Fotograma de Tiempo vertical, de Lois Patiño

Multiverso. Este es el sugerente título de la exposición final de la convocatoria de Ayudas a Creadores en Videoarte organizada por la Fundación BBVA. En el Palacio del Marqués de Salamanca se muestran, hasta el 20 de noviembre, las últimas creaciones que diez artistas han realizado en el soporte vídeo.

En el videoarte, como en cualquier otra disciplina, caben variedad de formatos y géneros. Desde la videoinstalación, a una road movie pasando por el documental o el alegato. Los artistas utilizan las herramientas que tienen a su alcance para expresarse y, con los nuevos medios de comunicación y difusión, consiguen acceder a un público cada vez más amplio. Fomentar la experimentación era el fin de las Ayudas a Creadores en Videoarte que la Fundación BBVA convocó en 2014. Con el tiempo y el presupuesto proporcionado los diez artistas seleccionados exponen sus nuevas creaciones en el Palacio del Marqués de Salamanca (sede de la Fundación en Madrid) hasta el próximo 20 de noviembre.



Tiempo han tenido y tiempo requieren las piezas expuestas en una muestra a la que se le ha dado el título de Multiverso. El nombre hace alusión a dos cosas, ya que "hay un perfil muy heterogéneo tanto de artista como de obra", explica Laura Baigorri, coordinadora de la misma (matiza que no es comisaria de la muestra "ya que no existe ni una línea temática ni un hilo conceptual"). Y, claro, es también una alusión a la multiplicidad de universos que se pueden crear con el videoarte. Entre los 10 artistas que exponen hay "quienes se dedicaban exclusivamente a lo audiovisual, otros son del territorio plástico y algunos lo hibridan con otros formatos", señala. Los artistas han producido cuatro ensayos, un road movie/land art, un documental, una serie videográfica -que reúne videocreación, entrevistas, videoclip y performances-, una videoperformance, una videoinstalación y un alegato".



Fotograma de La part maudite, de David Ferrando Giraut

Dentro del género ensayístico los cuatro proyectos que se muestran son muy diversos. Uno de ellos, Manual de instrucciones para interpretar falsas novelas, de Marla Jacarilla (Alcoy, 1980) reinterpreta desde la ficción textos de Ramón Gómez de la Serna y sirve de "excusa para reflexionar sobre la impostura en el arte, sobre el papel de los museos, los conceptos de copia o apropiación, de plagio o reinterpretación". David Ferrando Giraut (Negreira, 1978), que firma otro de los ensayos de Multiverso, presenta La part maudite, título tomado de la obra homónima de George Bataille. Es una animación digital que se encuentra a medio camino entre "el ensayo, la antropología y la animación psicodélica". Una pieza muy compleja en la que, en sus 35 minutos de duración, "analiza el papel y los usos de la imagen a lo largo de la historia".



La nota política la pone Regina de Miguel (Málaga, 1977) con Una historia nunca contada desde abajo. Su proyecto "tomo como punto de partida "el proyecto Cybersyn o Synco, dirigido por el visionario Stafford Beer entre 1971 y 1973 en Chile". El proyecto finalizó en el momento en el que Pinochet dio su golpe de estado. A lo largo de 115 minutos De Miguel "plantea una narración fílmica que está entre el documental histórico, la ciencia ficción y el retrato psicológico en el que subyace el tono político". De modo que el ensayo filmado trata de hacer reflexionar acerca de qué se esconde tras los usos generalizados de las tecnologías. El último de los ensayos de la muestra es New Madrid de Natalia Marín (Zaragoza, 1982), pieza en la que la artista utiliza ocho poblaciones norteamericanas "cuyo nombre es Madrid para reflexionar sobre los problemas endémicos de lo que ella considera una concepción utópica de la ciudad", señala la coordinadora de la muestra. Algunos de esos ocho lugares han desaparecido, otros han sufrido crisis y en los diez minutos que dura la pieza intenta demostrar que toda repetición está condenada al fracaso.



Manual de instrucciones para interpretar falsas novelas es el título de la pieza que ha realizado Marla Jacarilla

También de carácter geográfico y, sobre todo, de nuestro desconocimiento hacia el país retratado, es el proyecto de Sally Gutiérrez (Madrid, 1965). Ta acorda ba tu el Filipinas? rastrea la durabilidad del lenguaje, sus huellas, los fantasmas de la globalización en el pasado y el presente. El título, en tagalo, hace referencia a ello y la artista pregunta en España a varias personas acerca de Filipinas. La conclusión que se extrae del documental es que muchos jóvenes ni tan siquiera saben situarlo en el mapa dejando patente el desconocimiento que tenemos sobre un país que fue colonizado por España. En otro continente, en América Latina esta vez, ha estado Daniel Silvo (Cádiz, 1982) registrando el abandono de cuatro obras de arte en la valla de la frontera, en el punto estratégico de los migrantes mexicanos. Llamados los espaldas mojadas la gente les deja comida y ropa pero él esconde cuatro piezas. Presenta Dust/Polvo a modo de tríptico "con tres pantallas en las que el sonido viene de una de ellas cada vez donde recoge su trayecto" y cómo esconde las obras de los artistas Rafael Lozano-Hemmer, Felipe Ehrenberg, Sarah Minter y Alejandro Almanza.



Más cerca de España, en Marruecos, Lois Patiño (Vigo, 1983) ha grabado para Tiempo vertical diversos amaneceres en el desierto. En su documental habla del poder transformador de un espacio árido con una sensibilidad extrema. "El sonido de la obra, más allá del sutil viento del propio desierto, muestra el adhan, el cántico del alba". En un principio se ven las dunas a oscuras y a medida que va amaneciendo y el cántico se va haciendo palpable aparece una figura con chilaba que estaba ahí. "El vídeo no está proyectado en la pared sino que Patiño va superponiendo papeles con hilitos", explica Baigorri. Otra de las preocupaciones actuales es la cuestión de la inmigración y la migración. Andrés Serna (Madrid, 1968) ha entrevistado a once personalidades de la cultura española que viven fuera de nuestras fronteras. Ojalá estuvieras aquí (el éxodo de la cultura española), una pieza activista que "piensa las migraciones como un anhelo de utopías como una proyección de los sueños personales que no se han llegado a realizar", anota. Un videoclip, dos videocreaciones y las entrevistas componen su testimonio.



Fotograma de Ojalá estuvieras aquí, de Andrés Serna

También Juan del Junco (Jerez de la Frontera, 1972) y su activismo están presentes en la muestra. El mensaje es un manifiesto animalista a favor del medio ambiente en el que el artista se posiciona como traductor del mundo animal. En el vídeo tan solo se ve naturaleza y se escucha el piar de los pájaros. Él nos subtitula el contenido de la advertencia de la naturaleza. El último trabajo es una video-performance que ha realizado Juan Carlos Bracho (La Línea de la Concepción, 1970). Se trata de dos proyecciones sincronizadas y gemelas que bajo el título de Written on the Wind hablan sobre el paisaje en un lenguaje muy personal. Sobre un espejo en el que se reproducen imágenes a las que va "quitando alumbre hasta que el espejo refleja el paisaje de atrás, otra cosa que no le pertenece", anota Laura Baigorri.



Los artistas toman el pulso de la realidad y la sensibilidad actual a través de imágenes en movimiento reconocibles por todos. ¿Es, por tanto, la video-creación el lenguaje del futuro del arte? Laura Baigorri cree que "nunca una nueva disciplina o medio tecnológico ha anulado a los demás. El cine no ha anulado la fotografía, internet no ha anulado al cine". Hay una coexistencia de lenguajes, que siempre ha sido así, aunque sí que advierte un estallido de los límites de lo audiovisual y es que "hay piezas que se suben directamente a internet o están realizadas con el teléfono móvil y es tan legítima como la realizada con la última tecnología", afirma. Y esa es su gran virtud, haber contribuido "a anular el carácter único de las obras y conseguir una mayor difusión y alcance de público".



@scamarzana