Francis Bacon: Study for Portrait of Lucian Freud, 1964
En ocasiones la pintura sirve para capturar la experiencia de la vida. Y, en ocasiones, esos cuadros se vuelven tan reales, tan expresivos que la carne que recogen las pinceladas cuenta una historia (aunque no siempre es lo que parece ser). La conexión entre varias generaciones de artistas figurativos británicos durante el siglo XX y el XXI es lo que establece All Too Human. Bacon, Freud and a Century of Painting Life en la Tate Britain de Londres hasta el 27 de agosto.Esta exposición nace de la inquietud que asaltó a su comisaria, Elena Crippa, durante el verano de 2016. Considera que estamos viviendo un periodo en el que los hechos tangibles, la experiencia y los sentimientos individuales están "perdiendo significado en el contexto de una nube de información y desinformación divisiva, altamente contaminante y en rápida expansión". A través de más de 100 cuadros de artistas como Francis Bacon, Lucian Freud, Paula Rego, Frank Auerbach y Jenny Saville, la comisaria de la Tate ha planteado una experiencia "visual y háptica" para abordar la conexión existente entre un momento, un lugar y otros seres humanos.
El corazón del recorrido lo forman las obras de Freud y Bacon, dos artistas que a través del arte capturaron sus experiencias y cuyas obras destilan la crudeza de lo vivido. Pero fue Freud quien lo definió mejor: "Quiero que la pintura trabaje como lo hace la carne". No obstante, en la muestra se representa la carne de diversas maneras bajo la corriente de la figuración. "Espero que esta sea una de las fortalezas de la muestra: ver maneras dispares de representar la presencia de otros seres humanos", explica Crippa.
Lucian Freud: Girl With a White Dog, 1950-51
Dos generaciones de artistas
Y aunque no se puede generalizar Elena Crippa observa dos maneras de abordar la temática según las dos generaciones de artistas representadas. "Se podría decir que el grupo de artistas que alcanzó la madurez durante la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias se vio afectado por la fatalidad que definió la era atómica", explica. En el trabajo de los años 50 y 60 de Bacon, Freud, Auerbach y Leon Kossoff se advierte un desesperado intento de preservar la realidad y la figura humana es, a menudo, "retratada de manera aislada, frágil y solitaria". Mientras que las generaciones más jóvenes "exploran el cuerpo humano desde otras perspectivas", como es el caso de los retratos íntimos de Celia Paul, las voluptuosas y eróticas pinturas de Jenny Saville o las figuras elegantes de Lynette Yiadom-Boaky.Paula Rego: The Family, 1988
Esta muestra trabaja, por otro lado, en la línea que Frances Morris determinó a su llegada a la dirección de la Tate Modern. En ese sentido, la nueva directora de todo el conglomerado, Maria Balshaw, parece que también la avala: hacer hincapié en el arte hecho por mujeres. Así, Paula Rego "ha jugado un papel muy importante reclamando el derecho de la pintura confesional que representa los deseos y miedos más íntimos y los retratos de Celia Paul han sabido capturar los temblores psicológicos más íntimos y sutiles que perfilan la posición de cada uno en el mundo", destaca Crippa.Un Bacon poco visto hasta la fecha
Si hay una obra sobre la que llamar la atención esa es el retrato que Bacon hizo de Freud y que la pinacoteca muestra por primera vez desde 1965. Se cree que Study for Portrait of Lucian Freud pudo haber pertenecido al panel izquierdo de un tríptico en el que Bacon retrata a su amigo en la cama tomando las fotos de John Deakin como boceto. Los rasgos del lienzo son completamente característicos de su estilo: "el modelo está sentado en un ambiente oscuro y con las facciones distorsionadas, angustiado y presa de emociones tumultuosas", describe Crippa. La pinacoteca ha conseguido que la pieza, que fue adquirida por un coleccionista privado y desde entonces ha permanecido fuera de la vista del público, haya sido prestada hasta la clausura de la exposición el próximo mes de agosto. Quizá sea el momento de acercarse a la Tate Britain y dejarse envolver por esta experiencia cárnica.@scamarzana