El Palacio de Aduanas, edificio rehabilitado para albergar el Museo de Málaga

El Palacio de Aduanas, rehabilitado para albergar el museo, expone las colecciones del antiguo Museo de Bellas Artes y del Arqueológico Provincial. En total más de 17.000 obras que no se veían desde hace casi 20 años.

Málaga sigue avanzando en el propósito de convertirse en la capital andaluza del arte. Al Museo Picasso, al Museo Carmen Thyssen y al CAC de la ciudad se unió en 2015 una sede del Centre Pompidou, con una colección de casi un centenar de obras que recorren los siglos XX y XXI. A esta oferta se une ahora el Museo de Málaga, que abre este lunes con más de 17.000 piezas en el Palacio de la Aduana, tras un proyecto que se ha prolongado durante más de 10 años. Ahora, con el proyecto museístico completado, la pinacoteca cuenta con una museografía adaptada a todos los públicos que incide en su colección de piezas arqueológicas.



El Museo de Málaga, unión entre el antiguo Museo Provincial de Bellas Artes y el Arqueológico Provincial, cuenta con una colección arqueológica adquirida, en su mayoría, en yacimientos malagueños, que se ha ido configurando desde el siglo XIX. El edificio, rehabilitado para propiciar las condiciones de conservación idóneas, fue el seleccionado por la mayoría de opinión pública. De esta manera, el Palacio de la Aduana se recupera para la ciudad como museo con 18.402 metros cuadros que aportan las necesidades de un museo al mismo tiempo que ofrece las herramientas para acoger diferentes espacios en sus salas.



La colección permanente del espacio hace hincapié en la reflexión acerca de los momentos históricos de la provincia de Málaga. Las piezas crean el discurso expositivo narrando al espectador sus valores históricos y artísticos pero no se trata de un recorrido lineal. De hecho, los vacíos de la historia no se suplen con otras piezas sino que trata de dar respuesta a esas ausencias de la región a partir del trabajo desarrollado por la Junta de Andalucía en los últimos años. De hecho, las investigaciones que se han realizado en la última época han conferido un nuevo conocimiento de algunas piezas que se disponen por primera vez al público. Con el objetivo de unificar la colección arqueológica con la artística, el ámbito del arte se diferencia con un ambiente diferente que se adapta a sus necesidades particulares.



El recorrido arranca con 30 piezas de la Colección Loringiana de la que destaca la Dama de la Aduana. A partir de ahí el relato lo completan algunas cuevas prehistóricas de Málaga, su paisaje megalítico como manifestación funeraria de finales del Neolítico y de la Edad del Cobre o la lectura del primer asentamiento fenicio en la zona. Las investigaciones han determinado que las comunidades de finales de la Prehistoria convivieron con los fenicios que darían lugar a las comunidades ibéricas y que se puede observar en yacimientos como Los Castillejos de Alcorrín o en la necrópolis de la Noria, de la que destacan objetos de bronce.



Más adelante, Málaga sería conquistada por Roma pero ibéricos y fenicios convivirían en la zona durante un par de siglos. Algunas esculturas de piedra realizadas por artesanos locales, que representan temáticas romanas, ilustran este caso. Pero, la época romana llegaría a su fin y llegaría la islamización de Al-Andalus y desfilan hechos como la revuelta contra los Omeyas de Córdoba. También los hammudíes y los ziríes tuvieron su protagonismo en Al-Andalus llegando a declarar a Madina Málaga como heredera del Califato. Las excavaciones realizadas en las primeras décadas del siglo XX aportaron una espectacular colección arqueológica entre las que destacan las maderas y las cerámicas, junto a piezas en piedra o bronce. El eje de la importancia de la ciudad volvió a ser su puerto.



En cuanto a la colección de arte, el recorrido empieza con la explicación del cuadro Alegoría de la ciudad de Málaga y la presentación de la colección de la Academia de Bellas Artes de San Telmo, que se convertiría después en el Museo de Bellas Artes de la ciudad. Hay una sección dedicada al paisaje del siglo XIX con obras de Manuel Criado, Emilio Ocón y José Gartner, a la profesionalidad del círculo malagueño de Muñoz Degraín. Destacan aquí las producciones de artistas como Joaquín Agrassot, Salvador Martínez Cubells, Emilio Salas, Domingo Marqués, Joaquín Sorolla o Ramón Casas. Moreno Carbonero, Enrique Simonet y Lombaro ponen el broche del arte de fin de siglo de la zona de Málaga. Como no, la vanguardia en Málaga iniciada con Picasso tiene su propia sección junto a José Moreno Villa. El recorrido artístico del Museo de Málaga culmina con su colección de dibujos, obra gráfica y objetos orgánicos que requieren un cuidado especial.



El museo que había reivindicado la ciudad de Málaga por fin abre sus puertas con una colección que se ha ido configurando durante los últimos años.