Jump Trump, instalación de Erik Kessels y Thomas Mailaender en Getxophoto
Un año más los espacios públicos de la localidad vizcaína de Getxo, sobre todo aquellos al aire libre, se inundan por unos días de inmensas fotografías en estado salvaje: en el paseo marítimo, en parques, en diques, en viejas gasolineras y fachadas de edificios. Una invasión llamada Getxophoto que los lugareños reciben con brazos abiertos, capitaneada por segundo año consecutivo por la bilbaína Mónica Allende, comisaria independiente y ex editora gráfica del Sunday Times Magazine.Las exposiciones, conversaciones y actividades que componen el programa del festival tienen cada año un tema principal. En esta edición, que se celebra del 5 al 30 de septiembre, el lema elegido es "Postconflicto. Reformulando el diálogo", y forma parte de una trilogía llamada Transiciones que comenzó el año pasado con una reflexión sobre la postglobalización y que continuará el próximo año estrechando el foco sobre el individuo y su progresiva transformación en "post homo sapiens", explica Allende a El Cultural. "El tema del postconflicto tiene que ver con las huellas de los conflictos, con las consecuencias que generan y con la reconstrucción del diálogo, y no me refiero solo a conflictos entre humanos, sino también con otras especies y con el mundo natural".
Este año como novedad se hizo una convocatoria abierta en la que un jurado de expertos eligió entre 280 propuestas recibidas al fotógrafo belga Max Pinckers, que se sumó al resto de artistas seleccionados por la comisaria. Su proyecto aborda de lleno el tema de las fake news al reconstruir la historia de seis personajes que en Estados Unidos recibieron atención mediática por hazañas que más tarde se demostraron falsas.
Y encontramos otros dos proyectos que también abordan la situación social y política estadounidense. Good Luck With The Wall, de Josh Begley, es una pieza de vídeo que, a partir de imágenes de satélite, realiza un time lapse de seis minutos que recorre toda la frontera de Estados Unidos con México, poniendo de relieve lo absurdo del plan de Trump de construir un muro que separe ambos países. El otro proyecto es, precisamente, Jump Trump, de Erik Kessels y Thomas Mailaender, una instalación que permite a los espectadores tirarse desde un trampolín sobre una colchoneta que llevaba impresa un inmenso retrato del magnate y presidente estadounidense.
Julián Barón: El laberinto mágico
La comisaria concede una gran importancia al diálogo entre las exposiciones y los espacios que las acogen. El espacio elegido para esta colectiva sobre conflictos de la historia reciente de España son las galerías abandonadas Punta Begoña, "donde las pintadas españolistas se mezclan con otras de corte abertzale", explica Allende, lo que lo convierte en un lugar estrechamente relacionado con el contenido de los trabajos expuestos.
Anton Kusters: The Blue Skies Project
Una de las exposiciones de este año se distingue por su fuerte carga simbólica: The Blue Skies Project, del belga Anton Kusters. Se trata de una serie de 1.078 polaroids del cielo azul, tomadas sobre cada uno de los 1.078 campos de concentración nazis que existieron en Europa entre 1933 y 1945. Las instantáneas, que el fotógrafo tomó durante cinco años, con las limitaciones que impone la climatología, se presentan al público como una instalación multimedia. Van acompañadas del número aproximado de víctimas que murieron en cada campo y las coordenadas de su ubicación exacta, así como de una pieza sonora generada por ordenador de manera aleatoria a partir de la combinación de múltiples datos relacionados con los campos y sus víctimas.Gohar Dashti: Home
Y el escenario de una gran batalla suspendida entre el hombre y la naturaleza es lo que captura, ahora desde el aire mediante el uso de drones, Markel Redondo: son las numerosas urbanizaciones fantasmas a medio construir que la crisis de 2008 dejó diseminadas por toda la geografía española.
Markel Redondo: Sand Castles
@FDQuijano