura, una selección de trabajos de la Colección de Fotografía de Alcobendas y la Colección DKV en torno a la creación del paisaje contemporáneo se muestra en los espacios de la antigua cárcel provincial de Salamanca hasta el 25 de septiembre. En ella autores ya clásicos de la fotografía española contemporánea, como Luis Vioque, Carlos Cánovas, Bleda y Rosa, Manuel Laguillo y Juan de Sande, junto a fotógrafos de una generación posterior: José Guerrero, Gerardo Custance, Jorge Yeregui o Eduardo Nave, entre otros.
Ai Weiwei encarcelado en Cuenca
Cuenca, a la espera de la inauguración oficial este otoño de la ampliación del Museo de Arte Abstracto, se ha convertido en la capital manchega del arte contemporáneo. Gracias en buena parte a los esfuerzos de la Fundación Juan March (responsable del museo y de su rehabilitación), que hoy muestra en la ciudad de las casas colgantes la exposición que ya pasó con éxito por su sede de Palma de Mallorca y que en octubre llegará a Madrid:
Arte sonoro en España, 1961-2015, una iniciativa de José Iges y José Luis Maire que rastrea el uso del sonido desde las prácticas artísticas.
Pero la sensación de los últimos días han sido sin duda las imágenes del artista y disidente chino
Ai Weiwei en la Catedral de Cuenca. Una muestra que lo ha emparentado con los informalistas españoles por su modo de luchar por la libertad, temática esta de la exposición que ofrece la posibilidad, a través de realistas dioramas, de
'visitar' la celda donde Weiwei estuvo preso. Las obras de los españoles Francisco Farreras, Rafael Canogar, Martín Chirino, Luis Feito y Juan Barte completan el conjunto que permanecerá abierto al público hasta el 6 de noviembre.
@PaulaAchiaga