Fachada del Museo del Prado

El director de la pinacoteca, Miguel Falomir, ha presentado las líneas generales del nuevo Plan de Actuación 2017-2020. Entre las novedades sobresalen la programación extraordinaria de la celebración del bicentenario, la rehabilitación del Salón de Reinos y el objetivo firme de contar con un mayor presupuesto por parte del Estado.

El Museo del Prado tiene la mirada puesta en la modernidad y, con la renovación del Salón de Reinos, en el exterior. Así ha comenzado la primera intervención de Miguel Falomir como director en la presentación del nuevo Plan de Actuación 2017-2020 que sigue las líneas generales del anterior. "Nuestra misión sigue siendo la misma de siempre, somos un museo público y queremos transmitir nuestro conocimiento a la sociedad". Los retos a los que se enfrenta, como ya lo hizo saber en la entrevista ofrecida tras su puesta de largo, es atraer a nuevos públicos, conseguir el aumento de financiación por parte del Estado y culminar su expansión física con la rehabilitación y adecuación del antiguo Museo del Ejército.



En términos económicos generales el Plan de Actuación se centra en "conseguir un presupuesto de 50 millones de euros de cara al 2020", detalla Marina Chinchilla, directora adjunta de la pinacoteca, así como "desbloquear las medidas de contención del gasto del plan anterior, la consolidación de los ingresos propios hasta llegar a los 30 millones de euros en 2020 a través del aumento del patrocinio, incrementar aportaciones de la Sociedad Civil y la disminución del uso del Remanente de la Tesorería como estabilizador presupuestario", ha detallado.



En los ejercicios anteriores el Museo del Prado "se ha ajustado el cinturón como todos los españoles", afirma Falomir, y ha llegado a una cota del 73% de autofinanciación, gracias a la labor del anterior director, Miguel Zugaza. "Con la recuperación económica esperamos que aumente el presupuesto por parte del Estado y llegue a ser del 40%". Esto se traduce en 20 millones por parte de un Gobierno que en los pasados años ha contribuido con algo más de 13 millones de euros pero, continúa, han visto voluntad en su petición. Incluso le gustaría que bajar el precio de las entradas hasta que fuera gratuito aunque esta medida aún no es factible.



El futuro inmediato del Prado es la conmemoración del bicentenario que se cumple en 2019. La celebración se ha considerado de excepcional interés público, algo que se traduce en un mayor reto en el diseño de un programa de tres años de duración. Aunque la programación aún está por determinar el esfuerzo se dirige a la captación de recursos económicos privados y la implicación de la sociedad a través del mecenazgo.



Para el proyecto del Salón de Reinos, que marca el segundo hito de este plan cuatrienal, el museo contribuye con dos millones de euros para la realización del proyecto al que se suman los 30 millones de euros de obra. La rehabilitación del espacio por parte del estudio de Norman Foster y Carlos Rubio se prevé que arranque el próximo año 2018. Pero llo que aún no tienen cerrado es la programación específica de sus salas. "Tan solo llevo diez días como director y en cuanto cerremos qué vamos a hacer en términos concretos sabremos de cuánto dinero debemos disponer", aclara Falomir. Con la culminación de este proyecto se dará por finalizada, en principio, la ampliación del museo.



Los grandes grupos del plan estratégico se centran en La Colección, como eje del museo, El Centro de Estudios, que este año contará con la cátedra Restauración de pintura en el Prado: Tradición y presente del taller que se realizará en otoño de este mismo año, Las Exposiciones Temporales con un programa que inaugura Los Tesoros de la Hispanic Society of America, la residencia del artista Cai Guo-Qian y le seguirán Mariano Fortuny, Lorenzo Lotto, Bartolomé Bermejo y Rubens, pintor de bocetos, El Visitante y El Prado Digital. Entre las novedades que presenta este nuevo Plan de Actuación destaca la creación de un sistema de evaluación del plan que trata de crear informes de situación dando cuenta del cumplimiento de los objetivos y la gestión de calidad. Todo ello contribuiría a la creación de más puestos de trabajo y la recuperación de algunas de las actividades que se vieron suspendidas.



Rejuvenecer la edad media del público asistente

Uno de los retos es el de la captación de un público más joven. "Esto es como la montaña y Mahoma, quizá tengamos que salir nosotros a difundir el Prado. Hay que hacer campañas de captación para todos aquellos que saben de su existencia pero lo ven como algo distante", anota. En cuanto a las novedades digitales el Museo del Prado está haciendo labores de renovación que empezaron con el lanzamiento de la nueva página web con la que se ha "batido récord de visitantes". De este hecho se extrae que lo virtual complementa a la visita física aunque "el fetichismo del objeto existe", amplía Falomir. Por lo que habilitar una visita virtual podría complementar la experiencia.



Además, sus escarceos con el arte contemporáneo se seguirán dando siempre cuando "haya proyectos justificados y ligados al Prado como la que haremos de Fernando Zóbel porque nos interesa su condición de coleccionista de dibujo antiguo y cómo eso se refleja en su manera de pintar", señala el director. Consciente de la responsabilidad que supone liderar uno de los museos más importantes del país, "en un mundo en el que todo tiende a parecerse cada vez más el Prado tiene que diferenciarse de alguna manera". Y esta se traduce en la experiencia que ofrece la especificidad de una colección que, "a pesar de que tiene huecos, ver 90 obras de Rubens, a Velázquez, a Goya y al Bosco solo lo puede ofrecer el Prado".



Preguntado por la ley de mecenazgo que Benzo ha prometido en la comparecencia de la semana pasada Falomir se ha mostrado optimista. Esta ley debería contribuir con "beneficios fiscales para quienes inviertan en proyectos culturales". Además, "llevan tanto tiempo prometiendo esto que en algún momento tendrá que materializarse", ha concluido.



@scamarzana