Sincrónica I

Opn Studio (Museo Würth) y su acercamiento a la robótica y las acuarelas del arquitecto Luis García del Valle (Sala de Exposiciones de Ibercaja) son algunas de las citas artísticas.

Esta edición del festival Actual también dedica un apartado sugerente al terreno del arte. El programador Gabriel Santos Ruiz señala que "algunos artistas se quejaban, con razón, de que sus trabajos también se merecen una consideración aparte". En realidad, todo es arte y, por lo tanto, "igualmente respetable y separable del resto". Uno de los puntos de reflexión sobre la percepción estética será Dcode, la propuesta de Zarándula en la colección de Premios Altadis dentro del Ayuntamiento de Logroño con la presencia de artistas como Joxemari Carrere, Irene Hierro, Marta Merino y Carles Ramírez de la Concepción. Se trata de una propuesta en la que el visitante forma parte de la obra. Será, prometen sus organizadores, una experiencia escénica sobre la percepción del arte contemporáneo capaz de impulsar un diálogo entre la obra y el espectador.



El criterio que han seguido para la selección de las exposiciones no es más que libertad, ya que como señala Santos Ruiz, "no se puede acotar o imponer una filosofía a la creación artística". En esta ocasión, uno de los enclaves que se une al festival es el Museo Würth, que, situado en la localidad de Agoncillo, mostrará, a partir del 3 de enero, La era vacía, los últimos trabajos de OPN Studio. A través de dos series en las que emplean el lenguaje poético dialogan con la robótica, la mecánica y la tecnología. El colectivo formado por Susana Ballesteros y Jano Montañés quiere reflexionar sobre "aspectos existenciales de la condición humana, la identidad social, el individualismo o el aislamiento", explican. En Hollow era, tres piezas robóticas formadas por espejos que se mueven y fragmentan la imagen del reflejado, buscan la reflexión acerca de una sociedad obsesionada con la imagen personal y el individualismo. Fruto de la observación paciente del movimiento de un objeto a lo largo del tiempo surge la otra pieza: Diacrónica. Ésta adquiere sentido al conocer que de ese trasiego surgen piezas capaces de repetir ese movimiento aislado. La reflexión se da cuando nos damos cuenta que se mueve a su ritmo en mitad de la multidud sin reparar en el resto. Nos encontramos ante una metáfora de la soledad.



Siguiendo la máxima que dice que "la libertad artística es inherente al proceso creativo", la Sala de Exposiciones de Ibercaja de Logroño ha programado, del 2 al 25 de enero, Me gusta Logroño, una muestra de 50 acuarelas del arquitecto y artista Luis García del Valle, la tercera en lo que va de año en La Rioja. Residente en Logroño desde el año 1991, el artista ha recorrido los rincones de la ciudad y sus alrededores con sus pinceles para retratar aquellos lugares que le han llamado la atención. Dividida en cuatro secciones, busca reavivar sentimientos y emociones muertas. Del Valle detalla de manera minuciosa los paisajes del entorno y los rincones de la ciudad. Con toques impresionistas, y con pinceladas hiperrealistas, el creador emplea el color para reavivar corrientes emocionales olvidadas.



Porque, en realidad, como señala Santos ruiz, "en el arte no hay límites más allá de lo que marque el respeto a la libertad de los demás y a una mínima ética común".



@scamarzana