Retrato de niña, atribuido a Velázquez
El lienzo, atribuido al pintor sevillano, fue declarado inexportable mediante Orden Ministerial al tratarse de un bien "de gran interés para el patrimonio histórico español". Esta tarde se subasta en la Sala Abalrte con un precio de salida de ocho millones de euros.
A pesar de no haber sido confirmada su autenticidad por la institución canónica por excelencia en pintura velazquiana, el Museo del Prado, Mónica Martín, experta en pintura antigua de la sala Abalarte, que ha estado implicada en la autentificación del cuadro desde su descubrimiento no alberga dudas sobre la autoría de la pieza. "Es una pintura que habla por sí sola, lo que es un rasgo de los grandes maestros. Se aprecian aspectos de la técnica de Velázquez y destaca la captación de los matices psicológicos de la niña retratada". Además, añade que la obra tiene "similitudes más que evidentes" con las Inmaculadas del pintor que se conservan la National Gallery de Londres y en la Fundación Focus-Abengoa de Sevilla.
Por su parte, el Ministerio de Cultura ya ha movido ficha de cara a la subasta de hoy a través de una Orden Ministerial firmada por el secretario de cultura Fernando Benzo, que declaraba la obra "inexportable" al tratarse de un bien "de gran interés para el patrimonio histórico español ya que, a falta de unos informes técnicos más completos, todo parece indicar que se trata de una obra atribuible al pintor sevillano Diego Velázquez". Se trata de una primera medida cautelar a falta de estudios más exhaustivos que definan si ese óleo salió de los pinceles del genio barroco.
El que la obra no pueda salir de España, no quiere decir que no la pueda comprar un coleccionista extranjero que no pretenda sacarla del país. Aunque claro está que desanima a los interesados foráneos, que son los que realmente mueven el mercado del arte. La puja comenzará en los ocho millones de euros que se han fijado como precio de salida, y desde ese punto de partida hasta la cantidad a la que quiera llegar el mejor postor.
Derecho de compra estatal
Aunque no del todo, pues en casos como este el Estado cuenta con un derecho de tanteo, es decir, prevalece el interés de este por incrementar el patrimonio nacional y, por tanto, tiene derecho a adquirirlo por el precio final que haya alcanzado. En el supuesto de que el Estado ejerza su derecho y la obra pase a ser patrimonio de todos, saldrán perjudicados, además del comprador, la propia sala de subastas, pues mientras que un particular tiene que pagar en un plazo máximo de 10 días, el Estado tiene la opción de hacerlo en un plazo que llega hasta el 31 de diciembre de 2018.Como dato comparativo, la última obra de Velázquez que adquirió el Museo del Prado fue en 2003 el retrato de Ferdinando Brandani, conocido como el Barbero del Papa. En aquella ocasión el Estado desembolsó 23 millones de euros. Sin embargo, el pasado enero, un bodegón atribuido a Velázquez, cuya valoración oscilaba entre los 1,3 y 1,8 millones de euros, protagonizó una puja poco entusiasta en una subasta de Sotheby's Nueva York.