Antonio López

La Universidad Complutense de Madrid investirá el próximo viernes 26 al pintor y escultor como doctor honoris causa en reconocimiento a su "incuestionable prestigio internacional".

"No me considero universitario aunque siento respeto por la Universidad", aseguraba en 2011 el pintor y escultor Antonio López (Tomelloso, 1936) al recibir su primer doctorado honoris causa, concedido por la Universidad de Navarra. Ahora es la Universidad Complutense de Madrid la que se ha propuesto distinguir a uno de los artistas que mejor ha conseguido captar en su inconfundible obra la esencia de la capital española.



Durante el acto, que tendrá lugar en el paraninfo de la institución el próximo viernes 26, el rector de la universidad, Carlos Andradas, impondrá el birrete que le designa como doctor honoris causa en una ceremonia en el que el profesor de Escultura de la Facultad de Bellas Artes, Tomás Bañuelos, será su padrino.



Antonio López ha participado en numerosas ocasiones en los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial como conferenciante y también impartiendo talleres de cinco días de duración para varios alumnos, según ha explicado la universidad en un comunicado, en el que también incide en que la distinción que recibirá el pintor se justifica por "sus excepcionales méritos" y "en reconocimiento a su intensa trayectoria profesional en el ámbito de las artes, contribuyendo de manera determinante a la consolidación de la corriente realista en España y a su proyección internacional".



Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1985 y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1993, Antonio López nació en Tomelloso en el año 1936 y se inició en la pintura con su tío Antonio López Torres y cursó estudios de pintura en la madrileña Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, donde fue también docente. Después de una primera etapa influida por el cubismo y el surrealismo, desarrolló un lenguaje personal más próximo a la objetividad.



Considerado padre de la escuela de los pintores Realistas de Madrid, con quienes protagonizó una reciente y exitosa exposición en el Museo Thyssen, su obra forma parte de la colección permanente del Museo Reina Sofía y de Patrimonio Nacional, entre otras instituciones. "En realidad los pintores, como las prostitutas o cualquiera, me imagino, nos pasamos la vida hablando de nuestro trabajo", aseguraba hace unos años en una entrevista a El Cultural, en la que reconocía que "explicar nuestro trabajo, la pintura, es una osadía tremenda".



Además del Príncipe de Asturias, en su palmarés figuran la Medalla de Oro de Bellas Artes, el Premio Pablo Iglesias y el Premio Velázquez de Artes Plásticas. Tiene también, indirectamente, el Premio de la Crítica Internacional del Festival de Cannes 1992, ya que su proceso creativo protagoniza el largometraje El sol del membrillo, de Víctor Erice, que obtuvo ese galardón.



Con numerosas exposiciones individuales en todo el mundo, y también colectivas, ha representado a España en citas internacionales de primer orden, como la Bienal de Venecia o Europalia. Actualmente expone en el Instituto Cervantes de Praga, en una muestra colectiva sobre la abstracción y la figuración madrileñas de mediados del siglo XX.