La abuela de la performance, así se considera ella. Marina Abramovic (Belgrado, 1946) es una de las artistas pioneras y más reconocidas e influyentes del panorama artístico. Es conocida por la severidad y disciplina de sus trabajos en los que se ha autolesionado y autoflagelado en varias ocasiones en su búsqueda incesante de los límites de lo psíquico. En alguna ocasión ha quedado incluso inconsciente. Una de sus actuaciones más conocidas probablemente sea The Artist Is Present, una actuación que le llevó a permanecer 700 horas sentada en una silla del MoMA. Uno de los momentos más significativos de la performance fue cuando su ex pareja Ulay se sentó frente a ella después de 23 años separados. La artista, que ha publicado recientemente el libro Walk Through Walls, habla sobre sus lecturas favoritas.
Pregunta.- ¿Qué libros tiene en su mesilla de noche?
Respuesta.- Tesla: El genio al que le robaron la luz, de Margaret Cheney. Nikola Tesla tuvo una gran intuición sobre el futuro y sus ideas son ahora más relevantes que nunca. Es inspirador leer sobre su vida. Y The Secret Oral Teachings in Tibetan Buddhist Sects, de Alexandra David-Neel y Lama Yongden siempre está en mi mesilla. Vuelvo una y otra vez a él en diferentes etapas de mi vida.
P.- ¿Cuál es el último buen libro que ha leído?
R.- Sobre la creatividad, de David Bohm. Encontré en la lectura sobre el proceso creativo desde una perspectiva científica más similitudes de las que creía que encontraría.
P.- ¿Tiene algún autor favorito?
R.- Me gusta Haruki Murakami. Me divierte la mezcla del realismo con el misticismo surrealista japonés de su narrativa.
P.- ¿Quiénes son sus poetas favoritos? Y, ¿tiene algún poema favorito?
R.- Me gustan muchos poetas pero estas tres líneas simples de Arakida Moritake (1473-1549) siempre están conmigo como un recordatorio de la temporalidad de nuestra existencia:
An orphaned blossom
returning to its bough, somehow?
No, a solitary butterfly.
P.- ¿Qué es lo que más le conmueve de la literatura?
R.- Sé que estoy leyendo un libro poderoso cuando todo lo que me rodea desaparece y no puedo dejarlo hasta que lo termino. Un buen libro puede proporcionarte otro tipo de estado de consciencia y transportarte a diferentes tiempos y espacios. Siempre estoy en busca de que la experiencia que ofrece el libro domine la realidad de mi propia vida.
P.- ¿Cuál es el último libro que le hizo reír?
R.- Mis chistes, mi filosofía, del filósofo y crítico cultural Slavoj Zizek. Tengo un oscuro sentido del humor que proviene de los Balcanes, me encantan los chistes sucios. Mucha de la gente que está familiarizada con mi trabajo como performer esperan que tenga la misma severidad que tienen mis trabajos requieren y cuando me conocen se sorprenden al descubrir mi sentido del humor. Pero todos necesitamos reírnos, sobre todo de nosotros mismos. Como Zizek viene de mi antiguo país, su humor me habla.
P.- ¿Cómo le gusta leer, papel o electrónico? ¿Un libro o varios simultáneamente? ¿Por la mañana o por la noche?
R.- Prefiero leer por la noche. Cuando viajo hago la maleta lo más ligera posible y leo en mi Ipad. Pero en casa me gusta sentarme, pasar las páginas a mano y tener una relación física con el libro como objeto. Es más old-school.
P.- ¿Cómo organiza sus libros?
R.- Los organizo por temática. Y mis temáticas favoritas son antropología, historia, biografía, libros de artista, libros de chistes, espirituales, no-ficción, ciencia-ficción y diccionarios. Me gusta coleccionar todo tipo de diccionarios.
P.- ¿Qué libros sorprendería a la gente ver en sus estanterías?
R.- La caja En busca del tiempo perdido de Marcel Proust al lado de las obras reunidas de Karl Marx y Friedrich Engels.
P.- ¿Cuál es el mejor libro que le han regalado?
R.- El mejor libro que he recibido como regalo fue también el mejor regalo que jamás he recibido de mi madre. Cuando era pequeña me dio Letters: Summer 1926, sobre la correspondencia a tres entre Rainer Maria Rilke, Marina Tsvetayeva y Boris Pasternak. Tres mentes brillantes que nunca se conocieron, enamorándose los unos de los otros a través de su correspondencia. Ver este triángulo de amor desplegándose a través de sus cartas era muy emocionante para mí como chica joven. Más tarde conocí a Susan Sontag y me dijo que quería darme la nueva edición de un libro para el que había escrito el prólogo. Te puedes imaginar la sorpresa que me llevé cuando vi que era el mismo libro. Durante nuestra amistad siempre me daba libros pero este fue el más preciado, especialmente desde que ya no está con nosotros.
P.- ¿Qué escritores, novelistas, guionistas, críticos, periodistas, poetas, vivos admira más?
R.- El historiador y biógrafo Tom Reiss. Su escritura me cautiva y deseo leer su próximo libro.
P.- Al escribir Walk Through Walls, ¿hubo alguna memoria o escritor específico al que recurriera en busca de inspiración?
R.- Éramos unos niños de Patti Smith fue una gran inspiración para mí. Mientras lo leía sentía nostalgia sobre la simplicidad y la inocencia de la escena artística de los 70, la cual retrata muy bien.
P.- Si tuviera que recomendar un libro al Presidente, ¿cuál sería?
R.- Una autobiografía de Gandhi. Esperaría que el Presidente se inspirase para gobernar el país con una actitud no violento y aprendiera de la experiencia de su vida.
P.- Va a organizar una cena literaria. ¿A qué tres escritores, vivos o muerto, invitaría?
R.- A Kafka, Hemingway y Beckett. Sería o bien un éxito o un completo desastre, pero definitivamente una noche llena de acontecimientos.
P.- Si pudiera ser amiga de algún escritor, vivo o muerto, ¿de quién lo sería?
R.- Siempre he querido conocer a Paul Auster. También creo que podría aprender mucho sobre la conciencia con George Gurdjieff.