Christopher Isherwood and Don Bachardy, 1968

La Tate Britain acoge, desde el 9 de febrero, la mayor retrospectiva de la obra del artista británico. Parte de las 150 pinturas, dibujos, vídeos y fotografías provienen de colecciones privadas y será, por tanto, la primera vez que se expongan al público.

Se acerca su 80 cumpleaños y como regalo especial la Tate Britain le dedica la mayor retrospectiva jamás organizada de su obra. Su primera aparición fue como estudiante en los años 60 y se popularizó entre esa década y la siguiente. Cultivador de una pintura posmodernista que se ha planteado la naturaleza de la pintura y ha retado sus convenciones mediante el uso de la parodia y el auto reflejo, David Hockney (Bradford, 1937) es uno de los artistas británicos más relevantes. Esta exposición, que incluye pintura, vídeo y dibujo, repasa la trayectoria de toda una vida dedicada a la paleta de colores. Se trata de un análisis, una mirada general a los logros de un artista que ha sido capaz de adaptarse y cultivar la pintura, el dibujo, las impresiones, la fotografía y el vídeo. Esta gran retrospectiva permitirá, también, rastrear cómo cada una de las fases que ha transitado ha configurado la siguiente.



No es tan solo la mayor retrospectiva dedicada al artista sino que también es la mayor exposición que realiza la Tate Britain. Son cerca de 150 obras del pintor que vienen de diferentes museos y colecciones privadas, por lo que muchas de ellas no han sido vistas. "Nos ha llevado años organizar la muestra y poder asegurar cada una de las piezas", comenta Helen Little, una de las comisarias, a El Cultural. "La exposición incluye varios préstamos de importantes colecciones privadas que raramente han sido vistas en público". Y como ejemplo está el icónico doble retrato Christopher Isherwood and Don Bachardy, que se exhibirá al público por primera vez en casi 20 años. Fue una de las primeras parejas abiertamente gay que abría las puertas de su casa para entretener a escritores y artistas. Junto a esta pieza American Collectors (Fred and Marcia Weisman), Portrait of an Artist (Pool with two figures) y My Parents serán expuestas en una espectacular sala dedicada a los dobles retratos.



Detalle de Billy & Audrey Wilder, Los Angeles, 1982

Quizá una de las series más icónicas sea Love, en la que convierte el expresionismo abstracto en una autobiografía homoerótica. En estas piezas tempranas explora su mundo personal de manera íntima al igual que en We Two Boys Clinging de 1961. El recorrido arranca de manera autobiográfica y pasea por los delicados retratos familiares y de artistas como Warhol y Kitaj, el poeta Auden, la diseñadora Celia Birtwell, hasta las emblemáticas piscinas de Los Angeles, sus bien recibidos paisajes de Yorkshire del 2000 y el imaginario creado desde su regreso a California en 2013.



Durante las seis décadas de creación, Hockney ha variado su forma de pintar adoptando las tecnologías que se han generado en cada momento. En esta muestra, cuentan desde la Tate, se podrá ver cómo un estilo tiene su germen en las obras que lo preceden. Incluso, Hockney ha dicho que desea que el visitante sea capaz de apreciar cómo su estilo actual tiene su inicio en el resto de sus obras. Al fin y al cabo todas quedan registradas en una trayectoria en la que visualmente se puede observar las concomitancias entre unas y otras. "Detrás de la fachada de artista popular hay una cuestión seria, intelectual y estética que recorre sus obras", señala Little. Se refiere a que siempre ha continuado con la investigación de la naturaleza de la percepción visual y explora "los placeres y problemas de traducir el mundo del tiempo y espacio en imágenes bidimensionales".



Model with Unfinished Self Portrait, 1977

Pero quizá las características más importantes a tener en cuenta en la trayectoria del artista británico, es que siempre ha sido un artista creativo al que no le ha asustado arriesgarse, algo que ha propiciado nuevas maneras de mirar. "Su rechazo a conformarse con las reglas del arte ha sido un continuo catarsis para su arte y sus ideas. Su desafío a la manera occidental de representar el mundo a través del uso de tan solo una perspectiva y el rechazo al concepto de la verdad en fotografía ha dado lugar a una experiencia visual duradera y única", concluye Little.



Ya lo dijo él mismo: "No es necesario creer en lo que dice un artista, sino en lo que hace".



@scamarzana