Los dibujos anatómicos de Leonardo da Vinci o los detalles naturalistas de las obras de Alberto Durero dan cuenta de la relación clásica entre ciencia y arte. Ambas disciplinas pueden retroalimentarse e inspirarse la una a la otra y bajo esa premisa nace Binomio. Un diálogo entre arte y ciencia, un proyecto que lanza el CNIO junto a la Fundación Banco Santander que quiere estimular el intercambio entre estas dos disciplinas. En su primera edición las protagonistas son Margarita Salas y Eva Lootz, dos mujeres que representan el papel creciente de la mujer en sus profesiones.

Las conversaciones que han unido a Lootz y Salas han dado como resultado 59 dibujos que la artista ha creado a partir de las líneas de investigación de la científica. Concebidos como pensamientos o iluminaciones se podrán ver hasta el próximo 6 de abril en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). "El dibujo puede resultar un tanto desconcertante porque está poco considerado y hay quien lo ve como algo provisional, como un boceto", indica la Premio Nacional de Artes Plásticas. Sin embargo, en esta ocasión son "el testimonio y la huella de un encuentro, de diálogos donde se cruzan reflexiones, observaciones y apuntes científicos", señala.

La serie de 'Marilyn Monroe' realizada en 1967

Estas dos disciplinas forman dos maneras de interpretar el mundo y con este proyecto el objetivo es centrarse "en los territorios comunes porque ambas necesitan creatividad, libertad y reflexión", anota María Blasco, directora del CNIO. "Cuando Blasco me llamó para preguntarme si quería participar no tardé ni medio minuto en decirle que sí. No sabía qué saldría de esta colaboración pero el arte es mi segunda pasión", argumenta Salas. Además, en Dalí encontraron un antecedente con el que poder sentirse identificadas ya que el artista de Figueras "hizo un cartel para unas conferencias de Severo Ochoa en Madrid y le ilustró la portada de un libro", recuerda la precursora de la biología molecular en España.

La idea surgió cuando Blasco llegó al CNIO y recordó las pinturas y esculturas de las que estaba rodeada durante su estancia en la fundación de James Watson en Nueva York. Ese fue el germen para que Mireia A. Puigventós cogiera la idea y culminara en la propuesta que ahora se presenta. "El arte antiguo se inspiraba en la mitología y en los dioses. Ahora la ciencia es la frontera del conocimiento y puede servir de inspiración al arte", opina Blasco.

En ese sentido a Eva Lootz le ha interesado "el lenguaje de la descodificación del genoma humano". Incide, además, en que siempre le han atraído la resonancia, la electricidad o la turbulencia pero lo nuevo ha sido introducirse en la biología. Hasta ahora se había fijado en fenómenos físicos, en situaciones y acontecimientos que se ven como puede ser un remolino.

Las 59 obras que forman esta exposición saldrán a subasta una vez acabe la exposición el día 6 de abril. Los beneficios irán destinados a la iniciativa Amigos del CNIO para la investigación del cáncer. En ese contexto, tanto Salas como Blasco han aprovechado la ocasión para pedir más apoyo e inversión en ciencias. "Cuando mi marido y yo volvimos en 1967 España era un desierto científico e introdujimos la biología molecular con las ayudas estadounidenses. La situación mejoró pero con los últimos retrocesos sufrimos todos. Es cierto que en España hacemos milagros porque hay centros muy buenos, formamos a muy buenos doctorandos que salen fuera a completar su formación. Pero la vuelta es difícil porque no hay financiación", asegura Salas.

También incide en que cuando en 1961 estaba trabajando en su tesis "se pensaba que la mujer no estaba capacitada para la ciencia. No se me valoraba, menos Severo Ochoa que siempre me trató como una persona, sin disticiones entre sexos. En un futuro próximo la mujer ocupará el papel que le corresponda". Lootz, por su parte, ha defendido que "el hielo que las científicas han roto era mucho más duro que el tabú de la mujer artista".

@scamarzana