Cosmo, instalación de Andrés Jaque en el MoMA de Nueva York

Con el apoyo del Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE) de Acción Cultural Española (AC/E), arquitectos como Andrés Jaque y Nerea Calvillo abogan en la capital surcoreana por una arquitectura más experimental y comprometida con la sociedad y el medio ambiente.

Durante los meses de septiembre y octubre se celebra la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Seúl (Corea del Sur), con una notable presencia española que se explica por la buena consideración internacional de nuestra arquitectura pero también por el hecho de que ha sido el español Alejandro Zaera el encargado de comisariar el evento junto al arquitecto coreano Hyungmin Pai. Los participantes españoles son Nerea Calvillo (C+ arquitectos), Raúl Nieves y Pep Tornabell, Andrés Jaque (Oficina de Innovación Política) y Miguel Mesa, Maider Llaguno-Munitxa, Guillermo Fernández-Abascal y Beatriz Colomina, presentes en la bienal con el apoyo del Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE) de Acción Cultural Española (AC/E).



Según la organización de la bienal, vivimos "una era de declive medioambiental y desigualdad material sin precedentes" y en este contexto la Bienal de Seúl se concibe como "una plataforma experimental para el urbanismo inminente que va más allá de las funciones antropocéntricas, la propiedad y el consumo hacia un procomún de recursos, tecnologías y producción". También asegura que "los principios del urbanismo moderno -la integración masiva de producción, empleo y consumo; la separación de trabajo, vivienda, entretenimiento y transporte; la división entre lo natural y lo artificial- ya no son efectivos para abordar las cuestiones urgentes de las ciudades de hoy. Los elementos urbanos tradicionales de los edificios, las calles y los vecindarios deben ser reconsiderados dentro de los emergentes grupos urbanos humanos y no humanos".



En este marco de reflexión encajan los distintos proyectos de los participantes. Andrés Jaque, en colaboración con Miguel Mesa, ha presentado en Seúl la instalación multimedia Transurban Love, que narra este proceso de transformación que ha sufrido el urbanismo en los últimos diez años. "Un proceso en el que el liderazgo de las administraciones públicas en la administración de la evolución de la ciudad se ha debilitado, a medida que el poder de los operadores inmobiliarios se incrementaba de una manera exponencial", opina el arquitecto que dirige el estudio Oficina de Innovación Política.



"Nuestra oficina tiene sedes en Madrid y en Nueva York. Esto nos da una perspectiva privilegiada para entender cómo tras la crisis del 2008, el mundo ha sustituido el proyecto colectivo del estado del bienestar, por el proyecto individual de adquirir deseabilidad online [de ahí el título de la instalación]. Esto es algo que está transformando radicalmente el medio en el que vivimos. En este conflicto se instala el trabajo de nuestra oficina", señala Jaque.



Con "amor transurbano" y "deseabilidad online", el arquitecto se refiere, hablando en plata: "Al porno. A la traslación de la tensión sexual de las discotecas a los sofás. De la reconstrucción del sexo en un mercado operado por las hookup-locative-apps [léase Tinder, Grindr y similares]. De la venta de apartamentos por medio de técnicas de pornificación. De los efectos para el funcionariado del acceso a porno online en el trabajo. De los conflictos legales y filosóficos de los teledildos [consoladores a distancia]. En definitiva, de la vida contemporánea".



Transurban Love se basa en una investigación sobre el sexo y el urbanismo en el mundo resultante de la crisis de 2008, que la Oficina de Innovación Política lleva desarrollando desde hace seis años y del que han presentado varias partes públicamente, en la Trienal de Oslo y en el Museo del Diseño de Londres. Dentro de este proyecto, el siguiente paso será presentar una reconstrucción de la serie televisiva Sexo en Nueva York con ocasión de su 20.° aniversario. Será "como un recuento de la verdadera historia del sexo y las ciudades en la era post 2008", asegura el arquitecto.



"La arquitectura puede reforzar alternativas. Pero solo a partir de una reinvención radical de la manera en que nos comunicamos, la manera en que nos relacionamos y la manera en que nos vinculamos a lo natural". En este sentido, explica que proyectos de su oficina como Cosmo (en el MoMA PS1) y Acupuntura (en el CA2M), por ejemplos, "subvierten y plantean una alternativa a la hegemonía inmobiliaria".



Jaque considera "vital" la labor de AC/E para que "la presencia de la cultura española en el mundo sea relevante". "Lo sé como autor y también como comisario de Manifesta 12", la bienal de arte contemporáneo que celebrará su próxima edición en Palermo el año que viene. Además el próximo miércoles 27 de septiembre el arquitecto inaugura en la Tabacalera de Madrid la exposición Políticas transmateriales.



Polvo amarillo ecológico

Yellow Dust, de Nerea Calvillo

Nerea Calvillo también subraya la importancia del apoyo que presta AC/E a los creadores españoles a través del programa PICE para que su trabajo se conozca en el extranjero. "Facilita la movilidad, lo que permite realizar proyectos internacionales "site specific", montar o hacer talleres en el lugar de la bienal. Esto enriquece los proyectos, así como el intercambio de ideas con los tejidos locales y el resto de participantes", señala la arquitecta. El proyecto que presenta en Seúl, Yellow Dust, es una instalación que combina arquitectura, ciencia y ecología, ya que se trata de una infraestructura de código abierto que monitoriza el nivel de polución del aire circundante y, según los resultados, expulsa una niebla amarilla que "reduce la concentración de partículas, incrementa la humedad y reduce la temperatura, acondicionando el espacio público en el que se sitúa", explica Calvillo. El objetivo de Yellow Dust, cuyo prototipo fue construido hace unos años en Medialab Prado junto a un grupo internacional e interdisciplinar de colaboradores, es "medir y hacer visible la contaminación del aire donde no hay datos o donde hay injusticia medioambiental", añade.



Cuando se sale de sus moldes tradicionales, la arquitectura "se hace más ligera (y más frágil), y permite abordar temas como la toxicidad del medioambiente o la desigualdad desde otras perspectivas", opina Calvillo. "Sin embargo nuestro enfoque está en contra de aproximaciones tecnocientíficas (aliadas del capitalismo basado en energías fósiles, responsables de la destrucción del medioambiente). Las tecnologías son "hazlo tú mismo" (y sobre todo "hazlo con otros") y de código abierto, y los procesos, interdisciplinares, para dar cabida a otras formas de hacer y conocer".



Para la autora, la arquitectura contemporánea debe ser lugar de experimentación "si queremos responder a la situación geopolítica, social y medioambiental contemporáneos". "Nos enfrentamos a nuevos retos, y no podemos abordarlos exclusivamente con herramientas o estrategias conocidas. La experimentación se convierte entonces en una responsabilidad para dar respuesta a los tiempos de barbarie, como dice Isabelle Stengers, en los que nos encontramos".



@FDQuijano