Figura de perfil, vendida a la Fundación Dalí por 2,1 millones de euros
Hace tan solo unos días informábamos de la subasta en la casa londinense Bonhams de un retrato que Dalí pintó a su hermana Ana María en 1925. El precio previsto oscilaba entre los 940.000 y el 1,4 millones de euros. La puja, que ha tenido lugar este mismo jueves, se ha cerrado muy por encima de esas cifras: 2.109.630 euros es la cantidad en la que el martillo ha repiqueteado sobre la mesa. El comprador: La Fundación Dalí, tal y como lo han comunicado a través de su página web."La Fundación Dalí valora muy positivamente esta incorporación porque contribuye a enriquecer tanto su colección como el conocimiento de la técnica pictórica del artista los años previos a su adhesión al grupo surrealista. En 2009 la Fundación ya adquirió Figura de espaldas de 1925 (N° Catálogo Razonado 148). Ambas participaron en la primera exposición de Dalí en las Galeries Dalmau de Barcelona en noviembre de 1925. Con este retrato ya son 4 los óleos que tienen a Ana María como protagonista y que forman parte de la colección de la Fundación".
Dalí realizó la obra, Figura de perfil, cuando tenía 25 años y para para India Phillips, especialista de la casa subastadora, lo que convierte esta tela en notable es su rareza, porque "apenas se conservan un puñado de obras de este período en manos privadas". Lo más interesante del lienzo, que llevaba casi un siglo fuera del alcance, quizá sea "el halo de misterio que le acompaña, al estar tanto tiempo fuera de la escena pública", opina Montse Aguer, directora de los Museos Dalí. "Es un óleo poco conocido hasta ahora, había escasas referencias -de hecho se sabía de su existencia a través de una imagen en blanco y negro- y completa el grupo de retratos de su hermana, conjunto que refleja la evolución y la experimentación constante de Dalí. La Fundación posee una gran colección de obras de Dalí de primera época y, en este sentido, no es una pieza fundamental para nosotros", amplía.
La historia que ahora se recupera, por otro lado, es la de unos hermanos que tuvieron una relación tormentosa. Como escribía en El Cultural el 24 de febrero Vanesa García-Osuna, fue en 1984 cuando Salvador y Ana María se vieron por última vez. El motivo fue el traslado del pintor al hospital Nuestra Señora del Pilar de Barcelona tras el incendio que arrasó el Castillo de Púbol, donde residía Dalí. El incidente le causó quemaduras de segundo grado y su hermano pensó en ir a visitarlo aunque llevaban más de 30 años sin verse. Pero el octogenario artista no la recibió con buenos modales, la echó de la habitación y nunca más volvieron a verse.
Esta historia que se remonta al año 1929 (quizá por la entrada en la vida de la familia de Gala y la expulsión de Dalí de la casa) añade al cuadro, por tanto, un interés especial. En palabras de la Fundación: "El esfuerzo económico que comporta esta adquisición cumple la voluntad y misión de la Fundación Dalí de hacer accesibles obras maestras de Salvador Dalí para el disfrute del público. Llegado el momento en que se decida exponerla en el Teatro-Museo, se presentará a los medios de comunicación".