El artista venezolano Carlos Cruz-Diez, uno de los máximos exponentes del arte cinético, murió este sábado en París a los 95 años, según informó un comunicado publicado este domingo en la página web dedicada a difundir su obra. El artista logró demostrar que el color, en interacción con el observador, se convierte en una realidad que existe sin ayuda de la forma o necesidad de un soporte.
Nacido en Caracas en 1923 y residente en París desde 1960, trabajó también como ilustrador. Cruz-Diez investigó con una actitud vanguardista la "autonomía del color" en el arte contemporáneo. "A finales de los años 40 comencé a hacer un análisis profundo sobre qué podía hacer yo con la pintura", afirmó en una entrevista en El Cultural en 2013. "Me di cuenta de que el color es una situación, una circunstancia, no una verdad absoluta como se pensaba. Y de que esta circunstancia va cambiado. [...] Me ha llevado 50 años entender esta evidencia: el color es una situación que se desarrolla en el tiempo y en el espacio".
En aquella misma entrevista, en la que recordaba que ya de pequeño dibujaba y que había ilustrado la literatura latinoamericana y europea, aseguraba que el cinetismo rompió con la idea de que el arte se cuelga de un clavo en la pared. "Lo llamamos 'ambientaciones', luego se convirtió en instalación, pero es lo mismo. Una obra mía es un soporte de un acontecimiento, no como la pintura que es una referencia al acontecimiento pasado. La pintura deseaba detener el tiempo, era testimonio; nuestro trabajo presente es arte del instante mientras que la pintura y la fotografía son arte del pasado".
En sus más de 70 años de carrera artística, Carlos Cruz-Diez abarcó ocho investigaciones sobre la autonomía del color; realizó más de cien integraciones de arte en el espacio público y sus obras forman parte de las colecciones permanentes del Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York; Tate Modern, Londres; Centre Pompidou, París; Museum of Fine Arts, Houston; entre otros. Fundó tres talleres de arte en Caracas, París y Panamá y la Cruz-Diez Art Foundation en Houston.
Cruz-Diez recibió la Legión de Honor, la condecoración más importante del gobierno de Francia; y entre los numerosos premios que le fueron otorgados figura también el Premio Penagos de Dibujo de la Fundación Mapfre, concedido porque el "desarrollo de su reflexión plástica ha modificado las nociones sobre la percepción del color en el arte". Según el acta del jurado su propuesta artística se fundamenta en el color concebido como una realidad autónoma, desprovista de anécdotas y evoluciona en el tiempo y el espacio reales sin ayuda de la forma y sin necesidad de soporte. En 2011, la Tate Modern de Londres organizó la mayor retrospectiva de su obra, Carlos Cruz-Diez. Color in Space and Time.
En 2016, sesenta años después de su primera exposición en España, la galería Cayón de Madrid expuso una vez más sus obras, en las que destacaban las denominadas 'fisicromías', "a las que los nuevos materiales industriales dotan de una perfección casi insultante", según destacó entonces el crítico Mariano Navarro. La primera vez que su obra se vio en nuestro país, escribía Navarro, "todavía no se habían presentado públicamente grupos tan populares como El Paso y El Equipo 57 y el transcurso del tiempo no ha restado ni fuerza a su obra ni razón a sus presupuestos sobre la obra de arte y la importancia del color en su recepción, que él considera puramente afectiva". No en vano la experimentación con nuevos materiales fue siempre un pilar importante en el trabajo de Cruz-Diez.