Imagen de Cuando cuento estás sólo tú... pero cuando miro solo hay una sombra

El Museo del Prado instala Cuando cuento estás sólo tú... pero cuando miro solo hay una sombra, una obra de la artista iraní que actualiza el mensaje de Los desastres de la guerra de Goya.

Los desastres de la guerra a través de los propios desastres. Eso es lo que fragmenta Cuando cuento estás sólo tú... pero cuando miro solo hay una sombra, la obra más depurada de Farideh Lashai (Rasht, 1944 - Teherán, 2013) completada el mismo año de su muerte. Al igual que Goya vivió la guerra y la plasmó en diversas obras, Lashai vivió la contienda de su país frente a Irak y las consecuencias de la misma. Esta pieza, inspirada en la emblemática serie del pintor zaragozano, es, por tanto, un testimonio que denuncia la realidad vivida, las opresiones y el sufrimiento de las víctimas. Con la intención de acercarse al arte contemporáneo que revisa el arte clásico, esta obra instalada en la sala 66 del edificio Villanueva representa al Museo del Prado en esta edición de PHotoEspaña.



Lashai vio por primera vez Los desastres de la guerra de Goya en Boston y su eco siguió resonando durante tiempo. Lo que les une, aun distanciados por dos siglos, es que "ambos tienen una enorme independencia interior y sacan sus propias conclusiones de la vida", señala Ana Martínez de Aguilar, comisaria de la muestra. La artista iraní "vacía, con la ayuda de un escáner, cada imagen de la serie de Goya dejando a la vista solo el paisaje", explica. Cada rectángulo desprovisto de presencia humana es escaneado para dar vida y animar cada una de las escenas que, superponiendo capas digitales, "crean imágenes en movimiento que se traslucen cuando el foco de luz recorre cada casilla". Durante ese breve instante la historia vuelve a aparecer y, cuando vuelve la oscuridad, el espectador tiende a fijarse en el paisaje desolador para seguir, después, el recorrido de una luz que muestra otro horrible suceso.



El ritmo de ese balón de luz, lo establece la propia artista haciendo que el viaje por los desastres se ralentice cuando sube y se acelere cuando baja. Esa luz, al igual que el farol del cuadro El 3 de mayo de Goya, "pasea por el desastre correspondiente iluminando la realidad de lo que sucede", añade Martínez de Aguilar. El viaje no tiene un orden cronológico pero sí está dividido en tres partes: Los enfrentamientos, las consecuencias -como la muerte, la pobreza, el hambre- y los caprichos enfáticos, en los que coexiste el lirismo, la poesía y la tradición persa de la artista. Su instalación con una selección de grabados de Goya y en las salas donde residen las Pinturas Negras y El 3 de mayo permite extender el diálogo que Lashai culminó poco antes de morir. De esta manera, Cuando cuento estás sólo tú... pero cuando miro solo hay una sombra, reinterpreta una obra clásica que trata un tema que aún hoy sigue estando de actualidad, como si la historia se repitiese una y otra vez.



Imagen de Cuando cuento estás sólo tú... pero cuando miro solo hay una sombra

La música es otro de los ingredientes de esta pieza: un nocturno de Chopin suena de fondo y crea una paradoja entre la tranquilidad de sus acordes y lo salvaje de las escenas. Además, el título de esta videoinstalación se inspira en uno de los poemas de La tierra baldía en el que el poeta T.S. Elliot habla sobre las imágenes fragmentas y las sombras del terror. "Es una obra de apariencia sencilla pero de enorme complejidad", matiza Martínez de Aguilar.



La artista iraní, que se formó y vivió en los círculos actuales y reaccionarios de Alemania en los años 60 fue arrestada por ese motivo en su país durante tres años. Al poco de salir de la cárcel estalla la revolución del 79, llega la guerra entre Irak e Irán y la contienda sembró en ella una gran empatía por la justicia y la compasión. En su obra resuenan, por tanto, los ecos de una sensibilidad absoluta junto a la necesidad de denuncia, opina la comisaria.



En esta ocasión, Farideh Lashai deja al espectador solo ante la reflexión de una obra comprometida y poética.



@scamarzana