James Rosenquist

El artista estadounidense James Rosenquist (Grand Forks, Dakota del Norte, 1933), uno de los pioneros del arte pop durante la década de los sesenta, ha muerto este viernes en su casa de Nueva York a los 83 años y después de una larga enfermedad, según ha informado The New York Times.



Rosenquist fue contemporáneo de Andy Warhol y Roy Lichtenstein, los otros grandes padres del pop art. Conocido por sus obras de gran formato, se inició pintando grandes vallas publicitarias con un estilo característico que luego trasladó al terreno del arte. En sus cuadros creaba composiciones con elementos de la cultura popular americana usando el lenguaje visual de la publicidad.



James Rosenquist: President Elect (1960-61/1964)

Como señaló el crítico Ramón Esparza a propósito de una exposición del Guggenheim de Bilbao sobre la obra de Rosenquist, "su mirada no se posa en lo que había sido tradicionalmente el objeto del Arte: el mundo, sino que, junto a otros pintores de la llamada cultura Pop, parte de la asunción de que las imágenes han comenzado a suplantar al mundo real y, en consecuencia, el tema de sus cuadros son... ¡imágenes! Imágenes tomadas de los medios de comunicación, de las vallas publicitarias que durante tantos años ha pintado él mismo. Imágenes yuxtapuestas de forma aleatoria, igual que aparecen en esos mismos medios, fragmentadas, escaladas al infinito. Toda una elegía al optimismo de una época de tecnología, progreso infinito y consumo ilimitado. Los temas favoritos de su obra".



No obstante, Rosenquist no deja de lado la vertiente crítica al sistema sociopolítico y cultural en el que vive. El mejor ejemplo de ello es una de sus obras más conocidas, F-111 (1964), inspirada en un cazabombardero construido por Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, con 25 metros de longitud y 23 paneles que envuelven al espectador. En Visiones de América, el crítico Robert Hughes define la obra como "una escatología de la era nuclear".



James Rosenquist: F-111 (1964-65)

Pese a la gran popularidad que alcanzó bajo la etiqueta pop art, Rosenquist siempre rechazó esta denominación, si bien llegó a aceptarla después de medio siglo siendo descrito con ella. En su autobiografía Painting Below Zero: Notes on a Life in Art (2009), llegó a decir: "Todavía no sé lo que significa el arte pop, para ser sincero".