Varias piezas de la serie Paroliberismo de Miguel Aguirre en ARCOPerú

Arranca en Ifema la feria de arte contemporáneo, con más de 200 galerías y Perú como país invitado. Estas son las impresiones de nuestro primer paseo.

Ya está aquí ARCO. Más de 200 galerías, 30 países, dos pabellones (el 7 y el 9) y 5 días de caminatas sin fin entre stands. La feria nos recibe con Perú como país invitado después del paréntesis del año pasado, con el futuro como tema. Es el fin de una etapa, una edición en la que se despide Carlos Urroz de la dirección después de 9 años y coge el testigo su hoy codirectora Maribel López. La"provocación" mediática está sobre la mesa desde antes de la apertura de sus puertas: un mano a mano de Eugenio Merino y Santiago Sierra con un ninot de más de 4 metros del Rey. Lo trae esta vez la galería Prometeo y Helga de Alvear descansa tras la polémica retirada de los Presos políticos el año pasado, aunque, eso sí, le dedicará exposición individual a Sierra en mayo en la galería. Apuesta en la feria por un stand impecable cuyo interior está dedicado por entero a Julian Rosefeldt. Fotografías de Cate Blanchett en Manifesto, telas bordadas para cubrir las cabalgaduras de los caballos y un vídeo, The Swap, cuya calidad de imagen y sonido son lo nunca visto en un contexto ferial.



Como en años anteriores son tres las secciones comisariadas: Diálogos, Opening y ARCOPerú. Coordinado por Agustín Pérez Rubio y Catalina Lozano, Diálogos es lo primero que encontramos nada más entrar. Recorre los dos pabellones y establece paralelismos entre parejas de artistas de distintos contextos y generaciones. Algunas de las conversaciones resultantes son sorprendentemente acertadas, hasta el punto de diluirse en ellas la autoría de los artistas. Alcanzan el zénit la propuesta de la galería PPOW con David Wojnarowicz (Nueva York,1954-1992) y Carlos Motta (Bogotá, 1978), comprometidos los dos con la normalización de las distintas opciones sexuales. De Wojnarowicz sabemos poco en nuestro país, pero llega en mayo retrospectiva al Museo Reina Sofía directamente desde el Whitney Museum de Nueva York. También funcionan las piezas de fieltro en equilibrio de Jonathan Monk (Leicester, 1969) junto a las de Naama Tsabar (Tel Aviv, 1982) en Dvir Gallery con las que hacen hablar a los materiales. Mientras que el vis a vis de la galería Chert Lüdde es quizá menos acertado: la delicadeza de las poesías visuales de Ruth Wolf-Rehfeldt (Leipzig, 1932) salta por los aires con la explosión de color de las esculturas de Rodrigo Hernández (México, 1983). El stand está hiperpanelado pero permite disfrutar de los silencios de las piezas tipográficas de Wolf-Rehfeldt.



Obras de David Wojnarowicz y Carlos Motta en PPOW

Algunas de las propuestas más refrescantes las encontrarán en Opening, al fondo del pabellón 9. Ilaria Gianni y Tiago de Abreu han invitado a 21 galerías entre las que me quedo con la puertorriqueña Embajada que dedica gran parte del stand a la mexicana Claudia Peña Salinas y sus piezas hechas con materiales de cerámica encontrados colgadas de hilos de lana. Una artista a seguir que hace además doblete en el programa general en Pelaires. En el stand de Copperfield, Oscar Santillán combina arte y ciencia en dípticos con paisajes borrosos del desierto de Atacama, e ilustra en un video cómo sería cortarse el pelo en una estación espacial, haciendo la prueba a 20 metros bajo el agua. Y siguiendo también con esta temática científica, Andrea Galvani pone a un grupo de astrofísicos de la Universidad Complutense a escribir en las paredes del espacio de The Ryder fórmulas sin parar.



También al fondo, pero del pabellón 7, llegamos al esperado Perú en ARCO. 23 artistas distribuidos en un poliédrico montaje del que salen airosos. Como curiosidad, apuntar que de las 15 galerías seleccionadas por Sharon Lerner sólo 7 vienen de Lima, de las otras 8, 4 son españolas (Casado Santapau, Elba Benítez, Juana de Aizpuru y ProjecteSD). Sobresalen los trabajos de Sandra Gamarra, una serie de pigmentos de cinco colores distintos sobre tela con los que juega con las distintas "combinaciones" raciales; Fernando Bryce, que incorpora a sus meticulosas investigaciones, hasta hace poco en blanco y negro, color; los telares artesanos de Miguel Aguirre; las fotografías en blanco y negro de monumentos de Juan Enrique Bedoya; la combinación de textiles, fotografía y pintura de Ana Teresa Barboza; los mapas de Elena Damiani; la inclasificable escultura de Armando Andrade Tudela (con individual en CA2M); los stencils de metacrilato de Gilda Mantilla y Raimond Chaves, y los dibujos de los trajes típicos peruanos de Teresa Burga, la histórica de la sección, que ya en los 60 desarrollaba un sólido trabajo conceptual silenciado hasta que el comisario Miguel López "la descubrió" ya en su madurez. Es difícil trazar unas líneas comunes sin caer en la generalización, pero creo que queda claro que Perú cuenta con un nivel de artistas incuestionable, entre los que la generación de los nacidos en torno a los 80 pisa fuerte. Historia, mucha historia, y también dibujo y acercamiento a los procesos artesanales.



Las galerías portuguesas pisan fuerte en este ARCO, no sé si fruto del hermanamiento hispano-luso a través de la feria que desde hace tres años tiene sede también en Lisboa: Bruno Múrias con una de sus paredes alicatadas, literalmente, por el brasileño Marcelo Cidade; Monitor con los "pequeños menhires" de Sérgio Carronha; Vera Cortés con Gonçalo Bareiros, y un largo etcétera. Añado también el dúo de la galería brasileña Vermelho con Cinthia Marcelle y Carla Zaccagnini, y la multinacional Hauser&Wirth dedica todo su stand a Jenny Holzer, calentando motores para su individual en el Guggenheim de Bilbao.



Proyecto de FOD en el stand de T20

De los Proyectos especiales del Programa general esperaba más, alguno pasa casi desapercibido. No se pierdan el de FOD en T20, entre la escultura y la pintura habla de memoria y arquitectura a través de la historia de la geometría en el arte. Hay además muchas obras destacadas que ya avanzábamos en nuestro especial: Secundino Hernández en Heinrich Ehrhardt me dejó sin palabras, deja ver la intrahistoria de la pintura, arrancándole capas. También Guillermo Mora en Moisés Pérez de Albéniz, que esconde y deja entrever los dibujos y bocetos utilizados en el proceso de realización de la obra bajo la pintura. Jacobo Castellano es el protagonista en F2, con una de sus esculturas de madera, vidrio y cerámica con la que nos habla de la historia de su familia y de sus personales hallazgos de materiales. Marta Fernández Calvo recorre con su Rodapié el perímetro de Espacio Valverde, en un stand dedicado a la arquitectura, y Oriol Vilanova forra la pared de Parra & Romero con fotografías de su serie Mausoleos. Y otras sorpresas: los telares de Teresa Lanceta en los accesos de Espacio Mínimo y la nueva escultura, hecha en cartón, de Sergio Prego, comparte el stand de Carreras Múgica, además, con Itziar Okariz, con quien pronto repetirá en el pabellón español de la Bienal de Venecia.



@LuisaEspino4